El camino hacia el éxito de 'La Breve Historia', creadores de 'El tiempo que te doy' (Netflix)

Han pasado casi quince años desde que Inés Pintor (A Coruña, 1989) y Pablo Santidrián (Madrid, 1989) cruzaran sus caminos. Ocurrió en los pasillos de la Facultad de Humanidades, Comunicación y Documentación de la Universidad Carlos III de Madrid, donde ambos estudiaron Comunicación Audiovisual con la ilusión de formar parte de una industria tan sacrificada como es la del cine y la televisión. Por aquel entonces, desconocían que acababan de conocer a su dupla creativa y que la vida les depararía gratas sorpresas. Pero el trayecto, como de costumbre, no ha sido fácil.

A sus 32 años, Pablo e Inés ya pueden presumir de un gran logro. Ambos son los directores, productores ejecutivos, creadores y guionistas —junto a su inseparable Nadia de Santiago— de 'El tiempo que te doy', la innovadora serie de Netflix que pretende reformular nuestra manera de consumir ficción, con episodios de once minutos de duración.

Como casi todos los comienzos, el de La Breve Historia, el proyecto audiovisual que dirigen, también empezó como un juego entre amigos. Pero el suyo ha contado con un interesante giro de guion: ha terminado en las oficinas de Netflix, la plataforma de contenidos más grande del mundo.

El comienzo de una alianza indestructible

En una conversación con El Confi TV, Inés y Pablo rememoran el punto exacto en el que comenzó esta aventura, cuando ni siquiera era un proyecto con nombre e identidad. "Decidimos hacer juntos el proyecto de fin de carrera. Queríamos ir más allá y planteamos una serie de seis cortometrajes muy cortitos, con los pocos medios que teníamos", nos explica Inés. Para financiar los cortos organizaron una campaña de 'crowdfunding' en Verkami, una plataforma que recauda fondos para proyectos culturales. Consiguieron 1.000 euros.

El resultado fue un éxito y se animaron, ya fuera de la universidad, a rodar un último cortometraje llamado 'Epílogo', que pondría el punto y final a su travesía juntos. O, al menos, eso creían en aquel momento. Comenzó entonces su lucha, cada uno por su cuenta, por conseguir abrirse un hueco en el mercado audiovisual.

Lo cierto es que no les fue nada mal. Inés consiguió trabajo en el departamento de producción de 'El ministerio del tiempo' (RTVE) y participó en películas como 'Musarañas' (Juanfer Andrés y Esteban Roel, 2014) o 'Blancanieves' (Pablo Berger, 2012). Mientras tanto, Pablo enfocó su carrera en el mundo de la publicidad, dirigiendo campañas para marcas como Ikea, Sony Pictures o Fnac. Pero ambos anhelaban esa emoción que les producía contar sus propias historias, necesitaban expresar su forma de entender las relaciones humanas. Y entonces volvieron a escribir, de la mano, como hicieron durante su época universitaria.

Pronto comprobaron que muchas de las personas que estaban conociendo en los rodajes tenían mucho interés en colaborar con ellos en sus nuevos proyectos. Y así nació oficialmente 'La Breve Historia', una productora mediante la que Inés y Pablo han podido manifestar sus ideas libremente a través de distintos cortometrajes e incluso un videoclip.

Pero abrirse paso en esta industria cuesta sudor y lágrimas si no cuentas con los medios económicos para desarrollar tu talento. La falta de financiación fue un escollo difícil de solventar en los primeros compases de 'La Breve Historia'. "Al principio hacíamos cortometrajes solo con imagen y voz en off, sin sonido en directo, ya que no teníamos medios para otra cosa. Rodábamos con cámaras de bajo coste que manejábamos nosotros mismos. Pero en cada corto nos proponíamos un reto diferente: añadir sonido, incorporar a un director de fotografía. Era un aprendizaje continuo", dice Inés.

Tras tocar a muchas puertas, en 2016 llega el punto de inflexión en su carrera con 'Postales', el primer cortometraje con financiación externa y un equipo profesional. La pieza, protagonizada por Nadia de Santiago y Fernando Guallar, dejó muy buen sabor de boca en el circuito de festivales. Acababan de germinar la semillita de un árbol que no ha dejado de expandir sus raíces.

Nadia de Santiago, clave en su carrera

Pablo fue el primero en conocer a Nadia de Santiago. Fue en el año 2011, cuando él trabajaba como becario de producción en 'Amar en tiempos revueltos', serie en la que la actriz madrileña participó durante más de 500 episodios dando vida a la entrañable Asun, durante su etapa en La 1 de TVE. Inés coincidió con ella poco después durante el rodaje de 'Musarañas', un aplaudido film de terror producido por Álex de la Iglesia.

