Tarde de máxima tensión en Y ahora Sonsoles. El programa de Sonsoles Ónega vivió este jueves, 9 de octubre, un momento de lo más incómodo cuando una invitada decidió abandonar el directo en mitad de su testimonio por un comentario de Isabel Rábago. La escena dejó al plató mudo durante unos segundos y generó un pequeño revuelo entre los colaboradores, entre la estupefacción y las carcajadas por lo delirante de la escena, con el reportero persiguiendo a la invitada, sin demasiado éxito.
Todo ocurrió durante una conexión en directo con Soledad, una vecina de Flor Aguilar, viuda del legendario actor José Luis López Vázquez, que en los últimos días ha sido noticia por las duras críticas de su entorno. La mujer, entrevistada por el reportero Carlos García López, no se mordió la lengua: “Nadie quiere saber nada de ella, los vecinos están hartos”, afirmaba, señalando además que Aguilar “va siempre destartalada” y que incluso en un bar cercano “le prohíben la entrada por las deudas que tiene”.
Las palabras de Soledad sorprendieron a la propia Sonsoles Ónega, que rápidamente matizó el tono de la conversación: “Pero no da el aspecto de ir mal cuidada, por Dios, las cosas como son”, comentó la presentadora, a juzgar por las imágenes que el equipo había captado de Flor un día antes. En la misma línea, Paloma García-Pelayo añadió que “las imágenes no muestran a una mujer descuidada en absoluto” antes de preguntar si la vecina había tenido algún problema personal con Flor Aguilar. Soledad, algo a la defensiva, replicó: “Ayer vuestro compañero tuvo suerte de que iba mejor arreglada”.
Fue entonces cuando intervino Isabel Rábago, y el ambiente se caldeó. La periodista lanzó un comentario que desató el enfado de la invitada: “Pero Soledad, yo estoy viendo ahora mismo a Soledad que es una señora que ha salido no muy arreglada tampoco”. La respuesta no se hizo esperar: “Yo estoy en mi casa si te parece...”, replicó molesta. Acto seguido, visiblemente indignada, añadió: “Mira te dejo. No, no, te voy a dejar”, mientras se quitaba el pinganillo y se marchaba, dejando al reportero intentando calmarla sin éxito.
En plató, la reacción fue inmediata. José Manuel Parada bromeó con la situación diciendo “Rábago hoy no cobra”, mientras Ónega le advertía: “Rábago, no puedes hacer esto porque ninguna vecina va a atender a este programa ya”. Entre tanto, el reportero trataba de convencer a Soledad para que regresara: “Yo he bajado de mi casa con todo mi corazón para atenderte a ti y que me lo agradezca así, pues no, lo siento, pero no”, protestaba ella, todavía molesta por el comentario.
Aunque inicialmente se negó a continuar, asegurando “no la voy a escuchar”, finalmente accedió a retomar la conversación, aunque sin ocultar su enfado: "Ningún vecino quería hablar contigo y he bajado yo, que estaba con la ropa de estar tomando un café, ¡como para que me tratéis así!".En el plató, Rábago intentaba disculparse, en parte por la presión que sus compañeros, y directora, ejercían sobre ella: "No la he querido ofender, en absoluto. Me ha malinterpretado, simplemente. Atienda usted a Carlos porque su testimonio es maravilloso".
Soledad la cortaba, sin atender a razones: “Lo siento, pero no necesito disculpas. ¡Venga, lo siento! Me está viendo todo el pueblo por televisión y me dicen que bajo con pintas...”, zanjó la vecina, que dejó claro que no estaba dispuesta a aceptar explicaciones, quitándose nuevamente el pinganillo y dejando al equipo de Antena 3 plantado.
Isabel intentó restarle hierro al asunto, aunque con unas frases que tampoco pasó desapercibida: “No ha sido mi intención ofenderla, pero si me está cuestionando el aspecto de Flor, a quien hemos visto impoluta... Hombre, ella sale de andar por casa, como quien baja a tirar la basura... Tampoco es para ponerse así”.
El episodio, que se convirtió en uno de los momentos más comentados del programa, deja en evidencia la tensión que puede generarse en directo cuando los debates sobre temas personales cruzan determinadas líneas. Una vez más, Y ahora Sonsoles demuestra que su mezcla de actualidad, corazón y tertulia puede dar pie a situaciones tan imprevisibles como televisivamente jugosas.
Tarde de máxima tensión en Y ahora Sonsoles. El programa de Sonsoles Ónega vivió este jueves, 9 de octubre, un momento de lo más incómodo cuando una invitada decidió abandonar el directo en mitad de su testimonio por un comentario de Isabel Rábago. La escena dejó al plató mudo durante unos segundos y generó un pequeño revuelo entre los colaboradores, entre la estupefacción y las carcajadas por lo delirante de la escena, con el reportero persiguiendo a la invitada, sin demasiado éxito.