Todo lo que debes saber de 'New Amsterdam' antes de su estreno en Antena 3

Hace dos años, la cadena estadounidense ABC estrenó 'The Good Doctor', la serie sobre el famoso cirujano autista que se convirtió en todo un fenómeno de masas a nivel mundial. En España pudimos ver su primera temporada en Telecinco el pasado verano, donde cosechó datos de audiencia sorprendentemente altos.

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Consciente de este nuevo tirón de las series médicas, la cadena NBC intentó la pasada temporada crear su propio drama con 'New Amsterdam', aunque con un resultado bastante más irregular. Antena 3 será la encargada de emitir la serie en nuestro país en abierto desde este mismo jueves, 3 de octubre, enfrentándola a apuestas tan sólidas como 'GH VIP'. 'New Amsterdam' también forma parte del catálogo de Amazon Prime Video.

La serie 'New Amsterdam' intenta emular la vida dentro del legendario Hospital Bellevue, el centro sanitario público más antiguo de EEUU

La serie nos presenta al doctor Max Goodwin, quien se convierte en el nuevo director de un famoso hospital de Nueva York, el ficticio New Amsterdam, para sacudirlo desde dentro y devolver el foco a la atención de los pacientes.

Basada en hechos reales

Al igual que otras series de temática similar, 'New Amsterdam' presume de estar basada en hechos reales. La serie está inspirada en los relatos de Eric Manheimer en su libro '12 pacientes: vida y muerte en el Hospital Bellevue', del que fue director.

Este hospital, fundado en 1736, es el centro sanitario público más antiguo de Estados Unidos y tuvo un papel muy destacado en la atención de las víctimas de los atentados del 11S. La serie intenta emular la vida dentro de este legendario hospital, aunque modificando su nombre para evitar problemas legales.

Un protagonista muy artificial

El foco principal de la historia recae en Max Goodwin, un entusiasta doctor interpretado por Ryan Eggold, al que hemos visto anteriormente en series como 'The Blacklist'. Su hermana falleció en el hospital New Amsterdam por una infección que podría haberse evitado, por lo que está dispuesto a remover desde sus cimientos toda la organización del complejo médico. Tras ser nombrado el nuevo director, decide revolucionarlo todo: despide al equipo de cardiología por no centrarse en la atención al paciente, contrata a 50 nuevos médicos y suprime la sala de espera.

El retrato de este doctor está demasiado dulcificado y los esfuerzos de los responsables de la serie para que le idealicemos son demasiado evidentes. Va a trabajar en bicicleta, habla en español con el personal de limpieza, es amante de la comida sana, es guapo, encantador, buenísima persona y con una moral intachable. No tiene aristas oscuras ni un ápice de maldad, lo que resultará aburrido para aquellos que disfruten con personajes menos planos y con más claroscuros.

Crítica al sistema sanitario

El objetivo de la serie es bastante plausible: criticar la capitalización del sistema sanitario en Estados Unidos, donde la atención al paciente es menos relevante en muchas ocasiones que las finanzas de los centros médicos.

Sin embargo, esta crítica se ve deslucida por otras tramas bastante previsibles y lacrimógenas, que van desdibujando la parte más reivindicativa de la serie para convertirla en un producto más convencional y poco arriesgado.

Personajes secundarios sin luz

La mayor parte de los personajes secundarios no son mucho más interesantes que su protagonista. Nos encontramos con un cirujano interpretado por Jocko Smiths, cuyo principal interés es su relación amorosa con la médico de urgencias, a la que da vida Janet Montgomery. También tiene un rol destacado una psiquiatra infantil que interpreta Tyler Labine, adorable hasta límites ridículamente empalagosos.

La única que se salva es Freema Agyeman, una de las caras más conocidas del reparto, debido a sus papeles en 'Doctor Who' y 'Sense8'. Interpreta a Helen Sharpe, una oncóloga que está más pendiente de convertirse en una estrella de la televisión que en la salud de sus pacientes, y que nos regala el personaje más atrayente.

Malas críticas

La serie consiguió muy buenas cifras de audiencia durante su primera temporada, por lo que se ganó a pulso una renovación por una segunda tanda, que verá la luz muy pronto en Estados Unidos. A pesar del notable éxito entre el público, la inmensa mayoría de la crítica especializada se ha cebado con la serie, a la que acusan de simplista y de manipular emocionalmente al espectador. ¿Conseguirá cautivar también a la audiencia de Antena 3?