"Es como un espíritu": Iker Jiménez asegura que el 50% de su éxito es por la música de sus programas

Iker Jiménez despidió anoche Cuarto milenio con una reflexión que, más allá de los enigmas que suelen acompañar a sus contenidos, permitió a los espectadores adentrarse en uno de los pilares menos visibles, pero fundamentales de su trabajo: la música. Para los seguidores habituales del comunicador, no es ninguna sorpresa que gran parte de la atmósfera de sus espacios esté marcada por las composiciones que en la mayoría de los casos él mismo crea para acompañar cada historia.

"Yo me obsesionaba siempre con las músicas. Tuve siempre una relación entre el misterio y lo que yo leía. No era lo mismo leer un libro de misterio con una música de misterio que sin música de misterio". Según el presentador de Mediaset España, "desde los primeros programas que hicimos, para mí fue fundamental la selección musical. Cuando yo estaba en la radio, en la noche, sabía perfectamente dos cosas: qué música iba con cada historia y de qué tipo".

Jiménez recordó cómo esta pasión se remonta a los tiempos de Milenio 3. "Desde la época de Milenio 3, lo he comentado muchas veces, yo siempre he creído que el 50% del éxito que haya podido tener contando cosas era por la música". El comunicador recordó que cuando se marcharon de la cadena SER, tuvieron que "limpiar" el disco duro con las músicas utilizadas y la realidad fue abrumadora. Según el presentador, mientras otros espacios radiofónicos contaban con 30, 50 o 100 músicas, el programa Milenio 3 tenía 4.600. Yo siempre he sido un melómano sin tener ni idea de música".

La música es como un espíritu. [...] Y con la música me han pasado cosas increíbles"

"Multiplicaba casi por cincuenta a cualquier otro programa. He empleado siempre la música como un mapa mental", explicó también Jiménez este pasado verano en su newsletter personal. Para él, cada pieza sonora funciona como una "esfera mental", que contribuye a construir la atmósfera de sus contenidos.

La música, según el comunicador, cumple roles diversos. A veces es protagonista sonora; otras, "atmosférica". "Yo casi siempre he sido un 'atmosferizador'. Gracias a ir experimentando poco a poco he logrado alcanzar el nivel en el que me encuentro hoy". Según Jiménez,"es un enganche brutal. Yo no he sabido mucho de música, pero he amado la música y la he empleado como forma comunicacional".

El presentador compartió también la dimensión emocional de su vínculo con la música: "La música es como un espíritu. [...] Y con la música me han pasado cosas increíbles, músicas aterrorizadoras, músicas que me han puesto el alma en vilo en ciertos lugares, en ciertos programas".

Además, Jiménez vislumbró un futuro en el que la tecnología y la inteligencia artificial podrían potenciar esa experiencia inmersiva. "Puedo producirla, puedo crearla, puede funcionar aquí, pero en vivo... ¡pues sí! Estoy convencido absolutamente y lo quiero hacer. Imagínense acompañado de lo que hacemos con inteligencia artificial, una experiencia absolutamente inmersiva y diferente. Imagínense, encima, si es en algún lugar... ya me entienden. Hoy se puede hacer, lo intentaremos, por supuesto".

Esta de Iker Jiménez no es una pasión reciente. Ya en agosto, el presentador habló de las casi 100 canciones registradas que suenan en sus programas y de la libertad creativa que ello le proporciona: "No sé si son mejores o peores. No me comparo con nadie. Sirven a mí y a mi propósito del programa".

Desde 2019, el comunicador ha invertido miles de horas en su estudio, comprando sintetizadores, explorando librerías musicales y compartiendo sus primeros experimentos en redes: "Con tan poca vergüenza que en cuanto tuve sonidos que me parecían una extraña canción los subía a las redes y plataformas. Hay que ser valiente. No pasa nada. Que digan lo que quieran. Te tiene que servir a ti. No quería dinero. Ni vender discos. Solo crear y explorar".

Según confesó a sus seguidores, su primera canción llegó a los 48 años, un hito que Jiménez interpretó no como un límite, sino como un ejemplo de que la creatividad y el aprendizaje no tienen fecha de caducidad. "Todo está en tu mano. Tú tienes el poder. Esa es la verdad que muchos no quieren que sepas".

Iker Jiménez aprovechó El Cierre de esta semana de Cuarto milenio para reivindicar la música como un elemento central en la narrativa, un lenguaje invisible que, según el propio comunicador, ha sido clave en el éxito y la identidad de sus programas.