El plató de Vamos a ver vivió este jueves, 16 de octubre, uno de los momentos más tensos de la temporada. Patricia Pardo y Alejandra Rubio se reencontraron después del sonado “tirón de orejas” que la presentadora gallega dedicó a la joven colaboradora días atrás, cuando la acusó de estar “un poquito desubicada” tras abandonar una entrevista en plena emisión. El cara a cara entre ambas, en directo, estuvo cargado de reproches, emociones y cierto aire de decepción mutua.
La hija de Terelu Campos no ocultó su malestar por las palabras de su jefa: “Estoy jodida. Me parecieron muy injustas las palabras que se dijeron de mí. Hice estrictamente lo que me pidieron. Este es el programa donde trabajo y siempre doy todo por esto. Solo querían que apareciera en una parte de la entrevista con mi madre y que después me largara. Eso es lo que hice, simplemente”, explicó visiblemente afectada.
Rubio relató que fue la propia reportera, Nuria Chavero, quien le indicó que debía mantenerse en un segundo plano: “Nuria se me acercó, pretendía contestarle a ella la primera, como es lógico, pero me dijo que no quería la entrevista conmigo, sino con mi madre. Lo entiendo, porque yo estoy aquí todos los días y mi madre no. Solo quería que apareciera un momento, le contestase a las preguntas que me hiciera y, después, saliera. Eso es lo que hice, contesté educadísimamente”, añadió.
La colaboradora, notablemente cabreada, confesó que le dolió profundamente que su propia presentadora la descalificara públicamente: “Sí, porque me etiquetáis. Me quedé en un segundo plano porque es lo que se me pidió. Cumplí estrictamente las órdenes de mi compañera de programa. Se me etiqueta en un sentido que no ha sido así, cuando no he cometido ningún error y he hecho lo que tenía que hacer. Siempre remo a favor de obra”, dijo, con voz alterada.
Alejandra Rubio y Patricia Pardo, en 'Vamos a ver'. (Telecinco)
Frente a ella, Patricia Pardo intentó templar los ánimos, pero no esquivó el fondo de la cuestión: “A mí no me gusta nada que haya mal rollo entre los colaboradores porque creo que lo transmitimos a los espectadores. Me encanta que vayamos todos de la mano. Llevo mucho el sentimiento de equipo y siento mucho los colores de los programas en los que estoy... Desde el primer día te he tendido la mano y no me gusta nada el tema de las etiquetas”, aseguró, en un tono serio pero conciliador.
Sin embargo, la tensión volvió a subir cuando la presentadora insistió en que el problema estaba en la actitud de su compañera: “El problema es la actitud. Yo muchas veces me siento desubicada, porque no sé exactamente dónde me tengo que ubicar, si como la persona entrevistada o la entrevistadora. Yo quiero que te ubiques, que te sientas bien y que no estés siempre con cara de mala leche, como si alguien te pusiera una pistola en la sien para contestar”.
Alejandra, sorprendida, replicó inmediatamente: “¿Yo estoy con cara de mala leche, Patricia? ¿Sabes lo que pasa? A mí no me obliga nadie, yo doy todo de mí aquí, pero se os olvida que los temas que tratáis son parte de mi vida. Si pensáis que yo puedo fingir una sonrisa ante cosas que me duelen, pues no se puede. Yo soy como soy y si yo no le falto el respeto a nadie, lo único que pido es que no se me falte a mí”.
En los últimos minutos del programa, Rubio resumió su malestar con una frase que dejó helado el plató: “Yo no me espero el fuego amigo, pero no he incendiado nada. He cumplido estrictamente lo que se me pidió. Verte pronunciar esas palabras hacia mí, que son descalificativos, me duele. Si he hecho algo malo, me lo como, pero si no he hecho nada... pues no”.
Pardo se limitó a asegurar que "nosotros tampoco nos esperamos el fuego amigo", dejando patente ante el público que ella había visto "el bruto" de la entrevista, es decir, el vídeo completo, sin cortes, y sabía exactamente lo que había sucedido y las versiones de ambas diferían mucho.
El enfrentamiento, que se produjo ante la mirada atónita del resto de colaboradores, deja en evidencia la tensión interna que vive el matinal de Telecinco en los últimos días. Aunque ambas intentaron cerrar el asunto con buenas palabras, el ambiente en Vamos a ver quedó visiblemente enrarecido. La televisión en directo, una vez más, volvió a mostrar su cara más imprevisible... y amarga.
El plató de Vamos a ver vivió este jueves, 16 de octubre, uno de los momentos más tensos de la temporada. Patricia Pardo y Alejandra Rubio se reencontraron después del sonado “tirón de orejas” que la presentadora gallega dedicó a la joven colaboradora días atrás, cuando la acusó de estar “un poquito desubicada” tras abandonar una entrevista en plena emisión. El cara a cara entre ambas, en directo, estuvo cargado de reproches, emociones y cierto aire de decepción mutua.