Lo que no se vio del final de 'Velvet': crónica de un adiós histórico

La noche del 21 de diciembre se tornaba especial. En el hotel Intercontinental de Madrid todo olía a festejo. Allí llegaban, con puntualidad británica, algunos de los actores de 'Velvet' que, por trama, no podían participar en el directo del capítulo final, que se grababa a tan solo unas calles de distancia. La palabra más repetida de la noche era "nervios" y no solo de los protagonistas, porque la prensa que había seguido la ficción también vivía algo diferente y todos esperábamos con emoción el desenlace de una serie que desde el principio se veía que no sería una serie más. De hecho, cerró sus galerías de una forma histórica y como nunca se había hecho en la televisión de este país.

Amaia Salamanca, Manuela Velasco, Peter Vives, Aitana Sánchez Gijón, Maxi Iglesias, Manuela Vellés o Natalia Millán se pusieron sus mejores galas y la sonrisa propia de quien despide algo que sabe que va a echar de menos, pero que forma parte de esa ley de vida tan comentada. A todos ellos les hubiera gustado participar en esos quince minutos de directo, aunque dejaban claro que a priori "asustaba", pero no querían perder ese reto "que les asemejaba al teatro". Desplegaron simpatía con la prensa y confesaron que tenían un grupo de Whatsapp en el que habían recogido las últimas palabras de sus compañeros antes de salir a escena. "Están un poco nerviosos y emocionados. Les hemos dicho que brindaremos por ellos en la barra libre de la fiesta mientras vemos el capítulo. Nos decían que les esperáramos, porque están locos por llegar", explicaba Manuela Velasco, que se convirtió sin duda en una de las grandes protagonistas de la noche.

Los actores ocuparon las primeras filas de la sala habilitada para ver el desenlace de la ficción. Al comienzo de la emisión, todos tararearon la música de la cabecera y algunos de ellos empezaron a grabarse para subir en directo el emocionante momento que vivían. Algunos tenían claro qué final querían para 'Velvet'. Peter Vives en su personaje de Carlos y Manuela Velasco aseguraron que les hubiera gustado interrumpir esa boda y hacerlo por todo lo alto, pero se tuvieron que conformar con hacerlo desde la sala del hotel, gritando a la pantalla y contestando en algunos de los diálogos, lo que provocó los momentos más divertidos de la noche. La actriz, que reconoce que le debe a la serie, entre otras cosas, la oportunidad de haber trabajado con su famosa tía, Concha Velasco, en una de las escenas de amor de la pareja se levantó y prendió fuego a un papel gritando: "Que estoy muy loca". Esa noche no podía olvidar que parte de su corazón era de Cristina, la gran dañada en la historia de amor.

Toda la sala gritó y aplaudió en el primer beso de Alberto y Ana, jalearon el "sí, quiero" de Paula Echevarría y sonrieron con las escenas de Aitana Sánchez Gijón y José Sacristán, dos de los personajes que más empatía generaban. En los minutos del directo apenas se oía respirar. Todos estábamos pendientes de si se cometía o no algún error o de los guiños, que por supuesto hubo hacia el histórico momento. José Sacristán, el tío de Ana, el tío de todos, habló de que nunca había sido "más directo" en sus palabras. Todo salió perfecto, "incluso demasiado", se oía por la sala, hasta los espectaculares planos 'imposibles' que destacó una realización única. Hubo tiempo para las lágrimas y para los chistes. La gente también se preguntaba cómo estaría David Bustamante en un día en el que su mujer besaba de esa manera a su adorado Alberto.

Risas, chistes y muchos selfies. Todos vivimos momentos en los que se ponían los pelos de punta. Los actores estaban exaltados hasta que de forma inesperada comenzaron a correr por la sala camino a la puerta. En el final del capítulo Paula Echevarría y Miguel Ángel Silvestre tuvieron unas palabras finales de agradecimiento, primero en una cámara que no era la suya y luego en la buena, y lo hicieron rodeados de todos sus compañeros que mostraron en directo su subidón y alegría.

La noche fue larga pero no podía terminar sin que los protagonistas posaran para los medios y hablaran sobre todo lo que habían vivido tan solo unos minutos antes. Entraron entre aplausos, como grandes estrellas, y allí saludaban a los responsables de que esa noche fuera diferente, jefes de Atesmedia y de Bambú Producciones. Todos eran conscientes de que acababan de hacer historia y brindaron por ello.

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Marian Galv

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