Poco a poco, fue tejiéndose entre los tres una bonita amistad en lo personal que se trasladó en un interés mutuo en trabajar juntos en algún proyecto. Su primera colaboración se materializó en 'La guerra fría', el noveno cortometraje de Inés y Pablo. Cuando consiguieron la financiación para rodar 'Postales', el proyecto que cambió sus vidas, supieron que Nadia tenía que protagonizarlo.

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La relación profesional de Inés y Pablo con Nadia ha ido evolucionando con el paso de los años: de contar con ella como actriz a compartir la dirección de producción en algunos de los cortometrajes. Sin embargo, con 'El tiempo que te doy' han dado un paso más, ya que la actriz de 'Las chicas del cable' ejerce como cocreadora de la historia. "Escribir junto a Nadia era el paso natural después de tantos años trabajando juntos, nos pedía el cuerpo explorar con ella la parte más creativa. Nos entendemos a la perfección y currar con ella es un regalo. Este es el primer proyecto que hemos escrito entre los tres, pero estoy segura de que habrá muchos más", nos cuenta Inés.

La importancia de no rendirse

Firmar un contrato con Netflix ha sido el colofón a una carrera en la que han tenido que lidiar con la frustración. "No nos planteábamos vivir de 'La Breve Historia', era como un 'hobby' de fin de semana, una especie de vía de escape. Pero en los últimos años hemos vivido ese viaje de irnos dando cuenta de que sí podemos dedicarnos al 100% a este proyecto", explica Inés.

Y es que antes de colarse en las pantallas de medio mundo, han tenido que soportar el rechazo de muchos productores y la falta de oportunidades. "Soy consciente de que en este momento estamos hablando desde una situación privilegiada. Tenemos 32 años y acabamos de hacer una serie para Netflix, eso es una gran suerte. Pero creo que es muy difícil llegar ahí y hay que estar mucho tiempo trabajando para ello sin que te reporte un beneficio económico. En nuestro caso, solo hemos podido sacar nuestro proyecto adelante porque lo hemos compaginado con otros trabajos durante muchos años y hemos invertido nuestro tiempo libre y nuestro propio dinero", nos cuenta Inés.

Aunque es frustrante trabajar por amor al arte, el proyecto le reportaba otras cosas que le hacían seguir adelante: "'La Breve Historia' ha sido mi refugio, el único lugar donde he podido contar las historias en las que verdaderamente creía", confiesa.

Pablo se manifiesta en los mismos términos. "Nuestro cuento ha tenido un final feliz, pero durante mucho tiempo tuvimos que renunciar a muchas cosas. Cuando llegaba el verano, por ejemplo, siempre surgía esa duda de si irnos de vacaciones o invertir nuestros ahorros en un nuevo cortometraje. También he pasado noches sin apenas dormir, ya que acababa mi jornada laboral y tenía que gestionar asuntos de 'La Breve Historia' para poder rodar durante el fin de semana. Se hacía duro". El realizador madrileño cree que no hay que desesperarse si las cosas no salen como uno espera. "Hay que tener resistencia y perseverancia ante el rechazo. Por cada ‘sí’ que nos han dado ha habido antes diez ‘noes’. Es necesario encontrar los mecanismos emocionales para no rendirte", defiende.

Para Inés, la clave del éxito es la insistencia. "Si quieres algo tienes que ser constante, aunque a veces puedas parecer un poco pesado. Hay que insistir para que escuchen tus ideas, tocar todas las puertas. No hay nada de malo en pedir trabajo", piensa. Además, considera que la irrupción de las plataformas de 'streaming' ha abierto el abanico de posibilidades y ha provocado que la industria se interese más por lo que tienen que decir las voces más jóvenes.

"No hay nada de malo en pedir trabajo"

Lo que ambos tienen claro es que su futuro profesional seguirá ligado, ya que han formado el tándem perfecto y se sienten muy cómodos construyendo en pareja todas las piezas del proceso creativo. "Cuando uno se hunde y se viene abajo, el otro no. Eso ayuda bastante", dice Inés. "Nos conocemos muy bien, en los rodajes conectamos enseguida. Escribimos y dirigimos a medias totalmente, no nos dividimos ni nos repartimos los roles. A veces a uno le apetece estar con los actores y a otro la parte técnica, pero lo bonito es que nunca lo hablamos, surge de forma natural".

Así se gestó su idilio con Netflix

Pero ¿cómo una productora tan modesta sin experiencia en grandes proyectos ha conseguido colarse en las casas de más de 200 millones de personas repartidas en 190 países? "Es surrealista, todavía no lo hemos asimilado", nos confiesa Pablo.

