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'Gambito de dama' (Netflix), analizada por un Gran Maestro Internacional de ajedrez: "Parecen profesionales"
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'Gambito de dama' (Netflix), analizada por un Gran Maestro Internacional de ajedrez: "Parecen profesionales"

Analizamos con Miguel Illescas, Gran Maestro Internacional y ocho veces campeón de España de ajedrez, cómo de rigurosa es 'Gambito de dama', la serie de moda de Netflix

Foto: Escena de 'Gambito de Dama'. (Netflix)
Escena de 'Gambito de Dama'. (Netflix)

Sí, me he enganchado a una serie que va sobre ajedrez. Es probable que no sea la primera vez que lees o escuchas esto, y es que 'Gambito de dama' se ha convertido en toda una revolución en Netflix. Y no es para menos. Con su ritmo, con una producción brillante y con una protagonista que deslumbra gracias a la presencia e interpretación de Anya Taylor Joy, esta miniserie de siete episodios consigue que no podamos quitar ojo de la pantalla y descubramos el fascinante mundo de los torneos profesionales de ajedrez.

'Gambito de dama' cuenta la historia de Beth Harmon, una huérfana que con apenas ocho años empieza a jugar al ajedrez en el sótano de su orfanato con el conserje y termina convirtiéndose en una joven prodigio de este deporte. Mientras intenta lograr convertirse en la mejor jugadora del mundo, tiene que luchar contra sus adicciones y contra la soledad del genio. Pero lo realmente apasionante de la serie es cómo consigue transmitir la emoción del juego haciéndolo accesible a todos los espectadores.

En 'Gambito de dama' se habla de maestros de ajedrez, de partidas históricas, de jugadas memorables, de aperturas (como la que da nombre a la serie)… Pero, ¿hasta qué punto es un producto fiel a la realidad de este deporte? Se lo hemos preguntado a Miguel Illescas, Gran Maestro Internacional, ocho veces campeón de España de ajedrez y director del portal especializado Ajedrez21, que nos ha contado que "quitando tres o cuatro cosas anecdóticas, es un producto muy logrado".

placeholder Anya Taylor Joy interpreta a Beth Harmon en 'Gambito de Dama'. (Netflix)
Anya Taylor Joy interpreta a Beth Harmon en 'Gambito de Dama'. (Netflix)

PREGUNTA. ¿Tú también te has enganchado a 'Gambito de dama'?

RESPUESTA. He visto la serie con mi mujer (Olga Alexandrova, que también es gran maestra de ajedrez y campeona de Ucrania y España) y ha sido muy interesante porque íbamos comentando en qué aspectos nos sentíamos más reflejados y cuáles eran más cinematográficos. Pero en general nos gustó mucho la serie. Creo que han hecho un gran trabajo, se han esforzado en no hacer el ridículo. Evidentemente hay cosas que yo, como ajedrecista, sé que no son verdad. Quitando cuatro anécdotas, es verdad que es un producto muy bien logrado.

P. ¿Anécdotas como por ejemplo?

R. Leí a Judit Polgár, la mejor jugadora de la historia, que decía que jamás nadie le había besado la mano después de una partida como aparece en una escena de la serie. En realidad, la parte técnica ajedrecística está muy bien resuelta desde el punto de vista de que las jugadas que hacen, las partidas que se presentan, son reales e históricas y ahí se ve la mano de los asesores.

"Hay movimientos de manos en la serie que parecen de profesionales"

P. ¿Pero no ha habido nada que te haya chirriado al ver la serie?

R. Tengo la curiosidad por saber si han usado dobles de manos. Hay algunas tomas donde se ven las manos sobre el tablero, moviendo las fichas, y no se ve a los actores. Y yo me atrevo a decir que esas manos no son de los actores, sino que son especialistas. Porque hay veces que esas manos se mueven como las de un profesional. Y es curioso porque al principio de la serie, la protagonista mueve las piezas de forma que yo sabía inmediatamente que era una amateur, pero al final de la serie, yo creo que después de tantas tomas grabando, se notan las horas de vuelo y entonces sí que da bastante el pego y se nota una técnica mucho más pulida. Parecen profesionales.

placeholder Escena de la serie 'Gambito de Dama'. (Netflix)
Escena de la serie 'Gambito de Dama'. (Netflix)

