"Vivía de noche y dormía de día": 'Bosé' se adentra en la etapa más turbia del cantante

Miguel Bosé (Ciudad de Panamá, 1956) ya avisó durante la promoción de Bosé, la serie que repasa su vida disponible en SkyShowtime, que la ficción no edulcoraría los episodios más oscuros de su vida. Aunque esa afirmación sea una verdad muy cuestionable —el guion omite polémicas como sus constantes enfrentamientos con la prensa, la batalla judicial con Nacho Palau, sus problemas con Hacienda o la controversia generada por sus posturas negacionistas—, el cantante sí ha autorizado a retratar su complicada relación con las drogas durante sus años más kamikazes, la década de los ochenta.

El cuarto episodio de la ficción, titulado Salamandra en honor a uno de sus grandes éxitos, sitúa la trama en el año 1983. Miguel (José Pastor) lanza su prometedor sexto trabajo discográfico, Made in Spain, con el que pretende dar un giro a su carrera y alejarse de las baladas románticas de estilo italiano. Con una portada diseñada por el mismísimo Andy Warhol y temas compuestos por primeras espadas de la movida madrileña, como Nacho Cano o Carlos Berlanga —que aparece en pantalla interpretado por Diego Garisa—, Bosé intenta subirse a la ola de pop-rock que domina la industria musical en ese momento. No lo consigue: el disco es uno de sus mayores fracasos comerciales y sume a Miguel en una profunda crisis creativa y personal.

Hastiado por las críticas y la presión de su sello discográfico, que exige a Miguel nuevos éxitos, el cantante viaja a Milán para dar forma a los temas que incluiría su séptimo disco, Bandido, con el que se juega su supervivencia en el mundo de la música. Durante el proceso de grabación, Miguel decide cantar con una voz más grave y madura y pide a sus compositores melodías electrónicas que recuerden al sonido de bandas como Depeche Mode con el objetivo de modernizar su estilo y adaptarse a los nuevos tiempos.

Tomás Molina (Daniel Chamorro), máximo responsable de la discográfica CBS, califica el disco de "aberración" y advierte al representante del cantante que no costeará la promoción. "Dígale al señor Bosé que está solo", llega a decir el productor. Pero Bosé viaja por su cuenta a América Latina para promocionar el disco y arrasa más que nunca. Bandido se considera el disco más importante y exitoso de su carrera gracias al hit Amante Bandido, que le consagró definitivamente en el mercado internacional.

La bajada a los infiernos de Miguel

El repentino repunte en la carrera del cantante no evita su descenso a los infiernos a nivel personal. El cuarto episodio nos presenta la problemática amistad entre Miguel Bosé y un desconocido boxeador llamado Richi —que podría tratarse de un nombre falso para referirse a Poli Díaz, el Potro de Vallecas, con el que Bosé mantuvo estrecha amistad en aquella época—. Vemos al artista dejarse arrastrar por su gran amigo y adentrarse en una espiral autodestructiva de drogas, fiestas, peleas de bar y sexo.

"Me había ido de Somosaguas tras la enésima pelea con mi madre. Vivía de noche y dormía de día. La Tata era mi único contacto con la realidad", explica la voz en off de Iván Sánchez, encargado de interpretar a la versión madura de Bosé, que en este episodio no hace acto de presencia. Las imágenes nos muestran un piso destartalado, sucio y con muebles antiguos. En la nevera, comida de gato y cucarachas. Mientras tanto, las arcas de la familia se van agotando y Miguel no sabe ni en qué día vive. Pero, poco a poco, tras varias conversaciones con su padre, el torero Luis Miguel Dominguín (Nacho Fresneda), Miguel comprende que tiene que retomar los mandos de su vida y volver a generar ingresos con nuevos conciertos.

Es entonces cuando se vuelve a poner en contacto con Rosa Lagarrigue (Ana Jara), su antigua mánager, y regresa a vivir a su casa familiar en Somosaguas. La ficción pasa de puntillas por una de las épocas más turbias del artista, mostrando retazos de su decadencia, pero sin recrearse en detalles escabrosos ni implicar a otras de sus amistades peligrosas, más allá del mencionado boxeador. ¿Habría ido más lejos la serie si el propio Bosé no hubiera estado implicado en el proyecto?

"No se puede vivir para siempre en el reino de la salamandra. Una mañana desperté y decidí que hacer turismo por el lado salvaje de la vida se había terminado para mí. Después de muchas noches, volvió a salir el sol", explica Bosé al final del capítulo.