'La Promesa' hace historia al matar a su protagonista: todo lo que hay que saber para el capítulo de esta noche

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Ha llegado el momento que todos los "promisers" esperaban. Las curvas que el equipo de La Promesa anunciaron que arribarían a la ficción de época de La 1 de Televisión Española, han dejado consternados a los espectadores tras los dos capítulos que se han emitido la tarde de este miércoles, 19 de marzo. El grave estado de salud de Jana ha preocupado tanto a los habitantes del popular palacete andaluz como a los seguidores del serial de Bambú Producciones. Hacia el final de la emisión, la protagonista ha conocido su trágico destino.

El primer episodio de la tarde ha comenzado con un soplo de esperanza: Jana ha despertado del coma en un momento en el que Curro la vigilaba. La joven no ha podido hacer otra cosa más que jadear, y a su hermano le ha dado la sensación de que negaba que hubiese sido Cruz quien le hubiese disparado. Cuando Curro ha seguido preguntándole a la desesperada, la esposa de Manuel ha vuelto a caer en la inconsciencia.

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Berto Molina

Pía ha trasladado al servicio la feliz noticia de que Jana había despertado, y Petra ha sido la única que no ha reaccionado con dicha. El ama de llaves ha acusado a sus empleados de encontrar la excusa perfecta para no trabajar, y ha asegurado que ella no rezaría por la afectada: "¿Cuál es su mérito, calentarle la cama a uno de los señores?". Mientras tanto, en la planta de arriba, el doctor ha asegurado a Curro y Manuel que Jana luchaba por su vida, y que el bebé seguía sin alteraciones, aunque era imprescindible seguir cuidando de ella. El médico les ha pedido que le avisasen de cualquier alteración que podría producirse en su respiración.

Mientras, Cruz ha seguido retenida en la habitación de invitados. Petra le ha llevado la comida y la marquesa no ha dudado en preguntarle qué novedades había sobre todo lo que estaba sucediendo. El ama de llaves ha confesado que Jana había despertado, y lejos de disgustarse, Cruz ha pensado que aquello le beneficiaba: si despertaba contaría que ella no le había disparado. La marquesa ha esperado que se despertase cuanto antes: "Necesito que despierte y diga la verdad. Yo no fui quien le disparó, Petra".

Alonso, a Cruz: "Júrame que jamás empuñaste esa arma"

El ama de llaves parecía confundida. La marquesa ha querido saber qué se decía de ella misma en palacio. "Te juro que todos van a pagar por lo que me están haciendo", ha prometido Cruz al imaginar que algunos habitantes estarían contentos de su retención. Petra ha contado que Alonso estaba abatido, y la marquesa le ha pedido que viniese a verla. El alma se le ha caído a los pies a la marquesa, cuando ha comprobado que ni siquiera su marido confiaba en ella. "Me gustaría creerte", ha dicho Alonso, "júrame que jamás empuñaste esa arma".

Cruz ha explicado que alguien intentaba inculparla: "Está claro que alguien quiere destruirme". Pero Alonso ha decidido no creerla, debido a la prueba del botón expuesta por Burdina. La marquesa le ha suplicado a su marido que la creyese, conforme este abandonaba la habitación.

El arma enterrada

Mientras que Catalina y Martina debatían sobre la posible culpabilidad de Cruz, han encontrado a Jacobo relevando a Manuel de la vigía sobre Jana. El chico se ha mostrado optimista, y ha comentado que pensaba férreamente que la muchacha se recuperaría. Poco después, Burdina ha informado a Alonso y Lorenzo que se ha encontrado el arma homicida, escondida entre la tierra de un macetero. Petra le ha contado a Cruz que el arma era, efectivamente, la pistola del señor marqués.

