Aitor Albizua ('Cifras y letras'): "He pasado de la precariedad a tener una vida económicamente estable"
El presentador hace balance del exitoso año y medio del concurso de La 2, que vive su mejor momento en audiencias: "Competimos contra los programas más consolidados de la televisión"
De Lingo a Cifras y letras, pasando por El comodín de La 1, los concursos están marcando —y lo seguirán haciendo— la carrera profesional de Aitor Albizua, que en pocos años ha saltado de la televisión autonómica vasca a la nacional como uno de los principales rostros de entretenimiento de Televisión Española.
Y es que el vasco lleva poniéndose al frente desde hace un año y medio del regreso del mítico Cifras y letras que, con sus últimos récords de audiencia con el 7,2% de cuota de pantalla, duplicando los registros habituales de La 2, apunta a ser tan duradero como su programa hermano de cadena, Saber y ganar. "Sueño con jubilarme en él", bromea el presentador, que aún sigue viviendo "como un niño de cinco años" todos sus nuevos proyectos en la pequeña pantalla.
"De alguna manera había que desencorsetar un poco el formato", confiesa a EL CONFI TV sobre el tono "de cachondeo" que ha conseguido aportar al concurso, gracias a la confianza de la cadena depositada en él para dar su toque personal "inspirándome en el típico profesor que intenta dar su clase de la manera más divertida posible".
PREGUNTA. ¿En qué ha cambiado tu vida al convertirte en uno de los rostros de TVE?
RESPUESTA. Te diría que a nivel personal las cosas han cambiado poco, porque sigo teniendo prácticamente la misma vida. Sería cínico si no te dijese que con mayor estabilidad económica, que he pasado de la precariedad a tener una vida estable económicamente. Pero a nivel profesional, he afrontado cada uno de los proyectos con la misma ilusión y con esa misma inocencia de los principios.
Aitor Albizua, presentador de 'Cifras y letras'. (RTVE)
Inevitablemente, he notado cierta exposición derivada de los trabajos acumulados en la tele. Probablemente, eso es lo que más ha condicionado o el mayor cambio dentro de mi vida. Pero vamos, todo a mejor. Y esto no ha hecho nada más que empezar.
P. Cuando empezaste en la profesión, ¿cuáles eran tus aspiraciones? ¿pensabas que llegarías a la televisión nacional?
R. De casualidad me hicieron un casting para un magacín de la ETB, que justo fue antes de Lingo, y ese fue mi primer proyecto. Cuando digo que nunca pensé que trabajaría en la televisión es verdad, porque tampoco entraba dentro de mis prioridades o ambiciones profesionales. Sabía que quizás en algún momento podía pasar, pero, al final, tengo la sensación de estar cumpliendo ciertos sueños que tampoco sabía que tenía.
Creo que tener expectativas en este mundo, sobre todo muy inalcanzables, es uno de los primeros errores que solo te puede llevar a la frustración. Así que yo me dejo llevar, pasando y disfrutando cada uno de los proyectos en los que estoy.
P. ¿Tenías referentes televisivos antes de dar el salto a la pequeña pantalla?
R. No he sido una persona de mitificar o de tener referentes. Y, al final, lo que me he dado cuenta es que muchas veces gente que admiro a nivel profesional, cuando les conoces en un ambiente de trabajo o más personal, son personas completamente normales. Con sus virtudes y errores como uno más.
Aitor Albizua, en 'El comodín de La 1'. (TVE)
Cuando empecé a presentar concursos, también teniendo en cuenta que yo soy un consumidor de tele acérrimo, me ponía cosas de otros canales o del mismo canal en una plataforma por aprender, disfrutarlo y ver qué se está haciendo, que me parece primordial. Ojalá tener la carrera de Jordi Hurtado, Roberto Leal, Ion Aramendi o Rodrigo Vázquez. Admiro muchísimo a todos esos compañeros presentadores de concursos que poco a poco nos hemos ido haciendo un hueco.
Me da pena que también todos sean nombres masculinos. Ojalá más mujeres presentando concursos, que me encantaría. Ahí está Chenoa ahora mismo con The Floor, que lo está petando, pero ojalá haya hueco para todos y esa representación también se vea en el mundo de los concursos.
P. ¿Qué enseñanzas has podido extraer de cada una de tus etapas en radio, televisión autonómica y nacional?
R. Algo que he aprendido es que la humildad es primordial, porque es muy fácil creerte algo que no eres cuando todo el mundo te dice cosas bonitas. He aprendido que realmente no eres importante, que eres una pieza más de todo el engranaje, y de la importancia de un buen equipo. Que esté en un buen ambiente, que reme a favor y que el equipo tenga buenas condiciones.
También, ni lo bueno es tan bueno, ni lo malo es tan malo. Hay que aprender a relativizar todo porque te das cuenta de que, a la semana siguiente, ya se está hablando de otra cosa. Al final, somos unos privilegiados que nos dedicamos, en mi caso, a entretener en la televisión, y que disfrutando y metiéndote de lleno como uno es, es como se transmite todo al espectador.
