La 'romántica' primera cita de Mila Ximénez y Manolo Santana: "Le vomité encima"

Primeros días en Honduras. Los supervivientes se están conociendo y ya empiezan las primeras confesiones. En estas primeras horas en 'Supervivientes', Mila Ximénez se ha sincerado con sus compañeros y ha revelado cómo conoció a Manolo Santana, el tenista que más tarde se convirtió en su marido y en padre de su hija Alba.

"Yo tenía pareja y una amiga le conoció. Yo no había oído hablar de él. Ellos quedaron para cenar y como mi amiga no quería ir sola me llevó de carabina. Cenamos en Casa Esteban y en la mesa de al lado estaba Ángel Nieto. Le dije a Manolo que no me encontraba bien y me recomendaron que me tomase una copita de coñac con azúcar. Yo entonces no tomaba nada de alcohol. Salí de allí, me apoyé en la mesa de Ángel Nieto, tiré toda la mesa y vomité encima", confiesa Mila. Ahí no quedó la cena, porque saliendo del restaurante vomitó dos veces más: "En el coche y otra vez encima".

Más tarde, todos fueron a casa del tenista. "Mi amiga se quedó con él y yo en la habitación de al lado", relataba la colaboradora de 'Sálvame', añadiendo que, a pesar de en aquella época ella salía con un médico, no se separó de Manolo Santana.

Como curiosidad, cabe destacar que el cuarto en el que Mila Ximénez pasó aquella terrible noche indispuesta, más tarde se convertiría en su habitación de matrimonio. ¿Qué pensó la amiga de Mila cuando le 'robó' a su chico? "Ella se quedó bastante echa polvo, pero qué le vamos a hacer, las cosas son así... Pájaro que vuela, a la cazuela", sentenció.

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Mila y Manolo, un matrimonio de tres años

A principios de los años 80, Mila inició una relación con el tenista Manolo Santana y cuatro años después, el 15 de abril de 1984, nació su hija Alba. La pareja se casó un año antes, el 1983. El matrimonio entre ambos solo duró tres años; se separaron en 1986. Ambos son abuelos de Alexander, de 8 años, y Victoria, de 3 años, hijos de Alba y Aviv Miron, quienes llevan casados desde 2006.

Mila no tiene muy buenos recuerdos de la etapa en la que vivió con Santana: "Cuando me casé con él mi vida era perfecta, era un mundo ideal y yo quería salir corriendo de ahí. A los dos años me fui. Vengo de una familia muy tradicional, el divorcio no existe, mi padre nunca me entendió (...) Me encontré con un mundo tóxico, amoral e inmoral. Mi vida se convirtió en una noria de fiestas y excesos. Era y es una gente que tiene unos códigos de conducta donde no habría encajado nunca. Ellas lo que tienen muy claro es que su forma de vivir depende de una gran casa, un marido importante y una sociedad que las cubra. A mí esto me aburre mucho", dijo la 'superviviente' a la revista 'Lecturas'.

 

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