El origen de su golpe de suerte está en un cortometraje que COSMO encargó a 'La Breve Historia' en 2019, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El objetivo era crear una pieza breve sobre el maltrato psicológico que pusiera el foco en el agresor y no en la víctima. El resultado fue 'A quién dices amar', un cortometraje protagonizado por Ana Polvorosa y Miki Esparbé que se viralizó rápidamente y fue seleccionado en más de una veintena de festivales.

"Desde Netflix vieron 'A quién dices amar' y se pusieron en contacto con nosotros a través de Nadia de Santiago. Querían que fuéramos a su sede a presentar ideas de series cortas, para nosotros fue un 'shock'. Pero nos pusimos a trabajar rápidamente, junto con Nadia, y nos presentamos allí con dos propuestas. Enseguida nos dijeron que sí a una de ellas", relata Pablo. "Todo ocurrió en apenas quince días, no nos dio tiempo a pensar en lo que nos estaba pasando. Estamos tan acostumbrados a que siempre todo sea tan difícil, a que las cosas tengan que pasar mil filtros, que nos descolocó que esto pasase de niveles de forma tan sencilla. Tardé días en procesarlo y no me lo terminaba de creer del todo. Inés me decía '¡Sí, esto nos está pasando a nosotros!'. Creo que estuvimos en el momento exacto en el lugar adecuado", añade.

Pablo, ese niño que en los campamentos de verano siempre se encargaba de organizar las actuaciones, ha cumplido el sueño de su vida. Aunque siente una alegría inmensa, también le da vértigo pensar en la responsabilidad que conlleva. "Es difícil digerirlo. Cuando el viernes ponga la serie seguramente caiga alguna lagrimita", cuenta emocionado.

El desamor, un tema universal

En 'El tiempo que te doy', ya disponible en Netflix, reflexionan sobre el dolor y la pérdida, retratando las diferentes fases que las personas suelen atravesar tras una ruptura sentimental. En cada episodio, Lina, el personaje de Nadia de Santiago, dedica un minuto menos a pensar en Nico (Álvaro Cervantes), el gran amor de su vida con el que acaba de romper. Precisamente, la manera en la que afrontamos el abandono es uno de los temas que más interesan a Inés y Pablo como narradores.

"Hablamos mucho de relaciones personales en nuestros trabajos desde diferentes perspectivas, incluso de la relación con uno mismo. Más que de amor, nos gusta abordar la ausencia del amor, cómo gestionamos ese amor perdido que ya no va a volver", nos explica Pablo. Pero ¿hasta qué punto un gigante como Netflix otorga libertad creativa a los guionistas?

"La verdad es que Netflix nos ha dado libertad total. Todos los consejos que nos han dado han sido por el bien de la serie, pero nunca desde la imposición", aclara Inés. La directora cree que la serie puede conectar con el público extranjero, al hablar de un tema tan universal como es una ruptura. "Es una serie de personajes, una historia muy cercana y realista. Intentamos retratar situaciones o sentimientos sutiles para que cada persona se lo pueda llevar a su terreno, por lo que la gente de otros países también puede sentirse identificada".

Una serie que rompe las reglas

La ficción apuesta por un formato totalmente innovador en España. Cada episodio cuenta con una duración de once minutos, pero no es lo único novedoso. En el primer capítulo asistimos a diez minutos ambientados en el pasado, con la pareja en sus momentos más felices, y uno en el presente, con la relación ya rota. Con el paso de los episodios esa diferencia de minutos se va acortando, acompañando a Lina en su duelo emocional.

Pero ¿cómo encajará el público español este formato? "Es un misterio. El consumo audiovisual cada vez es más rápido porque tenemos muy poco tiempo. A mí personalmente me gustan los formatos cortos, pero es algo tan nuevo que no me atrevo a predecir lo que va a pasar", dice Inés.

Pablo, por su parte, tiene claro que es un formato que va a enriquecer la industria audiovisual, sin llegar a suponer un cambio de paradigma. "No es un formato que vaya a derrocar a lo anterior. Creo que las series de episodios más cortos convivirán con las de media hora y con las de una hora. Es una nueva forma de entender las series, pero no viene a sustituir a nada, al final es el espectador el que elige y es positivo que tenga más opciones", vaticina.

Lo que ocurrirá con su carrera tras su experiencia con Netflix también es un misterio, aunque ambos miran al futuro con optimismo e ilusión. Por el momento, ya tienen escrito su primer largometraje y pretenden luchar por sacarlo adelante. Además, en 2022 se estrenarán los dos episodios que han creado para la cuarta temporada de 'Indetectables', una webserie de Apoyo Positivo, la ONG que lucha por la integración de las personas con VIH.