Aitor Albizua, en 'Hoy por hoy'. (Cadena SER)
P. Hay quien cuestiona que el entretenimiento sea servicio público.
R. Yo lo defiendo. La cultura y el entretenimiento son servicio público, cada uno a su manera. En el caso de Cifras y letras, creo que es un ejemplo clarísimo de cómo algo meramente académico se puede convertir en un gran crucigrama televisivo al que jugamos todos de manera colectiva. Y, además, aprendiendo, en este caso, del español y las matemáticas y sobre todo de manera divertida y relajada.
Muchas veces cuando los concursantes llegan les digo: 'Imaginaros que estamos en una sobremesa, somos cinco colegas y yo saco un juego que me acaban de regalar'. Solo somos cinco colegas que estamos jugando también con toda la gente que nos está viendo, que, por supuesto, hacemos partícipes y que cada vez son más.
Yo creo que esa es la clave, que se puede aprender jugando y, además, en unos tiempos en los que la información es completamente cruda y muy dura, que es necesaria, pero nada es incompatible. Por supuesto que el entretenimiento tiene que tener su cabida en la tele pública, en otras cadenas también, y que es un servicio público.
P. Sobre los espectaculares datos de audiencia del programa, ¿temes jubilarte en Cifras y letras?
R. ¡Todo lo contrario, sueño con jubilarme en Cifras y letras de aquí a muchos años! Es un caramelo a nivel profesional y me alegro muchísimo de que lo hayan recuperado. Me siento orgulloso y me sale una sonrisita cuando pienso en el momento en el que pensaron en mí para presentarlo.
David Calle, Aitor Albizua y Elena Herraiz, en 'Cifras y letras'. (TVE)
Al final, nosotros somos como accidentes en el camino. Es decir, claro que lo podría hacer otra persona, pero ahora estoy yo al frente de Cifras y letras y espero estarlo por muchos años y el haber tenido la oportunidad de hacerlo mío, disfrutarlo… Pienso en carreras, que muchas veces hacen la comparación, como la de Jordi Hurtado. Ojalá estemos hablando de aquí a dentro de 25 años de Cifras y letras. Para mí sería una barbaridad, porque, además, tiene tantas posibilidades también de evolución que a mí me parece un sueño. Me siento muy, muy privilegiado cada vez que entro a plató.
P. ¿Crees que podrías llegar a sentirte encasillado en el rol de presentador de concursos?
R. No temo el encasillamiento. Si el encasillamiento es el privilegio de poder estar al frente de Cifras y letras, bendito sea. Pero es que, además, tengo la oportunidad de estar en una cadena que me permite también desarrollar otro tipo de facetas. Yo he estado más tiempo trabajando en la radio, presentando informativos y magacines que en la tele, pero entiendo que lo de ahora tenga más repercusión.
P. Antes de los programas inéditos de Cifras y letras se emite una reposición, ¿te choca ver tu evolución en el programa, un año y medio después?
R. Creo que la evolución ha sido como en general. Se mejoró el plató, las dinámicas, el ritmo, menos explicaciones, etcétera. Pero cuando me veo yo, es como cuando ves una foto tuya del verano anterior, que parece que es reciente y, de repente, dices: 'Madre mía, qué niño'.
Sí que es verdad que es un poco shock, porque parezco como dos personas completamente diferentes. Menos mal que, de momento, a Cifras y letras le está pasando como al vino, es decir, que con el paso del tiempo, poco a poco, se va viendo una evolución positiva. Me genera muchas veces como una ternura porque digo 'Ha pasado año y medio y mírate'.
Aitor Albizua, en el primer programa de 'Cifras y letras'. (TVE)
P. Lo cierto es que has conseguido dar un tono divertido a un formato aparentemente rígido y serio.
R. Yo tenía claro que de alguna manera había que desencorsetar un poco el formato. Yo confiaba en que desde un punto natural y un punto divertido, casi de cachondeo, se podía hacer Cifras y letras, también como inspirándome en el típico profesor que intenta dar su clase de la manera más divertida posible y que el aprender no es incompatible con el divertirse. En plan, 'Si voy a hacer Cifras y letras, quiero hacerlo a mi manera y quiero pasármelo bien’.
Precisamente, siendo un programa que podía ser tan académico, que además está genial y cada etapa tiene lo suyo, el haberlo convertido también en algo agradable y probablemente accesible para todos los públicos, creo que ha sido una de las virtudes del programa, que evidentemente no es solo mío ese logro, sino que es de todo el equipo. También es que la tele que se hace ahora no es la misma que se hacía en los 90 y en los principios de los 2000. Ha sido una evolución natural.
P. ¿Cómo es tu relación con los expertos, David Calle y Elena Herraiz?
R. Nos llevamos genial. Yo no les conocía, pero, al final, he acabado admirando muchísimo la manera de comunicar que tienen y creo que esa sinergia también ha sido una de las fórmulas para que esto funcione. Mola tener esa confianza que te permite reírnos entre nosotros e incorporar a los concursantes. Somos como un trío de amigos que en cada programa va incorporando a gente nueva a la conversación.
