Crítica 'Las de la última fila': alimento para el alma en la brillante nueva serie de Netflix

Mañana, viernes 23 de septiembre, Netflix lanza para todo el planeta su nueva ficción española. Se trata de 'Las de la última fila', primera serie escrita y dirigida por Daniel Sánchez Arévalo y protagonizada por Itsaso Arana, Mónica Miranda, María Rodríguez Soto, Mariona Terés y Godeliv Van den Brandt. Con un total de seis episodios de unos 45 minutos de duración, ha sido rodada entre Cádiz y Madrid.

"Sara, Alma, Carol, Leo y Olga son amigas íntimas desde que iban juntas al colegio. Todos los años, sin excepción, organizan una escapada de una semana juntas. Este año es diferente, a una de ellas le han diagnosticado un cáncer y esto hará que este viaje sea decisivo para sus vidas", es la premisa sobre la que se sustenta la nueva narración de la plataforma de vídeo bajo demanda. A continuación tienes, sin 'spoilers', nuestra crítica.

El regalo de la ignorancia

La serie comienza de forma muy dramática con el rapado de cabeza de cinco mujeres. Al poco, descubres que tan solo una de ellas tiene cáncer, pero también caes en la cuenta de que no sabrás de quién se trata hasta el final. Desde ese momento, las amigas se comprometen a cumplir un deseo oculto de cada una de ellas para vivir al límite las vacaciones organizadas antes de que la afectada comience el primer ciclo de quimioterapia. Desde ese instante, ya estás dentro.

Es inevitable no quedarse en la historia tras los primeros minutos porque tenemos el regalo de la ignorancia. No solo no te compadeces de la que realmente tiene problemas de salud al no saber quién es, es que al no conocer el dato clave te introduces de forma natural en el apasionante mundo de cada una de ellas, con sus luces y sus sombras, resultando ser todo un acierto para su disfrute. Es cierto que no logras bajar la guardia ante la enfermedad, una tan destructiva y común que sabes que te puede tocar a ti o a tu entorno (si no te has topado con ella ya), pero la esperanza, la unión, la fuerza... están siempre por encima de la tragedia real.

Las chicas y la química de las actrices

Sara, Alma, Carol, Leo, Olga... qué decir de ellas. Tan diferentes, pero tan iguales. Tan intensas, pero tan reservadas. Tan sinceras, pero con tantos fantasmas... Resulta imposible tener una favorita o identificarse tan solo con una, porque en todas hay verdad. Tienen unas personalidades tan arrolladoras, Sánchez Arévalo consigue que podamos profundizar tanto en ellas y las actrices las han construido de forma tan auténtica, que resulta todo un privilegio acompañarlas en este viaje tan personal y de vital cambio en esta etapa 'adulta' de su vida.

TE PUEDE INTERESAR

6 curiosidades de 'Las de la última fila', la nueva serie española de Netflix

Berto Molina

Por otro lado, está la química que desprenden Itsaso Arana, Mónica Miranda, María Rodríguez Soto, Mariona Terés y Godeliv Van den Brandt, que no solo traspasa la pantalla: hace que te sientas uno más. Que lo vivas como tu propia historia. Que estés ahí. Se nota que se han dejado el alma y el corazón en este proyecto y que han sentido los diversos acontecimientos como suyos. Estamos ante unas intérpretes de nivel.

Magistral evolución de los personajes

Son muchas las series que nos han demostrado que en tan solo seis episodios no es tan fácil jugar bien las cartas de los personajes y conseguir una evolución creíble en ellos. 'Las de la última fila' da un golpe sobre la mesa. Deja constancia de que si hay una buena historia, unos personajes bien definidos y una meta marcada a seguir, se puede lograr de forma magistral un crecimiento así. Es impresionante ver cómo con un punto de partida tan potente como el del cáncer, siendo que realmente solo una de ellas lo tiene, las cinco protagonistas tiran de valentía y cambian sus vidas. Todo un ejemplo a seguir.

Llantos y risas

Cuando te decantas por una serie concreta ante tanta oferta y estrenos semanales, esperas no solo algo original que te haga salir de tu rutina y te lleve a otros universos, también que te haga sentir. Aquí resulta inevitable llorar, pero también reír. Se agradece el llanto. Se agradece reír sin poder parar. Se agradecen los extremos. Ya es otoño, la luz, la ilusión y la energía del verano dejan paso a una época del año de transición y de vuelta a la rutina, resultando el momento idóneo para gozar de una ficción así. Los sentimientos están a flor de piel en cada uno de sus episodios, con esa necesidad de ver el siguiente nada más acabar el anterior.

"Esto también pasará"

No entenderás la frase "esto también pasará" hasta el final, pero tiene un poder fuera de lo común que es probable que te acompañe bastante tiempo porque, en definitiva, estamos ante una serie de esas que te invaden por dentro. Que te trastocan e incluso puede que te cambien. Quizá no es el objetivo de su creador, pero 'Las de la última fila' resultar ser una lección, una llamada urgente a la vida. Un recordatorio para ser quien realmente eres y un tirón de orejas para que busques a toda costa la felicidad. Un alimento para el alma que disfrutarás, sufrirás y no querrás que acabe.