Javier Beltrán, de 'Sueños de libertad': "Me gustaría que Joaquín acabase como alcalde de Toledo"
El actor barcelonés de la serie de sobremesas de Antena 3 interpreta al mayor de los hermanos Merino, un personaje con grandes conflictos en este momento de la trama
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Cuando comenzó la serie Sueños de libertad, el pasado febrero, el personaje de Joaquín Merino aparecía como la mano derecha del perverso Jesús de la Reina. Ahora, los fieles espectadores de la serie diaria de Antena 3, tienen un concepto totalmente diferente del papel interpretado por el actor Javier Beltrán. Después de casi un año de exitosas emisiones, en las que la ficción se ha erigido como la líder en su franja horaria día tras día, y como una de las series más vistas de la televisión, poco queda de aquel Joaquín que seguía los pasos de Jesús a pies juntillas.
Puede que el mayor de los Merino resulte una persona seria, sí, pero a lo largo de la serie, ha demostrado tener su gran corazón. Joaquín se ha visto dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de proteger a su familia, así como la relación especial que mantiene hasta el momento con su esposa Gema (Agnès Llobet). Incluso se ha atrevido a plantarle cara al matón de la familia, su primo Jesús (Alain Hernández), a quien hace unos pocos episodios, llegó a apuntar con una escopeta y amenazarlo de muerte.
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Las tornas han girado mucho en la producción de Diagonal TV, y más que van a girar a partir de ahora. En un momento clave del serial, en el que su matrimonio podría tambalearse, al igual que lo ha hecho la estabilidad familiar de los Merino, Javier Beltrán ha ofrecido unos minutos a El Confi TV entre secuencia y secuencia, en los que ha hablado de su trabajo en el melodrama protagonizado por Natalia Sánchez, así como en las derivas que podría tomar su personaje en el futuro.
De mano derecha, a casi apretar el gatillo
Joaquín ha priorizado a su familia en cada situación en la que ha tenido oportunidad de defender sus intereses, frente a los de la empresa De la Reina. Aunque comenzó el relato como la "mano ejecutora" de Jesús, a día de hoy sus caminos no podrían estar más distanciados, además de enfrentados. "Ha pasado de ser una persona triste y gris a demostrar su cariño por los suyos", examina el actor, visto también en otras series como Com si fos ahir o Beguinas. El veterano ha admitido conocer, desde el comienzo de la serie hasta lo que ahora se está rodando, con varios meses de diferencia con respecto a la emisión actual en televisión, cuál sería el viaje emocional del personaje, del cual también admite parecerse en varias cosas a él.
"Los dos somos bastante cabezotas, y también muy familiares. Pero yo no habría aguantado tanto tiempo a Jesús. Desde luego no hubiese disparado la escopeta, porque no justifico recurrir a la violencia, pero no podría haberle seguido de esa manera tan fiel". Eso sí, cuando no está rodando, Beltrán reconoce que Joaquín no le acompaña hasta casa, más allá de las líneas que debe estudiar para las siguientes secuencias: "Intento desconectar y aprovechar el tiempo con mi familia".
Beltrán, sobre Miriam: "No contamos nada que no le pudiese pasar a cualquier persona"
Sobre esa escopeta antes mencionada, el personaje de Joaquín protagonizó uno de los momentos más tensos de la serie, en el que, enrabietado, sitúo a su primo Jesús en su punto de mira. "Fue muy divertido", opina Beltrán sobre el rodaje de aquella complicada secuencia, "en las series diarias estamos acostumbrados a grabar planos más sostenidos, que tardamos unos cincuenta minutos en grabar, y aquí fueron casi dos horas. Si te fijas, es un plano secuencia. Una cámara steady me seguía, y luego hay planos más cortos. Por la composición de la secuencia se necesitaba más tiempo: éramos muchos y pasaban muchas cosas a la vez".
Entre Gema y Miriam
Pasado el sulfuro, en este momento, Joaquín Merino se encuentra en otro momento complicado de la historia, por motivos bien diferentes. Su cercana relación con Miriam (Marta Velilla), la nueva secretaria de la oficina, podría finalmente resquebrajar el matrimonio entre el codirector de la empresa y la criada Gema, después de tantas crisis de confianza que habían llegado a superar hasta el momento.
Sobre su esposa en la ficción, Beltrán afirma llevarse muy bien tanto delante como detrás de las cámaras: "Tenemos una energía muy buena en lo personal y lo profesional. Además, la relación se hace muy natural en pantalla, como si dos personas se hubieran enamorado de verdad sin tener en cuenta la apariencia. En otras obras buscan que los dos actores sean de la misma estatura o sean parecidas, para facilitar la composición del plano. Pero yo soy alto y ella es bajita, es todo muy natural".
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Ahora, sin embargo, esa buena química podría romperse en el relato, ante la llegada de una gran crisis: "Esa crisis se llama Miriam. Se gustan, pero Joaquín tiene una persona a su lado a la que quiere mucho, así que ahí va a estar el problema". Los designios del amor son inescrutables, y Sueños de libertad, con un enfoque claro sobre la diversidad afectiva y sexual, parece haberse propuesto reflexionar sobre todos ellos: "Al fin y al cabo, no contamos nada que no le pudiese pasar a cualquier persona", opina Beltrán
El futuro de Joaquín
Después de prácticamente un año de rodaje, el actor barcelonés echa la vista atrás, y hace un balance de su paso por Sueños: "En una escala del uno al diez, un diez", puntúa Beltrán, quien ha definido el ambiente de trabajo como el de una gran familia.
Lejos de tocar techo, si la ficción terminase el día de mañana, el intérprete ha fantaseado con ver a Joaquín Merino en un lugar totalmente diferente del que se encuentra en estos momentos de la historia: "Si terminase la serie, me gustaría que Joaquín acabase como alcalde de Toledo. Desde donde comienza el personaje, hasta hacerse alcalde de la ciudad, me parecería interesante, porque él tiene la motivación de ayudar a la gente". Habrá que seguir la serie de las sobremesas diarias en Antena 3, para saber si su pronóstico se acerca a lo planeado por los guionistas.
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Cuando comenzó la serie Sueños de libertad, el pasado febrero, el personaje de Joaquín Merino aparecía como la mano derecha del perverso Jesús de la Reina. Ahora, los fieles espectadores de la serie diaria de Antena 3, tienen un concepto totalmente diferente del papel interpretado por el actor Javier Beltrán. Después de casi un año de exitosas emisiones, en las que la ficción se ha erigido como la líder en su franja horaria día tras día, y como una de las series más vistas de la televisión, poco queda de aquel Joaquín que seguía los pasos de Jesús a pies juntillas.