De la cadena perpetua de Ilgaz a la desesperación de Ceylin: todo lo que ha pasado en 'Secretos de familia'

El último capítulo de la serie Secretos de familia, que Antena 3 ha emitido este domingo, ha traído consigo nuevas acusaciones entre familias, así como el planteamiento de un negro futuro para Ilgaz por haber merodeado en la escena del crimen de Engin.

El ambiente está caldeado en la fiscalía de Estambul, donde Yekta pasa las horas intentando que Ilgaz, ahora reconvertido en abogado, sea declarado culpable de la muerte de su hijo. Sospechosamente, unas nuevas pruebas de ADN indican que el pelo encontrado en el guante en la escena del crimen coincide con el del protagonista.

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Sin duda, una fuerza de intereses ocultos se halla detrás de las pruebas, que sabemos que han sido manipuladas por el forense Niyazi. ¿Estarán directamente compinchados el químico y el padre de Engin? Para echar balones fuera, Niyazi trata de colaborar en la investigación de Eren. El policía sabe que Ilgaz y Ceylin son inocentes, y que alguien del laboratorio ha tratado de implicarles en el caso, por lo que solicita a Niyazi un listado de forenses que podrían ser sospechosos.

Eren tampoco se salva de la controversia. Si un perro policial olisquease su casa encontraría la droga que su hija Tugce ha escondido a sus espaldas como contrabando. Al igual que los jóvenes Parla y Çinar, la chica está metida en un embrollo que podría tambalear la estabilidad de los adultos a su cargo.

Repasamos todo lo que ha sucedido en el capítulo 19 de Secretos de familia, emitido esta semana.

Niyazi desea incriminar a Göksu

En episodios anteriores conocimos la información de que la tercera persona en el homicidio de Engin, "de pelo largo" según los recuerdos de Ceylin, era ni más ni menos que el forense Niyazi, quien actuaba probablemente como sicario por motivos económicos.

Eren sabe que Ilgaz no pudo cometer el crimen, y busca responsables en el laboratorio

Para distraer la atención de la investigación, Niyazi planta rastros de ADN de Ilgaz en el guante que se encontró en el bosque, cuando ocurrió el suceso. Pese a las evidencias, Eren sabe que Ilgaz no pudo cometer tal crimen, y busca responsables de manipulación en el laboratorio. Niyazi apunta hacia su compañera Göksu, con la que siempre ha mantenido cierta rivalidad laboral, como potencial sospechosa de la distorsión de pruebas.

Ceylin acaba explotando ante las acusaciones de Yekta

Yekta era el primer interesado en que se culpabilizase a Ilgaz y Ceylin como culpables del crimen. Probablemente, toda la emboscada fue tramada por el patriarca de la familia Tilmen, por lo que jamás permitiría que la investigación se descarrilase de sus intereses.

Eren solicita que se repita la prueba del ADN del guante, que vuelve a apuntar a Ilgaz. Llena de ira, Ceylin se cuela en el despacho de Yekta para acusarlo de falsificación, y la muchacha acaba arrestada en el calabozo.

Tras esto, Yekta presiona al fiscal Pars para que elabore la nota de acusación en contra de su amigo. Pars trata de retrasarlo todo lo que puede, alegando que la investigación sigue en marcha: le toca declarar de nuevo a la mujer de Yekta, Laçin, quien se niega a confesar dónde estuvo el día de autos.

Laçin trata de esconder la aventura que mantiene con el chófer Murat, pero Yekta siempre va un paso por delante. Conocedor de la infidelidad de su esposa, en el episodio anterior descubrió la propiedad que su mujer mantiene como encuentro con el conductor de la familia. El dueño de Tilmen Law engaña al chófer para que crea que Laçin va a ser inculpada, y el mismo Murat se ofrece como cabeza de turco para salvarla de la cárcel.

Ilgaz, acusado con cadena perpetua

Mientras tanto, la relación laboral y sentimental entre Ilgaz y Ceylin va viento en popa, pues Ceylin agradece haberse asociado con él. En su primer caso, Ilgaz continúa siendo el abogado del carpintero que se lesionó a propósito para pagar un abogado que defendiese la custodia de su hija adoptada.

Ilgaz y Ceylin se enteran de que los padres biológicos usan a la niña como recurso de una guerra interna donde reina la infidelidad y el caos. También descubren que la niña sufre de una enfermedad muscular degenerativa, algo que sus padres biológicos desconocían. Cuando se enteran, deciden retirar la demanda a los padres adoptivos, y la pequeña Melike puede seguir viviendo feliz con los tutores que siempre la han cuidado.

Sin embargo, al salir de tribunal una nueva noticia amenaza la relación y la vida de Ceylin e Ilgaz. Cedido por la presión mediática y el ultimátum de su jefe, Pars ha redactado una acusación de cadena perpetua contra Ilgaz, y Yekta no puede alegrarse más de la noticia

Osman y Aylin interrumpen su crisis por Parla

Por su lado, el cuñado de Ceylin se siente abrumado ante las noticias de embarazo de Zümrüt. A sabiendas de que es hijo suyo, Osman le pide que aborte, pero la chica no tendría como justificárselo a su marido, quien se encuentra realmente ilusionado ante la noticia.

La situación en casa entre Aylin y Osman es tensa, pero deben aparcar sus diferencias por un momento para realizarle una intervención a su hija Parla. El colegio les ha indicado que hace días que se ausenta en clase, y los padres tratan de averiguar las razones. A Parla le da un ataque de ansiedad y tratan de calmarla. No es la única que está pasando por un momento complicado: la policía la ha seguido en su incursión como traficante de droga, aunque Çinar ha velado por su seguridad. Ahora la droga se encuentra en posesión de Tugce, que ha escondido la mercancía en casa de Eren.

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Habrá que esperar al episodio del próximo domingo para descubrir si hay alguna posible vía de escape para Ilgaz. Sin dudas, todo recae en las acciones de Eren, el personaje más cercano a descubrir la verdad acerca del manipulador de pruebas incriminatorias.