'A la caza del amor' (Movistar+): el mejor drama de época que hemos visto en años

'A la caza del amor', la miniserie de tres episodios producida por la BBC y que emite en nuestro país Movistar+, derrocha belleza, exquisitez, sentido y sensibilidad. Por algo se ha convertido merecidamente en una de las grandes revelaciones de este verano. Ambientada en el periodo de entreguerras, e inspirada en la novela del mismo nombre de Nancy Mitfordm, cuenta la historia de dos mujeres y amigas, Fanny y Linda, y sobre todo sus grandes ganas de vivir, mientras buscan el amor y el matrimonio ideal.

Linda (Lily James) es rebelde, impulsiva y desenfrenada. Todo lo contrario que su prima y amiga incondicional desde pequeña, Fanny (Emily Beecham), mucho más cauta, convencional, reflexiva y realista. La primera ansía una relación explosiva; la segunda, una más tranquila. A lo largo de la serie, sus vidas correrán caminos bien distintos, aunque nunca perderán el sentido de la amistad. Esta desenfadada ficción sobre dos jóvenes mujeres dispuestas a ponerse el mundo por montera, desafiando los convencionalismos más aburridos y miradas sexistas de aquella sociedad de los años 20, combina magistralmente comedia y drama.

La búsqueda de esa vida romántica, intensa, y repleta de vertiginosas emociones, alejada de la estricta educación recibida en el seno de su familia, hace que Linda dé tumbos de hombre en hombre tras abandonar bien joven el domicilio familiar. Su matrimonio con un acaudalado aristócrata con el que tiene una hija dura bien poco. Luego entra en su alcoba un descarado comunista y acaba locamente enamorada y desquiciada por un playboy francés.

Su prima Fanny, mientras tanto, opta por un matrimonio tan plano y alienante como falto de trepidantes emociones. Sin embargo, la historia de amor más importante de toda la serie es la que construyen ambas mujeres, con sus temperamentos opuestos e inquebrantable devoción la una por la otra.

La actriz Emily Mortimer acierta de pleno con su primer trabajo detrás de las cámaras

A pesar de que la producción se llevó a cabo en su totalidad durante la pandemia, la serie no escatima en bellas localizaciones, mostrando una gran variedad de escenarios e imponentes casas señoriales. Además de su fotografía y su música, es especialmente destacable la ambientación y el vestuario, a cargo de Sinéad Kidao, que muestra esa mezcla de estilos tan rompedora y característica en la mujer en los años 20.

Se nota la elegancia y la manera tan peculiar y delicada que tiene la actriz británica Emily Mortimer de contar las cosas en este que es su primer trabajo detrás de las cámaras. La adaptación libre que hace de la obra más conocida de Nancy Mitfordm, emociona y cautiva gracias a romances canallas, furtivos y prohibidos, cómplices secretos, peleas, enfados, risas, llantos, y selectas dosis de humor e ingenio. Sin duda, estamos ante el mejor drama de época en muchos años.