P. ¿Y cómo se detecta con un simple movimiento de manos si alguien es profesional o no?

R. Si tú no sabes jugar al ajedrez y yo te digo "caballo a G5", aunque haya letras, ubicar la casilla te va a costar, y aunque seas un buen actor y lo hayas memorizado, vas a dudar. Un maestro nunca duda, y lleva la pieza con decisión, de manera limpia y segura a la casilla. Eso se nota también en las capturas. Es un movimiento muy elegante en el que yo agarro mi pieza, me como la tuya, intercambio las dos piezas, la mía queda en la casilla y la tuya va a mi mano. Todo se hace como un paso de baile, es muy limpio y rápido. Y con la pieza capturada en la mano le doy al reloj. Para un amateur no es tan fácil. La protagonista en alguna escena coge la pieza capturada primero, algo que nunca hacemos, pero es algo casi imperceptible. Pero al final de la serie, su técnica en este tipo de movimientos es mucho mejor. Eso se nota por ejemplo en cómo al final de la serie arrastra las piezas, las desliza, como hacemos los profesionales.

P. He leído que en lo que sí que se han permitido ciertas licencias es en lo de las pausas entre movimiento y movimiento…

R. Las pausas sí que las han acelerado porque también es verdad que las partidas de ajedrez en los años 60 (época en la que está ambientada la serie) eran muy lentas, podían tirarse 20 minutos pensando, pero es que entonces se acaba el capítulo. Pero en las pausas de la serie sí que hay momentos muy interesantes como cuando ella mira el techo, que no es algo muy habitual, aunque sí hay jugadores como el Gran Maestro ucraniano Vasily Ivanchuck, que en un torneo en Linares se cayó al suelo cuando movía la silla mientras miraba al techo.

"La representación de los jugadores rusos está muy bien lograda en la serie"

P. Hablando de mirar al techo, en la serie Beth Harmon juega partidas mentales mirando al techo de su habitación, incluso hay una escena en la que, ya siendo una estrella del ajedrez, le pregunta a un rival que si él también juega mentalmente. ¿Soléis hacerlo?

R. El personaje es un tanto naif cuando hace esta pregunta porque se da por sentado que jugamos sin mirar el tablero. Los jugadores profesionales podemos estar en cualquier lugar analizando una partida y somos capaces de visualizarlo con total claridad. De hecho, hay exhibiciones a la ciega donde un profesional juega de memoria varias partidas a la vez. Yo he llegado a jugar seis partidas de estas a la vez, pero es que hay gente que lo ha hecho con cincuenta…

placeholder Beth Harmon se imagina una partida de ajedrez en el techo del orfanato. (Netflix)
Beth Harmon se imagina una partida de ajedrez en el techo del orfanato. (Netflix)

P. ¿Y el otro juego? El psicológico o el 'juego sucio'. En 'Gambito de dama' vemos como hay jugadores que aguantan la mirada, otros que hacen como si no fuera con ellos la cosa, o incluso la protagonista, que en una partida se levanta constantemente cuando le toca mover a su oponente…

R. Eso es muy habitual, pero no es tanto juego sucio como querer ver la perspectiva del oponente. Levantarse está permitido y es muy útil. De pronto miras la partida como si fuera tuya y ves cosas que no podrías ver cuando estás enfrascado. Es un tema de gestión emocional. Lo de mirar fijamente al oponente sí se considera poco educado. Es legal, pero no está muy bien visto. A mí me preguntaban siempre, "¿te impresiona mucho la mirada de Kasparov?", pero es que la mirada va acompañada de un juego muy potente y lo que te molesta realmente son las jugadas y no la mirada. Un recurso psicológico muy típico es jugarle muy rápido al rival. El ajedrez es una lucha mental, una batalla psicológica que muchas veces empieza antes de empezar la partida.