"No sé cómo ha terminado ahí esa arma", ha admitido la marquesa al ama de llaves. Manuel ha acudido a su madre para pedirle una explicación, y ella le ha perjurado que ella no le disparó a Jana: “Al menos tú tienes que creerme”, le ha suplicado Cruz. Pero el aviador le ha gritado enfurecido si tanto odiaba a su esposa como para matarla. La marquesa ha admitido que era cierto que Jana no era santo de su devoción, pero no era ella quien había apretado el gatillo. "No solo estoy a punto de perder a mi esposa, también siento que voy a perder a mi madre", ha terminado diciendo Manuel.

Cuando Teresa se ha enterado del lugar donde se había encontrado el arma, la doncella ha recordado cómo, en capítulos anteriores, la marquesa la abroncó por intentar regar una planta cuando, muy cerca de ella, se encontraba Cruz discutiendo con Leocadia y Lorenzo. Sin dudas, la criada ha creído que la señora intentaba ocultar el lugar donde supuestamente habría escondido la pistola.

Cruz le ha recordado a Burdina que Jana llevaba un sucesor de la casa Luján en su vientre, y que por ese motivo ella nunca le hubiese hecho daño. Teresa, por su parte, le ha explicado sus pensamientos a Pía, y ha creído que no podía guardarse esa información. "El sargento Burdina debe saberlo", le ha dicho su compañera, pero Teresa tenía miedo de empeorar la situación. Al día siguiente, Rómulo no ha tenido otro remedio que llevar a Teresa a que contase lo que sabía tanto a Alonso como a Burdina. Esto ha hundido todavía más al marqués, al creer que, definitivamente, Cruz era culpable.

Jana empeora

Manuel le ha prometido a la inconsciente Jana que, en cuanto se recuperase, se marcharían a Milán, solos. La esposa parecía querer despertar de su letargo, y el joven ha salido corriendo a llamar al médico. El doctor ha auscultado a la enferma y ha confirmado que, sin demasiada explicación, Jana tenía una insuficiencia respiratoria: había empeorado de repente. El hombre ha explicado que lo único que podía hacer era suministrarle calmantes para mitigar el dolor.

El padre Samuel ha guiado al servicio en el rezo por Jana. Petra ha pensado que debían ponerse en lo peor, y le ha pedido a Teresa y Vera que preparasen la ropa de entierro de los señores. Las criadas se han negado en rotundo, pero el ama de llaves les ha recordado que debían seguir siendo previsoras en su trabajo. Samuel le ha contado a María Fernández que las constantes vitales de Jana se iban ralentizando, y ha lamentado que nada bueno podría llegar a partir de ahora: había acompañado a gente muy enferma en su lecho. Pero María ha conservado las esperanzas por su amiga: "Ella puede con lo que le echen".

Curro le ha llevado laurel de Ramona a su hermana, y le ha dicho que no podía perderla: "Soy quien soy gracias a ti". El joven ha recordado cómo le había cambiado su vida el haberla conocido: "No te doy permiso para que te mueras. Yo te necesito".

Una emotiva despedida

Manuel se ha quedado dormido al lado de Jana poco después, y al despertar ha comprobado que siguiese respirando. El chico ha vuelto a dormirse, y ha soñado que su esposa le hablaba desde la escalera del palacio. Allí, Jana le ha contado a su amado que el primer día que llegó a La Promesa le escuchó preguntarle a su hermano si pensaba que había una persona para cada uno de ellos. Ambos han reído y se han dado un último beso.

"No hace falta que te lo diga, ¿verdad?", ha preguntado Jana en el sueño. "Me gustaría oírtelo decir siempre", le ha pedido Manuel. Ella le ha cogido de la mano a través de la baranda, y le ha dicho que le quería. "Pienso lo mismo que tú: hay una persona para cada uno de nosotros, y yo he tenido la suerte de encontrarla". La emotiva secuencia ha servido de preludio para la despedida final de Jana y Manuel. El chico se ha dado cuenta de que ya no respiraba cuando ha soltado su mano.

Los seguidores no tardarán en conocer cómo seguirá La Promesa a partir de ahora, sin su protagonista. El capítulo especial de esta noche, a las 22:50 horas, revelará el destino de los Luján sin Jana, un impactante hecho al que los espectadores tendrán que acostumbrarse de aquí en adelante.