Dicen de esta miniserie de animación en Netflix que es una maravilla: "Me está dejando como un trapo"

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En 2021, Netflix sorprendió a sus usuarios con una joya animada que, a pesar de su apariencia sencilla, ha conquistado a la audiencia por su profundidad emocional y su humor ingenioso. Se trata de una miniserie italiana que consta de solo seis capítulos de veinte minutos cada uno, ideal para disfrutar en una tarde, pero con un impacto que dura mucho más allá del último episodio. Con un estilo de animación desenfadado y minimalista, esta producción logra transmitir complejos temas existenciales que tocan a cualquier generación.

Detrás de esta personalísima propuesta está Michele Rech, conocido bajo el pseudónimo de Zerocalcare. Este creador, que ya había alcanzado gran popularidad en Italia con su novela gráfica La profecía del armadillo, vuelve a adentrarse en su peculiar universo, donde lo cotidiano se mezcla con las fantasías de su cabeza y su manera de entender el mundo.

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El Confidencial

La ficción, en clave semi-autobiográfica, sigue a Zero, un joven dibujante que lucha con los desafíos de la adultez mientras se embarca en un viaje personal, acompañado de sus amigos Sarah y Secco, y de una inusual figura: un armadillo parlante que representa su conciencia. Relata, además, un episodio concreto de su juventud, en el que conoció a su amiga Alice a los diecisiete años.

La trama, aunque aparentemente sencilla, es mucho más de lo que parece. Zero, el protagonista, se enfrenta a decisiones de vida, amores no correspondidos y amistades profundas mientras reflexiona sobre su lugar en el mundo. La serie se ríe de los problemas existenciales, pero también invita a los espectadores a reflexionar junto a él. A lo largo de su viaje, Zero se pregunta sobre sus errores del pasado y las repercusiones que tuvieron.

Sencilla, pero retorcida

La animación digital, al más puro estilo cómic, sabe equilibrar la comedia con la emoción. El uso de la voz del armadillo (en la voz del actor Valerio Mastandrea en la versión original) como la conciencia de Zero añade un toque de surrealismo y humor al relato, mientras que las reflexiones profundas del protagonista pueden lograr conectar con las experiencias personales de los espectadores. Se trata de una mezcla de ironía, nostalgia y vulnerabilidad que ha cautivado tanto a la crítica internacional como a la audiencia general.

La estética de la serie podría parecer poco pulida para los estándares de las grandes producciones animadas, pero eso es precisamente lo que le otorga su identidad única. Los trazos simples y las animaciones minimalistas permiten que el foco se mantenga en el mensaje y los personajes, lo que refuerza la sensación de intimidad y un estado anímico enervado con la historia. Esta elección artística refleja a la perfección el estilo gráfico de Zerocalcare, cuyas ilustraciones ya son una referencia en Italia y más allá de sus fronteras.

Cada breve episodio es una cápsula llena de humor y emoción, con una narración de suma verborrea, que aun así deja con ganas de más. Cortar por la línea de puntos es el título de esta sorprendentemente sentimental miniserie de Netflix, que no deja indiferente. Para aquellos que la devoren en un par de días, en 2023 recibió una secuela, llamada Este mundo no me hará mala persona, y que cuenta una historia completamente diferente, pero con un potente mensaje crítico en lo político y lo social.