De castigo, a premio: la cita improvisada de Iván y Gloria Camila en 'Supervivientes All Stars'

La organización de Supervivientes All Stars es imprevisible y sus protagonistas lo han vivido durante una nueva emisión de Tierra de nadie. Han tenido que castigar a uno de sus compañeros, como cada martes, pero este 'Triángulo de fuego' iba con sorpresa.

Después de repasar todas las polémicas más pomposas de los últimos días en la isla, las leyendas se han basado en estos asuntos para dar el toque de atención a los que menos les aportan. Suelen hacerlo cada semana y los elegidos se someten al castigo que aguarda entre el fuego y que ha decidido la organización.

Unas veces ha sido guardar el fuego, otras encargarse en solitario de las tareas de cocina o salir a pescar. Sin embargo, en esta ocasión la suerte ha cambiado, para la sorpresa de todos, y el equipo ha variado las reglas. Esta vez, los vencedores recibieron un suculento premio que no envidiaba nada a una prueba común de recompensa.

Los castigados resultaron ser Iván González y Gloria Camila Ortega. Dos concursantes que protagonizaron buena parte del contenido de la noche, después de evidenciar ante los telespectadores las tensiones que se guardan del pasado vivido juntos. Sus encontronazos en la playa, los tira y floja y las constantes peleas hicieron que la mayoría votara en su contra.

Pero el castigo se terminó convirtiendo en una cita totalmente improvisada para los que tuvieron un coqueteo hace años. Y es que, a diferencia de otras ceremonias, el programa les obsequió con una enorme bandeja repleta de patatas fritas y un tremendo chuletón asado. Las caras de todos fue un absoluto poema al verse completamente fuera de tal premio culinario.

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Y es que, por si fuese poco, lo que hizo convertirlo en una cita es que lo tendrán que comer juntos y separados del resto de compañeros. Una comida sin ningún tipo de restricción de tiempo o momento, pudiendo disfrutarla en la intimidad de la playa y sin la posibilidad de compartirlo, como única medida a cumplir. La euforia pareció contagiarlos, ya que incluso lo festejaron dándose un beso y un caluroso abrazo, entremezclado con sonrisas y miradas cómplices, que despertó incluso las dudas en Jorge Javier Vázquez de "quedar algo entre vosotros".