Cataclismo en 'La Promesa': así ha reaccionado Alonso (y los espectadores) al gran secreto de Curro

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El capítulo del pasado martes de La Promesa ya había avanzado algo que los espectadores poco se esperaban: que el personaje de Curro, en la popular ficción de época de La 1 de Televisión Española, estuviese dispuesto a revelarle sus orígenes a su verdadero padre. De esta manera, el hermano de Jana entabló conversación con Alonso hacia el final del episodio, en el que llegó a declarar que él era hijo de Dolores y, por tanto, también del marqués.

En el capítulo de este miércoles, del melodrama protagonizado por Ana Garcés, Arturo García Sancho y Eva Martín, entre otros intérpretes, Alonso ha reaccionado a las palabras que su supuesto sobrino le acababa de soltar: "Aquella mujer, Dolores, era mi madre, lo que quiere decir que usted es mi padre". El marqués ha pasado rápido de la incredulidad, a la curiosidad: quería saber más.

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Curro ha anunciado lo que tanto tiempo había callado: "Yo soy Marcos". Alonso ha cuestionado cómo podía ser aquello posible, pues daba por muerta tanto a Dolores como a sus hijos: "Estuve semanas buscándoos, recé para que el río me devolviera los cuerpos, pero nunca los encontré". Curro le ha negado la versión de los hechos de que todos ellos cayeran por un barranco, y ha explicado que unos encapuchados persiguieron a su madre. También ha contado que sabía todo aquello gracias a Jana.

A continuación, ha llegado la segunda sorpresa para el marqués: "¿Qué tiene que ver?", ha cuestionado Alonso, sin entender que Jana supiera de aquella historia. "Jana es mi hermana", ha revelado Curro. "¿Jana es Mariana?", ha susurrado el marido de Cruz, asombrado: "Estáis vivos". Acto seguido, el padre de Manuel ha preguntado por Dolores, con la esperanza de que también hubiese sobrevivido a aquella caída por el barranco.

Curro ha anunciado lo que tanto tiempo había callado: "Yo soy Marcos"

Curro ha contado que a su madre la mataron aquellos hombres de un disparo, y que aquel había sido el motivo por el que Jana había regresado a La Promesa: para que el asesinato de Dolores no quedara impune. Enseguida, Alonso ha caído en que alguien tuvo que beneficiarse de la muerte de la madre de Curro.

Dicho esto, el muchacho ha querido centrarse en la parte positiva: por fin se había desahogado, y ahora su verdadero padre le transmitía con un abrazo todo el cariño que no había podido darle todos aquellos años.

El mayor duelo entre Alonso y Cruz

Pero la cordialidad no ha tardado en disiparse. Poco después, el marqués ha encarado con su esposa lo que ya sospechaba que ella sabía, y Cruz ha llegado a admitirlo: "Mi hermana tuvo un hijo sin haber engendrado nunca". La marquesa ha alegado que calló el secreto tanto tiempo por la humillación de la infidelidad de su marido, y que aquí la víctima había sido ella, por acoger el fruto de aquella aventura bajo su mismo techo.

Alonso ha asegurado que se encargaría de encontrar a aquellos hombres encapuchados que acabaron con la vida de la doncella, pero Cruz le ha pedido que no hiciese nada al respecto, pues airear su infidelidad podría traer la desgracia al linaje de los Luján: "Me lo debes por todos los años de silencio".

Después, Leocadia ha llegado a reunirse con Alonso, y tras mucho insistir, ha conseguido que le contase lo que tanto le preocupaba. El marqués ha querido saber si acaso Leocadia no sabía nada de aquel acontecimiento, pues estaba muy unida a Cruz cuando Dolores murió, pero la huésped lo ha negado. Eso sí, ahora que Alonso tenía la duda de que tanto Cruz como Lorenzo pudiesen haber orquestado aquel crimen, Leocadia le ha dejado entender que no sería algo impensable.

Por su parte, Cruz le ha confesado a Lorenzo la relación que había entre Curro y Jana. El capitán De la Mata ha maldecido el momento en el que su cuñada permitió que aquella doncella accediese al palacio, y ha preguntado cuál sería el siguiente paso: "¿Qué vas a hacer? Qué vamos a hacer?". Más tarde, Cruz ha chantajeado a Leocadia con hacerse con la herencia de un conde viudo, si conseguían ponerse de acuerdo en la versión de los hechos que le contarían a Curro y Jana. Pero la señora ha rechazado la oferta: solo quería ver caer a la marquesa en desgracia, aunque ello supusiera también su propia caída. ¿Llegará Alonso hasta el fondo de la cuestión? ¿O habrá más víctimas, ahora que las cartas se han dado la vuelta sobre la mesa?