Paco Caballero y Eloy Moreno, creadores de 'Invisible' (Disney+): "Los padres van a hablar con los hijos de esta serie, y eso es genial"
Este fin de semana, el director de comedias como 'Amor de madre' y el escritor de la novela original han presentado el drama con tintes fantásticos en el Festival de Sitges
- Invisible, adaptación del best seller de Eloy Moreno, tiene ya fecha de estreno en Disney+
- Regreso al pasado: la serie de animación de Disney+ que es el homenaje perfecto a la original de los 90
A escasas horas de mostrar al público los dos primeros capítulos de la serie Invisible en el Festival de Sitges, su creador Paco Caballero, y el escritor del libro homónimo de la editorial Nube de Tinta, Eloy Moreno, atendieron a El Confidencial, todavía recordando las risas por la reacción de ambos al volver a encontrarse con algunas de las secuencias que ya conocían: "Nos hemos mirado y estábamos los dos llorando hasta el final del capítulo".
La épica de Invisible, disponible en Disney+ el próximo 13 de diciembre, se reviste por una fina piel emocional, en la que los espectadores serán capaces de conectar con Capi (Eric Seijo), un chaval de doce años que, de la noche a la mañana, se convierte en la diana sobre la que recae el acoso escolar de todo un instituto, y sobre todo el de MM (Diego Montejo), el compañero de clase que se la tiene jurada. Tras un grave percance que lo cambiará todo para él, el joven confiará a su psicólogo (Miki Esparbé) que ha desarrollado el superpoder de la invisibilidad, con el que ha aprendido a pasar desapercibido. Salvo para una profesora de literatura (Aura Garrido), que es capaz de verle tal y como es.
El director, responsable de ficciones más afincadas en la comedia, como las películas Perdiendo el Este, o Amor de madre, ha relatado en exclusiva su iniciación en el fantástico con tintes de concienciación social sobre el bullying, un tema que acaba afectando tanto a menores como a adultos, por lo que su nueva serie podría generar la ruptura de un tema tabú entre generaciones. Por el camino, también ha explicado los retos de la adaptación del libro original, así como sus referencias a la hora de crear un dragón para la pequeña pantalla.
PREGUNTA. La serie cuenta con recursos que rozan, si no tocan por completo, lo cinematográfico.
PACO CABALLERO. No queríamos renunciar a hacer cine. Aunque sea un drama social, no teníamos que rodarlo como un documental, sino como lo que yo quería transmitir y con lo que estaba sintiendo el personaje. Al final, las cámaras no solo las tenemos para retratar una cosa; las tenemos para contar, para potenciar, para enfatizar. Creo que hay algo que a la serie le viene muy bien de intentar meterte en la cabeza de los personajes, haciendo un tipo de planos que no se acaban de ver en un drama social.
"Es una oportunidad de demostrar que también soy capaz de hacer otros géneros"
P. Este ha sido un cambio total de registro en tu filmografía, predominada por la comedia. ¿Qué te atraía de esta historia?
P.C. Todo. Al final me muevo mucho por el sentimiento que tengo respecto a las historias, y de esta me atrajo la responsabilidad que teníamos de contarla. Me atrajo mucho cómo lo estaba contando Eloy en el libro, y cómo me lo estaba imaginando yo en mi cabeza. Yo imaginaba ese efectismo, con dragones y monstruos. Eloy decía: "Hombre, es una figura literaria", y yo le respondía, "No, es que tienen que estar ahí, porque el niño los ve".
Para mí era muy importante contar la serie saliendo del drama. Y aunque yo haya hecho comedia, al final me muevo por las historias que me gustan, y esta me encantaba, y dije: "¿Cómo no voy a cambiar de registro?". Volveré a la comedia, pero creo que es una oportunidad de demostrar que también soy capaz de hacer otros géneros.
P. En el segundo episodio hay una frase recalcable, que determina que el bullying no es una cosa de niños. ¿Creéis que es un tema que está fuera de la conversación pública ahora mismo?
ELOY MORENO. He visitado muchos colegios, y he hecho muchas videoconferencias. Quizás hace unos años sí que era un poco tabú, pero gracias al libro es cierto que los profesores me comentan y se habla más del tema. Hace años era más difícil, pero en los últimos tres o cuatro, cuando he visitado algún instituto, todos los profesores lo tienen muy en cuenta. Hay casos extremos, como institutos que quieren tener una buena imagen de cara al público, y entonces tapan. Eso sigue pasando, pero yo creo que cada vez menos.
P.C. Me dijeron una cosa el otro día muy interesante, que no lo he contado todavía. Me vino una persona y me dijo "Paco, he visto la serie y qué miedo me ha dado que mi hijo sufra bullying, pero me ha dado mucho más miedo pensar que mi hijo es el que lo hace". Me quedé alucinado por la reflexión. Yo no soy padre, pero me parece superinteresante esa idea de que los padres se hacen responsables de los actos de sus hijos.
