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'La peste', la superproducción de Movistar +, se rueda en un campo de naranjos de Sevilla
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Se estrenará a finales de 2017

'La peste', la superproducción de Movistar +, se rueda en un campo de naranjos de Sevilla

Alberto Rodríguez dirige este 'thriller' histórico en el que le acompañará el equipo habitual de sus producciones cinematográficas

Foto: Paco León interpreta a Zúñiga, un personaje secundario de 'La peste'.
Paco León interpreta a Zúñiga, un personaje secundario de 'La peste'.

Junto a la autovía que une las localidades sevillanas de Carmona y Alcalá de Guadaíra, la Hacienda Martín Navarro sobrevive al paso de los siglos, rodeada de hectáreas de naranjos. Esta semana, la tranquilidad de la plantación hortofrutícola ha dejado paso a un trajín incesante de camiones, que para entrar y salir de la finca deben adentrarse entre los árboles. Equipos de sonido, iluminadores, figurantes, 'catering' y demás parafernalia audiovisual han tomado, con cariño, el edificio que el albañil Alonso Jiménez construyó a comienzos del XVIII. Y allí han construido la Fábrica de Añil, la empresa que dirige el mayor exportador de esta pasta colorante en Europa. Una de las tramas que forman parte del guion de 'La peste', la próxima serie española de Movistar +, que dirige Alberto Rodríguez (‘La isla mínima’, ‘El hombre de las mil caras’).


Con 10 millones de euros de presupuesto, la gran apuesta de la compañía española para su catálogo de series propias es una superproducción que cuenta con 200 profesionales, más de 2.000 figurantes, un centenar de actores y más de 250 secuencias. Cifras apabullantes de las que pocas producciones españolas pueden presumir, y que dejan claro el interés de Movistar + por crear contenidos propios. Un deseo que, como la propia peste que da título a la serie, se ha contagiado al equipo de profesionales que trabajan en la producción. Solo serán seis episodios, de unos 50 minutos de duración, pero ‘La peste’ está llamada a ser uno de los estrenos más importantes del próximo mes de diciembre.

De añil y algodón

Escrita por Rafael Cobos, guionista habitual de Gutiérrez, ‘La peste’ se adentra en la Sevilla del siglo XVI para contar la historia de Mateo, un impresor de biblias protestantes perseguido por la Inquisición. Para cumplir con la última voluntad de un amigo, el joven deberá volver a la ciudad hispalense de la que un día se vio obligado a escapar, con la intención de rescatar a su hijo bastardo. La aventura se complicará cuando la Inquisición descubra que ha regresado y, como condición para recuperar su libertad, le obligue a resolver una serie de asesinatos.

La aventura se complica cuando la Inquisición obligue al protagonista a resolver una serie de asesinatos para recuperar su libertad

La mayor complicación que el equipo de la serie ha encontrado para llevar a cabo la creación de Cobos es la ambientación. Porque como explica el propio director, “urbanísticamente, Sevilla no tiene nada que ver con lo que era la ciudad en aquella época. El máximo esfuerzo ha sido el del director de arte, porque ha habido que inventarse una ciudad”. El mérito de que el espectador vaya a realizar un viaje en el tiempo corresponde a Pepe Domínguez del Olmo, habitual también en las producciones de Rodríguez. Y a mujeres como Gigia Pellegrini, ayudante de dirección de arte, que con las manos manchadas de añil explica a los medios cómo se convierte una piscina de albero en las pilas en las que la planta se maceraba, se fermentaba y finalmente se rompía el colorante, que terminaba convirtiéndose en polvo. Y todo ello para “un día de rodaje, después de 15 días trabajando y seis meses pensando”, confiesa Pellegrini sonriente.

