Alberto San Juan desmonta las preguntas clásicas de Broncano en 'La revuelta': no responde una y se atreve de lleno con las otras

En una televisión acostumbrada a las respuestas medidas y las sonrisas fáciles, Alberto San Juan hizo algo poco común: pensar antes de contestar. Su paso por La Revuelta, el programa de David Broncano en La 1 de RTVE, se convirtió este lunes en una clase magistral de honestidad y autocrítica.

San Juan acudía al plató para promocionar La cena, la nueva comedia dramática que coprotagoniza junto a Mario Casas y que se estrena el 17 de octubre. Lo hizo bajando por el tobogán del programa —rito ya instaurado para medir el “aura” del invitado— por petición de su hijo, y confesando con humor que llevaba calcetines azul marino “que no pegan nada” porque eran los únicos que tenía al levantarse en Salou.

Pero entre chistes, anécdotas y homenajes al prodigio interpretativo de su compañero de proyecto, San Juan se detuvo en un terreno incómodo: las “preguntas clásicas” de Broncano. Preguntas que todos esperan, que todos conocen y que casi todos responden de forma mecánica. Menos él.

“Es que esa pregunta nunca la he entendido. No entiendo el interés en hacerla en una sociedad dividida en clases”, dijo el actor al ser interrogado sobre su dinero. Broncano, fiel a su estilo, le devolvió con un “tampoco requiere mucho entendimiento”, que arrancó las risas del público. Pero San Juan no se movió del foco. Para él, la pregunta del dinero no tiene gracia, tiene carga social.

Sí respondió —y con crudeza— a las otras dos cuestiones de la terna. “Hace meses que no follo”, soltó, provocando carcajadas y hasta una broma de Grison: “Estás en la fosa de las Manolas”.

Pero la reflexión más potente llegó con una pregunta que ya no es habitual en el programa: “¿Eres más machista o más racista?”. “Soy más machista que racista”, confesó sin titubeos.

Con esa afirmación, San Juan no buscó titulares sino verdad. Y lo que dijo resonó más allá del plató. En una televisión que aún escasea en autocrítica masculina, su frase no fue un desliz, sino una declaración de principios. Reconocer el machismo interiorizado es, como mínimo, el primer paso para enfrentarlo.

El tono de la entrevista osciló entre la diversión y la introspección. San Juan se mostró fascinado por la otra invitada de la noche, Ana Rivero, histórica taquígrafa del Congreso con 50 años de servicio, con quien compartió plató y muchas preguntas sobre el pasado político reciente. “Me he acumulado”, confesó entre risas, al ver cómo el tiempo con Broncano se acortaba.