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Por qué tus hijos sí deberían ver 'Juan Pilila', la polémica serie infantil danesa
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Por qué tus hijos sí deberían ver 'Juan Pilila', la polémica serie infantil danesa

Filmin estrena en España la controvertida historia de un hombre con un pene gigantesco y con voluntad propia, dirigida a niños de cuatro a ocho años y realizada en 'stop motion'

Foto: Juan Pilila, en su característico bañador a rayas. (Filmin)
Juan Pilila, en su característico bañador a rayas. (Filmin)

Cosas tan mundanas como pasear al perro, cortar el césped o avivar el fuego de una barbacoa las hace con su pene. El protagonista de 'Juan Pilila', la polémica serie infantil de la televisión danesa, utiliza su miembro viril para prácticamente todo. La ficción animada, estrenada con una gran controversia en el país escandinavo, ya está disponible en nuestro país a través de Filmin.

'John Dillermand' (título original) aterrizó a principios de año en la parrilla infantil de DR, la cadena pública de Dinamarca. Lo rocambolesco de su premisa —las desventuras de un hombre adulto con un pene larguísimo que usa para hacer el bien en su pueblo— no impidió que la ficción se dirigiera explícitamente a espectadores de entre cuatro y ocho años. Tampoco que reuniera a más de 250.000 de ellos frente al televisor en sus primeros cinco días de emisión.

Psicólogos infantiles supervisaron la escritura de la serie animada

Los 20 episodios de apenas cinco minutos que componen la primera temporada de 'Juan Pilila', recién estrenados en la plataforma española, fueron supervisados por psicólogos infantiles que asesoraron la escritura de la serie, convencidos de su bondad. Como podrá imaginarse, no todo el mundo en Dinamarca lo vio así: varias figuras públicas se pronunciaron en su contra, cuestionando el valor que una historia como esta pueda tener para los niños. Lo cierto es que no viene mal visionar al menos un capítulo de 'Juan Pilila' para hacerse una idea de lo que se debate.

placeholder Juan Pilila utiliza el pene para realizar todo tipo de tareas domésticas. (Filmin)
Juan Pilila utiliza el pene para realizar todo tipo de tareas domésticas. (Filmin)

El personaje en cuestión es insólito, desde la concepción hasta su diseño. Juan es corpulento y tiene un frondoso bigote, pero se comporta como un niño y anda por el pueblo vestido con un bañador a rayas rojas y blancas de principios del siglo pasado. De este sobresale su comentada pilila, siempre cubierta por el tejido del bañador, con vida propia y que puede encogerse y alargarse varios metros. Más o menos, por cada vez que Juan la utiliza para hacer algún bien a la comunidad, hay otra ocasión en la que el gigantesco miembro se desboca y se recrea en sus propias travesuras.

Esta idea de un hombre adulto con un falo indomable como protagonista de una ficción infantil levantó ampollas en Dinamarca, y no solo entre los sectores más conservadores. La cadena DR tiene reputación de tender a forzar los límites de lo aceptable en los contenidos para niños, algo que ejemplifica perfectamente 'Onkel Reje', un popular personaje del canal que dice tacos y fuma en pipa, sin embargo, en 'Juan Pilila' ha topado con una línea roja.

"Parece inofensiva, pero no lo es"

"Perpetúa la idea estándar de una sociedad patriarcal y normaliza la 'cultura de vestuario' que se ha utilizado como excusa para montones de malos comportamientos masculinos", declaró sobre la serie el investigador en materia de género Christian Groes a 'The Guardian'. "Está hecha para divertir, por lo que es vista como inofensiva, pero no lo es", añadió. También expresó su disconformidad con 'Juan Pilila' la escritora danesa Anne Lise Marstrand-Jørgensen, que cuestionó la pertinencia de una imagen como la de un hombre incapaz de controlar su pene en el momento actual.

La versión de los creadores de 'Juan Pilila' es muy distinta. Made By Us, el estudio responsable de la serie, la asocia en su página web con la importancia de aprender a lidiar con la diferencia, la soledad y la vergüenza. Además, la cadena alegó, en respuesta a las críticas, que de igual manera podrían haber facturado una serie protagonizada por una mujer incapaz de controlar su vagina. El hecho es que no lo hicieron.

placeholder La figura de Juan Pilila, motivo de una encendida polémica en Dinamarca. (Filmin)
La figura de Juan Pilila, motivo de una encendida polémica en Dinamarca. (Filmin)

La exposición del público infantil a contenidos que escapan de lo normativo siempre ha sido motivo de preocupación, pero, sin duda, los más pequeños también pueden extraer buenas experiencias de 'Juan Pilila'. Como todo buen personaje de dibujos animados, el protagonista es irrompible: recibe golpes impensables y provoca escabrosos accidentes sin ningún efecto real que pudiera perturbar más de la cuenta.

Máxime porque Juan Pilila es de algo parecido a la plastilina, lo que le da también una sugerente identidad visual, entre amable e incómoda, a la que contribuye la animación 'stop motion' empleada en la serie. Esta técnica, que consiste en desplazar poco a poco figuras u objetos entre la toma de distintos fotogramas para generar la ilusión de movimiento al unir todas las imágenes, ha jugado ya un papel crucial en el éxito de otras comedias animadas europeas como 'Wallace y Gromit' o 'La oveja Shaun'.

Interesante porque molesta

'Juan Pilila' tiene una vertiente inocua, la relacionada con los mensajes o posos más blancos de la serie —porque también los hay—. Esta primera temporada colecciona una retahíla de lecciones muy básicas sobre la competitividad, la responsabilidad, la relación con los animales, la solidaridad… Se trata de simplificaciones en torno al arquetipo del héroe cotidiano que las niñas y los niños pueden encontrar en cualquier otra serie infantil. La danesa no dispara ninguna alarma en ese sentido.

Lo relevante es que el estreno de Filmin es más interesante —también para los pequeños— allí donde más molesta. 'Juan Pilila', pese a las inevitables suspicacias, abre la veda para el humor sobre partes de nuestro cuerpo que, a edades tempranas, suscitan curiosidad, incomodan o hacen sentir vergüenza. Con la serie, nunca queda del todo claro cuándo se está leyendo entre líneas y cuándo se está proyectando una visión adulta del sexo y los cuerpos en una ficción dirigida a niños. La duda, en sí, ya es valiosa.

Cosas tan mundanas como pasear al perro, cortar el césped o avivar el fuego de una barbacoa las hace con su pene. El protagonista de 'Juan Pilila', la polémica serie infantil de la televisión danesa, utiliza su miembro viril para prácticamente todo. La ficción animada, estrenada con una gran controversia en el país escandinavo, ya está disponible en nuestro país a través de Filmin.

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