P. Hablando de rusos, esos sí que empezaban a ganar la partida antes de sentarse frente al tablero, ¿no?

R. Está muy bien logrado eso en la serie. Hay un episodio donde se ve cómo los rusos trabajaban en equipo cuando una partida se aplazaba. Y eso es verídico. Yo lo he vivido trabajando con Vladímir Krámnik (tres veces campeón del mundo de ajedrez) y me acuerdo de que la batalla con Kasparov empezó ya cuando negociábamos el contrato. Eso es algo que dominaba a la perfección Bobby Fischer (uno de los jugadores más importantes de la historia), que antes de la partida se plantaba y decía que no había juego si los dos oponentes no cobraban un 20% más. Y claro, como era Fischer, accedían y tú estabas en deuda con él, y eso psicológicamente estaba ahí.

placeholder Beth Harmon le aguanta la mirada a un oponente en una escena de 'Gambito de Dama'. (Netflix)
Beth Harmon le aguanta la mirada a un oponente en una escena de 'Gambito de Dama'. (Netflix)

P. ¿Y hay jugadores que también ganan por intimidación? Por ejemplo, ¿los rusos daban tanto miedo en la época de la Unión Soviética?

R. No sé si miedo, pero para los rusos el ajedrez era un asunto muy serio. Era una cuestión de estado. Cuando viajaban iban siempre acompañados de agentes del KGB, iban con un equipo técnico muy amplio y creo que eso la serie lo refleja muy bien. Yo a finales de los 80 llegué a vivir torneos con ese ambiente que se ve en la serie, donde los rusos eran los 'cocos' y los rivales a batir.

P. ¿Y se notaba en esos torneos la rivalidad y la tensión que se ve en 'Gambito de dama'?

R. Fíjate, ahí una licencia que se han tomado es el cómo los jugadores abandonan las partidas. Cuando un jugador pierde nunca es simpático como aparece en alguna escena de los torneos. Pero los estereotipos de jugadores, el friki, el más serio… están muy conseguidos.

P. ¿Y las mujeres? Al final, 'Gambito de dama' también cuenta la historia de una joven jugadora que se abre paso en un mundo de hombres… También está ambientada en los años 60. ¿Ha cambiado esto?

R. Yo empecé a jugar a finales de los 70 y había poquísimas mujeres. Ahora sigue habiendo pocas, sobre todo en las categorías más profesionales. En el ajedrez infantil sí que hay muchas más chicas jugando, pero a los 13-14 años muchas dejan de jugar. Yo recuerdo varias jugadoras que eran habituales de los circuitos, pero lo que realmente importaba era cómo jugaban y la personalidad.

placeholder Escena de la serie 'Gambito de Dama' en la que Beth Harmon se inicia en el ajedrez. (Netflix)
Escena de la serie 'Gambito de Dama' en la que Beth Harmon se inicia en el ajedrez. (Netflix)

P. ¿Y lo de la edad? ¿Los grandes genios del ajedrez siempre empiezan tan pronto?

R. En el ajedrez se suele convenir que la edad de iniciación son los 6-7 años. La escuela soviética barajaba también esa edad. Y es verdad que, para ser campeón del mundo, cuanto antes empieces mejor, porque a edades menores, el cerebro está mejor preparado para asimilar mejor los conocimientos. Yo empecé con 8 años y ya empecé tarde.

P. Lo de la droga que se ve en la serie (la protagonista es adicta a unas pastillas que le hacen tener alucinaciones con tableros y piezas) es más ficción que realidad, ¿no? Lo digo porque no debe ser bueno ir a jugar con resaca…

R. Es más bien todo lo contrario. La gente del ajedrez suele ser bastante formal en ese sentido y sí que es verdad que está bien reflejado lo que cuesta jugar si el día anterior te has despistado un poco. No hay sustancias que te permitan jugar mejor. Y si la hay dime cuál es (ríe).

Miguel Illescas es, además de Gran Maestro Internacional de ajedrez, editor de 'Peón de Rey', la única revista en español dedicada a este deporte, y director de la Escuela de Ajedrez Miguel Illescas (EDAMI). En este sentido, y como docente que trabaja con más 50 colegios con unos 2000 alumnos, Miguel apunta que 'Gambito de dama' "puede ser muy positiva para que el ajedrez femenino despegue y las niñas puedan tener un modelo a seguir en el ajedrez, así que Beth Harmon es muy bienvenida".

Sí, me he enganchado a una serie que va sobre ajedrez. Es probable que no sea la primera vez que lees o escuchas esto, y es que 'Gambito de dama' se ha convertido en toda una revolución en Netflix. Y no es para menos. Con su ritmo, con una producción brillante y con una protagonista que deslumbra gracias a la presencia e interpretación de Anya Taylor Joy, esta miniserie de siete episodios consigue que no podamos quitar ojo de la pantalla y descubramos el fascinante mundo de los torneos profesionales de ajedrez.

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