P. Es una serie que también te hace viajar al pasado y cuestionarte si alguna vez has sido víctima o partícipe de bullying.
E.M. Es que no la podemos enfocar a adolescentes solamente, porque todos hemos tenido doce o trece años. Por estadísticas que tenemos, sabemos que la mitad de los lectores del libro son adolescentes y la mitad son adultos. Puede que tú no lo hayas vivido, o no lo has hecho, pero todo el mundo ha visto algo así. Es un target tan amplio que los padres van a hablar con los hijos de esta serie, y eso es genial.
P.C. Eso es lo que sería increíble que pasara.
P. ¿Cómo ha sido tratar un tema tan delicado con chavales que están en ese momento vital, hayan sufrido el acoso o no?
PC. La primera vez que me junté con ellos, les pregunté qué conocían del bullying, y todos sabían de algún caso. Por otro lado, no dejan de ser actores estos niños, que luego van al instituto, y también se les señala. Hay gente que tiene envidia. Ellos lo emocional lo tienen muy a flor de piel, y todavía no son lo suficientemente mayores para ponerse cortapisas, se tiran a la piscina. Lo que hemos trabajado mucho con Antonio Domínguez, el coach, ha sido llevárnoslos de retiro a una casa rural los primeros días antes de rodar, a hablar con ellos, a pillar confianza, que se hicieran amigos, para trabajar todo esto y luego separar el trabajo de la vida real. Les concienciamos de que esta ficción tan dura que estamos haciendo, solo tiene un objetivo, que es ayudar a otros. Lo hemos trabajado siempre así con ellos: meternos mucho en la escena y luego sacarlos muy rápido de ahí, para que no se quedaran con ese poso emocional malo.
"Queríamos que el dragón diera miedo y respeto aunque en el fondo es un ser acogedor"
P. Eloy, ¿ibas supervisando el guion, o dejaste plena libertad en la adaptación?
E.M. Primero nos reunimos y estuvimos viendo qué feeling había entre Paco y yo, porque es una obra que le tengo mucho cariño, que toca temas muy delicados y que cuenta con muchísimos lectores detrás. Y vimos que pensábamos llevarlo por el mismo sitio. Después me enviaron los guiones antes de empezar a rodar. Yo hice alguna anotación, pero vi que el guion en general era la novela. Había cambios que a mí me gustaban. Le conté a Paco una historia de un lector mío, y entonces él, gracias a eso, hizo un cambio en el guion.
PC. Ha sido un diálogo muy bueno con Eloy. Te deja que tú rellenes mucha parte del libro, y con lo que él proponía, lo que hemos hecho era darle más presente a la serie, porque en el libro contaba menos. Pero es una línea muy natural de lo que Eloy dejó plasmado.
P. No muchas ficciones nacionales cuentan con efectos especiales como este Invisible, ni mucho menos con dragones.
P.C. El dragón era muy importante para nosotros que apareciera en la serie, porque al final tiene un simbolismo que no quiero desvelar, porque habla mucho del personaje de la profesora, que lo tenemos un poco blindado. Queríamos ser muy ambiciosos y que diera miedo y respeto, aunque en el fondo es un ser acogedor. Yo soy jugador de Dungeons & Dragons de toda la vida, entonces cogimos la guía de dragones y estuvimos hablando mucho con El Ranchito [estudio de efectos visuales] de si queríamos un guiverno, el que tiene las patas en las alas. Pero salimos de ahí, porque no nos daba la elegancia y queríamos separarnos de Juego de tronos.
Entonces, decidimos que fuese un dragón de fantasía clásica, que tiene cuernos para darle una especie de corona, un halo de protección. Ha venido a proteger, pero a lo mejor esa protección no es la que necesita un niño con bullying, que tiene que pedir ayuda e ir al psicólogo. Hemos querido hacer como en La historia interminable, pero al revés: tiene mucho fantástico y poco bullying, y nosotros tenemos más bullying y poco fantástico. El Ranchito ha hecho un trabajazo espectacular con el dragón. Hasta las escamas están dibujadas a mano. No hay nada copiado. Queríamos que la simetría en su cara fuera diferente, porque los seres humanos y los animales no lo son. Tiene alguna cicatriz de alguna batalla, y lo hemos diseñado como si fuera un personaje más con el que pudieras trabajar, como si fuera otro actor.
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A escasas horas de mostrar al público los dos primeros capítulos de la serie Invisible en el Festival de Sitges, su creador Paco Caballero, y el escritor del libro homónimo de la editorial Nube de Tinta, Eloy Moreno, atendieron a El Confidencial, todavía recordando las risas por la reacción de ambos al volver a encontrarse con algunas de las secuencias que ya conocían: "Nos hemos mirado y estábamos los dos llorando hasta el final del capítulo".
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