A pesar de que el viento y las nubes no parecen muy dispuestos a colaborar con el rodaje, la ambientación de la escena que graban durante la tarde del martes es impecable. Desde los carros de la época que parecen llevar en el patio toda su vida, hasta el vestuario de los figurantes, algunos de los cuales se tuestan al sol mientras fingen batir la futura pasta, todo está dispuesto para que no falte ningún detalle. Fernando García, encargado del vestuario, es uno de los responsables de que esto no suceda. Entre bromas, García reconoce que ha montado una especie de “Corte Inglés del siglo XVI” gracias a los casi 2.000 trajes que el especialista ha conseguido en sastrerías de renombre como Cornejo, o expertos portugueses en el cuero. “Los mismos sastres que Alatriste”, explica antes de añadir que se han ceñido a los materiales de la época, como el lino, “algodones, terciopelo y fieltro. ¡Ah! Y hemos hecho medias solo de algodón, que no brillan como las de ahora”.

El convento de los mil escenarios

La finca de naranjas es solo uno de los muchos lugares que la producción ha utilizado para viajar en el tiempo hasta la Sevilla renacentista, que poco tiene que ver con la actual. Para Rodríguez, “las etapas de montaña” han pasado y “quedan cinco semanas de rodaje, con 10 o 12 localizaciones distintas”. Un imparable recorrido por muchos puntos de la provincia de Sevilla, que también los ha llevado a la localidad de Carmona. Allí, tras los blancos muros del antiguo convento de la Concepción, Domínguez del Olmo ha sido capaz de levantar el mercado de la judería de Sevilla, un hospital y la mancebía. El barrio en el que vivían las prostitutas de la época, controlado por el Cabildo catedralicio y la Iglesia.

Nada más atravesar la vieja puerta de madera de la calle Concepción, el tiempo se detiene, los relojes se atrasan y es fácil, gracias al olor a tierra húmeda y los peces de pega, trasladarse hasta esa Sevilla del XVI de tonos ocres, fruta podrida y un más que probable “¡agua va!”. Según Domínguez, el equipo se “ha apoyado en aquello que ya existe y lo hemos amoldado a las necesidades de la producción”. Él mismo confiesa que “llegar a entender el convento y jugar con lo que necesitas ha sido un proceso lento” pero fructífero. Paseando por el indescifrable laberinto en el que se ha convertido el antiguo edificio eclesiástico, resulta complicado distinguir qué pared es falsa y cuál lleva cientos de años en el mismo lugar.

Ventanas que han encogido hasta convertirse en los ventanucos propios del siglo XVI, mobiliario al que no le faltan asas “porque viven en una fortaleza y puede ser necesario salir corriendo” y el atrezo obtenido en innumerables visitas a anticuarios de todo el país son algunos de los enseres que han transformado la luminosa provincia de Sevilla en el oscuro lugar en el que Mateo y Valerio tratarán de cumplir con el encargo asignado por la Inquisición. Pablo Molinero y Sergio Castellanos interpretan a la pareja protagonista que, entre otros, deberá vérselas con Zúñiga, el negociante que se ha enriquecido con la crisis de la época, al que interpretará Paco León. Uno de los personajes favoritos del extenso equipo de producción que, como la serie, dará que hablar el próximo invierno.

Junto a la autovía que une las localidades sevillanas de Carmona y Alcalá de Guadaíra, la Hacienda Martín Navarro sobrevive al paso de los siglos, rodeada de hectáreas de naranjos. Esta semana, la tranquilidad de la plantación hortofrutícola ha dejado paso a un trajín incesante de camiones, que para entrar y salir de la finca deben adentrarse entre los árboles. Equipos de sonido, iluminadores, figurantes, 'catering' y demás parafernalia audiovisual han tomado, con cariño, el edificio que el albañil Alonso Jiménez construyó a comienzos del XVIII. Y allí han construido la Fábrica de Añil, la empresa que dirige el mayor exportador de esta pasta colorante en Europa. Una de las tramas que forman parte del guion de 'La peste', la próxima serie española de Movistar +, que dirige Alberto Rodríguez (‘La isla mínima’, ‘El hombre de las mil caras’).

Alberto Rodríguez