Sandra Sabatés alza la voz, implacable en La Sexta: sus dos inapelables minutos en 'El intermedio' sobre el PSOE (y más allá)

Sandra Sabatés no esquivó el golpe. En medio del revuelo por los audios entre José Luis Ábalos y Koldo García, filtraciones que han sacudido al PSOE y agitado el debate sobre el machismo en la política española, la copresentadora de El Intermedio tomó la palabra este miércoles, 18 de junio, para lanzar uno de los alegatos más firmes y lúcidos que se han escuchado en televisión.

Desde su espacio habitual, El pico de la mesa, Sabatés dedicó su editorial al creciente malestar de muchas diputadas socialistas por el tono de las conversaciones entre ambos implicados. Unas palabras privadas, pero reveladoras, que no solo han desatado una tormenta en Ferraz, sino que han expuesto de nuevo el vínculo oscuro entre el poder, la corrupción y la prostitución.

“La justicia tendrá que decidir si Ábalos y sus compañeros son, o no, culpables de un delito de corrupción, pero lo que está claro es que aquí mentía”, arrancó Sabatés, tras recuperar un vídeo en el que el exministro se declaraba socialista y feminista.

La contradicción entre el discurso público y el comportamiento privado fue el eje de su intervención: “Ningún hombre que participe en un reparto de mujeres como si fuesen cromos puede ser feminista”, sentenció con rotundidad. Y es que, para Sabatés, no se trata de una anécdota ni de un caso aislado, sino de un patrón sistemático: “Corrupción y prostitución aparecen sistemáticamente vinculados, y no siempre a unas mismas siglas”.

Un patrón de poder y humillación

La periodista recordó que estas dinámicas de cosificación de las mujeres en el entorno político no son nuevas. El 'caso Mediador', la 'Operación Púnica', los ERE en Andalucía o las visitas a prostíbulos de miembros del gobierno de Jaume Matas son solo algunos ejemplos que enumeró para mostrar cómo estas prácticas trascienden ideologías.

“Estas tramas han dado lugar a expresiones ya famosas de corruptos como: ‘volquete de putas’, ‘la colombiana nueva’ o ‘está bien, está recién, está perfecta”, enumeró Sabatés con gesto grave, visiblemente indignada en La Sexta.

No se trataba solo de relatar escándalos, sino de dejar claro lo que representan: “Estas conversaciones no son anecdóticas, son un síntoma de cómo estos hombres poderosos hablan de las mujeres en sus círculos privados: cosificándolas, despreciándolas y humillándolas”.

Un problema transversal que interpela a la sociedad

Lejos de reducir su crítica al ámbito socialista, Sabatés dirigió su mensaje al conjunto de la sociedad. Apoyándose en datos recientes del INE y el CIS, recordó que entre el 25% y el 32% de los hombres en España han pagado por sexo alguna vez: “Se trata de un problema transversal que abarca hombres de cualquier ideología, procedencia, edad, nivel educativo o renta”, explicó. Y añadió: “Nada de esto cuadra con la democracia igualitaria que muchos defienden que somos”.

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X. Migelez

Su reflexión final fue clara, sin matices, y apuntó directamente tanto a los implicados en el caso como a todos los hombres que, amparados en la intimidad, siguen sosteniendo prácticas machistas con su dinero, su silencio o su complicidad: “Los puteros no tienen cabida en una sociedad feminista”.

Con este cierre, Sandra Sabatés no solo dejó claro su posicionamiento, sino que también colocó el foco en una conversación aún incómoda para muchos sectores de poder: la incoherencia entre lo que se predica y lo que se practica en materia de igualdad. Un mensaje incómodo, pero necesario.