La serie más triste de Netflix que celebra su décimo aniversario: una acertada reflexión sobre la salud mental

• Este es el momento más doloroso de The Bear, la serie de Disney+, según X
• La reconfortante serie de comedia de Apple TV+ para superar la depresión posvacacional

Hay una serie con la que pasarás del llanto a la risa tras cada capítulo. No importa las veces que la hayas visto. Siempre querrás volver a ella. BoJack Horseman, la brillante animación de Netflix, acaba de celebrar su décimo aniversario. Ha pasado una década desde que su protagonista, un caballo antropomorfo con voz de Will Arnett, irrumpiera en nuestras pantallas para ofrecernos una de las exploraciones más profundas y desgarradoras de la salud mental en la televisión contemporánea.

La serie, que a lo largo de sus seis temporadas logró convertirse en un fenómeno cultural, ha sido elogiada no solo por su audaz narrativa, sino también por la forma en que retrata las luchas internas de sus personajes. BoJack Horseman aborda temas como la depresión, las adicciones y la soledad, así como los traumas que van cargados durante años en una pesada mochila.

TE PUEDE INTERESAR

Un crimen olvidado del que todos son sospechosos: la serie de seis capítulos que arrasa ahora en Netflix

Álvaro Roldán

Desde su estreno en 2014, BoJack Horseman ha trascendido los límites del género animado, combinando el humor ácido con una mirada cruda y sin concesiones sobre la vida de una estrella de la televisión en decadencia. El protagonista, BoJack, es un actor de una popular serie de los años 90 que, años después, se encuentra atrapado en una espiral de autodestrucción.

Un caballo triste y deprimido

A lo largo de la serie, le acompañan personajes como la aguda escritora Diane Nguyen, con la voz de Alison Brie, el optimista y algo ingenuo Todd Chavez, interpretado por Aaron Paul, y su agente felina, Princess Carolyn, doblada por Amy Sedaris. Juntos, conforman un elenco que, aunque ficticio, refleja con precisión las complejidades de las relaciones humanas y las presiones de la fama.

Uno de los aspectos más destacados de la serie es su capacidad para presentar temas trascendentales con un humor mordaz e irreverente. Los espectadores se encontraron con episodios que exploraban el vacío emocional de BoJack mientras lidiaba con su relación con su madre, la búsqueda de redención, y los constantes intentos fallidos por encontrar la felicidad. Episodios como Pez fuera del agua, donde BoJack se enfrenta a la soledad en un mundo submarino, o Churro gratis, un monólogo de casi 30 minutos que toca las fibras más sensibles del personaje, se han convertido en puntos de referencia para la televisión moderna.

El impacto de BoJack Horseman en el panorama televisivo no puede subestimarse. En una era donde las series animadas suelen ser relegadas al entretenimiento ligero, BoJack rompió esquemas al explorar problemas adultos de una manera que pocas series, animadas o no, se atreven a mostrar. La serie no solo resonó entre los espectadores, sino que también influyó en cómo se abordan la salud mental y los problemas emocionales en la ficción televisiva.

El legado de BoJack se mantiene vivo a una década de su estreno, y su creador, Raphael Bob-Waksberg, sigue comprometido con la creación de contenido que desafíe las expectativas. Bob-Waksberg ya está trabajando en una nueva serie animada para Netflix, que promete continuar con su estilo característico de combinar la comedia con el comentario social incisivo. Su título es Long Story Short, y seguirá la vida de una familia a lo largo de los años. Su estreno está previsto para 2025.

Así, mientras celebramos el décimo aniversario de BoJack Horseman, queda claro que la serie no solo se ha ganado su lugar en la historia de la televisión, sino que sigue siendo un referente para quienes buscan historias que exploren la condición humana con una honestidad brutal y un humor tan negro como necesario.