Lalachus, ante el 'Grand Prix': "Simplemente, soy una gorda haciendo televisión. No abandero nada"

Lalachus jamás se planteó que presentaría el Grand Prix, el programa que marcó su infancia. A pesar de que el fichaje de la humorista no gustó a algunos, la colaboradora de La revuelta cuenta con el apoyo de Ramón García y de TVE en este nuevo rumbo profesional. Lalachus reconoce que ha aprendido a meterse en "una balsa de aceite" para no hacer demasiado caso a esos ofensivos ataques que lleva recibiendo desde que dio las campanadas en RTVE.

"Al principio, me sorprendió porque yo siempre había sido un perfil bastante blanco en redes sociales. Pero me estoy dando cuenta de que no me insultan por gorda, insultan a todas las personas que tienen un poco de foco", afirma la humorista en una entrevista conjunta para El Confi TV y otros medios de comunicación.

Lalachus intenta esquivar las críticas ante su fichaje por el Grand Prix defendiendo que lo que realmente importan son los pueblos que concursan, no sus presentadores: "Lo demás es todo bastante secundario", asegura la humorista, dejando claro que TVE no la ha escogido como presentadora del concurso por su polémica estampita de la vaquilla del Grand Prix en las campanadas.

Recordemos que, a principios de año, Abogados Cristianos denunció a RTVE por delito de odio y otro contra los sentimientos religiosos porque Lalachus mostró durante la retransmisión de las campanadas una estampa del Sagrado Corazón de Jesús con la cabeza de la vaquilla del Grand Prix. La causa fue archivada, pero la humorista subraya que "fue una situación muy jodida".

"Era una sensación de no entender qué estaba pasando. Nunca hubo una mala intención, solo queríamos hablar de que estamos hechos de televisión y que el Grand Prix formaba parte de esa historia de la televisión", explica Lalachus, confesando que no se plantea volver a sacar una estampita similar: "No quiero meterme en más jaleos. Ya me han propuesto hacer chistes sobre este tema, pero he dicho que no. Es que nunca fue algo intencionado", recalca la humorista.

Además, la cómica madrileña desvela que David Broncano la tranquilizó mucho cuando surgió esta controversia: "A mí me pilló de nuevas y Broncano estaba muy atento. Él tiene un temple que te tranquiliza. Había momentos en los que me asustaba y no sabía qué hacer, pero el equipo de La revuelta me aconsejó bastante bien", revela Lalachus, reconociendo que sus padres sufren por los ataques que recibe.

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"Lo he pasado peor por mis padres que por lo que pudieran decirme a mí. Mi padre está en las redes y es duro que le digan barbaridades a su hija", señala la cómica, que considera que le exigen que se posicione políticamente por ser un personaje público: "Hay muchas cosas de política sobre las que yo no tengo ni idea para dar una opinión firme", comenta Lalachus.

Harta de ataques contra su físico

Además, la cómica condena los durísimos ataques que recibe por no tener un físico normativo: "Me parece absolutamente ridículo. Siento que hay cosas en las que vamos para atrás. Creo que se ha cogido una tendencia a reírse de los demás. Me parece que debería de empezar a haber un control a estos comentarios, que haya algún tipo de límite. Es un poco agotador", sentencia Lalachus, afirmando que "es necesario que los televidentes vean cuerpos diversos haciendo cosas".

"No es una cuestión de que yo sea una abanderada de la gordofobia. Simplemente, soy una gorda haciendo televisión, redes o yendo a la playa como lo está haciendo otra persona. Yo no abandero nada, simplemente estoy gorda y hago cosas, como lo hace el resto. Solo hago un trabajo y estoy aquí. Hay que normalizar para que la gente no esconda sus cuerpos", declara Lalachus.