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El punto de no retorno de 'Patria': el asesino del Txato, culpa y silencio de los cobardes
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Cuarto episodio en HBO

El punto de no retorno de 'Patria': el asesino del Txato, culpa y silencio de los cobardes

La carga y la culpa tras el asesinato del Txato por parte de ETA marca el rumbo de los personajes tras el cuarto episodio de la serie de HBO

Foto: Txato (José Ramón Soroiz) y Joxe Mari (Jon Olivares) en 'Patria'. (Foto de David Herranz. HBO España)
Txato (José Ramón Soroiz) y Joxe Mari (Jon Olivares) en 'Patria'. (Foto de David Herranz. HBO España)

Es curioso ver cómo ‘Patria’ pivota sobre un punto de giro que nada más comenzar el primer capítulo ya se muestra en pantalla, y aun así te impacta verlo cuando la trama llega hasta ese punto de no retorno. Y no tanto por el momento en sí, sino por las terribles consecuencias de ese acto. Y aquí estamos, en el ‘no hay vuelta atrás’, en el cuarto capítulo de ‘Patria’: cuando ETA asesina al Txato (José Ramón Soroiz).

Todos sabemos quién es el asesino del Txato (o al menos lo intuimos) desde el inicio, pero no conocíamos sus motivaciones para ejecutar este crimen. Y más que motivos, Joxe Mari (Jon Oivares) alberga dudas. Las vemos en su cara durante todo el capítulo, que detalla cómo los jefes de ETA le destinan al comando de la banda terrorista que opera en su propio pueblo, algo que no le hace mucha gracia al mayor de la Miren (Ane Gabarain).

placeholder Joxe Mari (Jon Olivares) en el cuarto capítulo de 'Patria'. (Foto de David Herranz. HBO España)
Joxe Mari (Jon Olivares) en el cuarto capítulo de 'Patria'. (Foto de David Herranz. HBO España)

Durante todo el camino de vuelta a la frontera, la cara de Joxe Mari delata el miedo del que sabe está llegando a un punto del que no habrá marcha atrás. Y de su mano llegaos a otro de los puntos más interesantes del episodio, cómo los etarras se cuelan en España desde su entrenamiento en Francia, ayudados por un sinfín de colaboradores que hablan poco y se mueven deprisa.

Una vez en el pueblo, se produce el esperado encuentro. Joxe Mari espera al Txato en la puerta de su garaje, pero cuando este le saluda, ignorando los motivos del joven para esatr ahí, el etarra no es capaz de sacar siquiera la pistola. Demasiados recuerdos, demasiados vínculos, pero no habrá una tercera vez. Volvemos a ver cómo el Txato se bebe el café frío directamente de la cafetera, cómo enfila el puente bajo la lluvia, y cómo sus asesinos huyen dejando su cadáver a pocos metros de su casa.

placeholder Txato (José Ramón Soroiz) momentos antes de ser asesinado en 'Patria'. (Foto de David Herranz. HBO España)
Txato (José Ramón Soroiz) momentos antes de ser asesinado en 'Patria'. (Foto de David Herranz. HBO España)

La culpa y el silencio de los cobardes

Además del viaje de Joxe Mari y el Txato hasta el punto de no retorno de ‘Patria’, en el cuarto capítulo de la serie de HBO destaca la evolución del personaje de Joxian (Mikel Laskurain), padre de Joxe Mari, mejor amigo del Txato. En el tercer episodio le dejamos dándole la espalda al Txato cuando las pintadas en el pueblo le pusieron en el disparadero de ETA, y en este cuarto capítulo le retomamos intentando disculparse por ello.

“¿Qué quieres?”, le pregunta el Txato en ese mismo garaje en el que se encontraría poco después con su verdugo. Joxian responde: “Decirte que lo siento. Que no te saludo porque me traería problemas, pero que si te veo por la calle que sepas que te estoy saludando con el pensamiento”. “¿Alguna vez te han dicho que eres un cobarde?”, le dice el Txato, que le invita a saludarle de verdad de día. Esa será su última conversación, no volverán a verse.

placeholder Joxian (izquierda) y Txato (derecha) discuten en 'Patria'. (Foto de David Herranz. HBO España)
Joxian (izquierda) y Txato (derecha) discuten en 'Patria'. (Foto de David Herranz. HBO España)

El personaje de Joxian es en toda la serie más de silencios que de palabras, pero estas fluyen cuando los flashbacks nos enseñan su relación de amistad con el Txato. Por eso, todo el proceso de marginación de este supone una carga enorme para él, que arrastra un sentimiento de culpa al saber que el orgullo del Txato por permanecer en el pueblo acabará mal.

Joxian es otro de los personajes a los que el asesinato del Txato les cambia por completo. Tras cuatro capítulos, vemos como este hombre casi imperturbable no puede contener las lágrimas por la muerte de su amigo. “Yo lloro por quién me sale de los cojones”, le dice a Miren, su mujer, antes de hundirse en una pena eterna a caballo entre el sentimiento de culpa por sus silencios y el saber que su hijo podría estar implicado en el crimen.

placeholder Xabier (Íñigo Aranbarri) y Aránzazu (Begoña Maestre) en 'Patria'. (Foto de David Herranz. HBO España)
Xabier (Íñigo Aranbarri) y Aránzazu (Begoña Maestre) en 'Patria'. (Foto de David Herranz. HBO España)

La muerte del Txato no solo lleva al límite a los personajes de Joxe Mari y Joxian en este cuarto capítulo de ‘Patria’. En él, también vemos como Xabier (Íñigo Aranbarri) se sume en una profunda pena que le impide continuar su relación con Aránzazu (Begoña Maestre); también contemplamos con estupor la hipocresía de los curas locales, más preocupados por ‘la causa’ que por el dolor de una de sus feligresas, Bittori (Elena Irureta), que en este capítulo toma la determinación de escribir a Joxe Mari a la cárcel. Ese es el otro encuentro que sabemos que se producirá, pero para el que aún no estamos preparados.

placeholder Bittori (Elena Irureta) en 'Patria'. (Foto de David Herranz. HBO España)
Bittori (Elena Irureta) en 'Patria'. (Foto de David Herranz. HBO España)

Es curioso ver cómo ‘Patria’ pivota sobre un punto de giro que nada más comenzar el primer capítulo ya se muestra en pantalla, y aun así te impacta verlo cuando la trama llega hasta ese punto de no retorno. Y no tanto por el momento en sí, sino por las terribles consecuencias de ese acto. Y aquí estamos, en el ‘no hay vuelta atrás’, en el cuarto capítulo de ‘Patria’: cuando ETA asesina al Txato (José Ramón Soroiz).

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