David Calle, Aitor Albizua y Elena Herraiz, en 'Cifras y letras'. (TVE)
De hecho, muchas veces los concursantes se sorprenden porque dicen: 'Lo que vemos en la tele no es guion, es que sale de vosotros. Es que sois así y así os cachondeáis'. No sabes la cantidad de gente que viene al plató y nos dice que aprobó la selectividad gracias a David o que es superfan de Elena. Ahora no se me ocurrirían otras personas para compartir Cifras y letras.
P. ¿Cuáles han sido los concursantes que más te han marcado en esta nueva etapa del concurso?
R. La verdad es que ha habido muchísimos porque es un concurso en el que es muy difícil permanecer. Si eres rapidísimo, sobre todo en las matemáticas, y no fallas tanto en las letras, puedes tener un gran recorrido si le coges un poco el truquillo, aunque sigues siendo vulnerable a que te echen de un día para otro.
Me acuerdo de Iván de Mieres y, por supuesto, de Álvaro de Madrid, que parece que ha pasado como muchísimo tiempo. Creo que fue uno de los primeros que marcó como un antes y un después en el programa, que nos abrió también a un público más joven. Me encanta este, digamos, como star system que se monta en torno a los concursantes.
También me acuerdo de Carlos de Sevilla, que es la persona que más programas consecutivos ha estado en el programa. Me encantaría verlo de vuelta, porque se lo tomaba muy en serio y, para un presentador de concursos, nada mejor que un concursante que lo viva con pasión y se meta de lleno. Curiosamente, las dos primeras personas que se han llevado el primer bote son de Sevilla, tanto Miguel como José Antonio. Así que mira, rompiendo clichés y estigmas que siguen habiendo en todo el estado. A tope con Sevilla.
Miguel Borrego gana el primer bote de 'Cifras y Letras'. (RTVE)
P. ¿Te veremos alguna vez concursando?
Mira, me encantaría decirle que sí, pero va a ser que no (risas). Bueno, no tengo ningún problema. Al final, no tengo ningún sentido del ridículo en ese sentido de 'Ay, es que voy a quedar mal'. No, me encantaría probar y meterme en la piel, pero probablemente se me da mejor presentar que concursar (risas).
P. ¿Cómo vives el mundo hater en redes?
R. Es algo inevitable y consecuente de la popularidad. Si la gente no comentase absolutamente nada, sería porque no nos ve nadie y que lo que estás haciendo realmente no tiene ningún tipo de efecto en la sociedad. Estoy superagradecido con el apoyo de toda esta comunidad que se ha creado en torno a Cifras y letras. Me flipa que se juegue en directo y que se compartan las sensaciones en redes. Gozamos, además, de una crítica mayoritariamente positiva. Aun así, soy de leer todas las críticas y de aceptar, sobre todo, las críticas constructivas.
Estoy aprendiendo, porque es algo a gestionar, a huir del insulto. Más que nada el no entrar, no solo en público, sino que no te afecte. También de alguna manera hay que aprender que no a todo el mundo le puedes gustar, pero yo no lo llevo mal. Me aparto de ello y, en caso de que haya algún insulto, ya directamente agur y tampoco dejo que me afecte emocionalmente.
Además, es que lo veo hasta normal porque muchas veces me pongo en el ejemplo de estar viendo algo con mis colegas y hay muchas ocasiones en la vida en las que no nos ponemos en el lugar del otro. Entonces, bueno, acepto las críticas, creo que es mi papel y que va a seguir siendo así, es que no va a cambiar.
José Antonio Prado-Bassas junto a Aitor Albizua, Elena Herraiz y David Calle en 'Cifras y letras'. (RTVE)
P. ¿Qué aspiraciones tenías al principio respecto a los datos de audiencia del programa?
R. Cada vez que empiezo un proyecto, empiezo superprudente y superhumilde, sobre todo para curarme yo de movidas, porque, al final, luego el que se lo tiene que comer es uno solo. Entonces, yo confiaba absolutamente en el criterio tanto de Isabel Raventós, la productora ejecutiva, como de la cadena y me parece que han tenido un aciertazo impresionante tanto en el modelo de formato como en la hora de programarlo.
Es verdad que es una hora muy complicada, pero al mismo tiempo somos una cierta alternativa que se ha ido haciendo hueco y está ya al nivel de los programas más vistos de otras cadenas. Para mí es un auténtico orgullo, sigo flipando cada día y ojalá se mantenga así. Además, creo que todavía hay margen de mejora. Competimos contra programas que son de los más consolidados de sus cadenas. Wyoming, Carlos Sobera con First Dates que lo peta, y luego ya con los inicios de El hormiguero y La revuelta, que son, además, los que más foco tienen.
P. TVE ha anunciado recientemente la llegada de Trivial Pursuit con Egoitz Txurruka, tu compañero de ETB, ¿qué nos puedes contar de él?
Me alegro muchísimo por 'Txurru'. Es el mejor, porque tiene carisma y es superprofesional. Conoce los concursos, es divertido y espero que lo pete porque se lo merece. Y me alegro muchísimo, además de que en el fin de semana de Saber y ganar vaya a estar Rodrigo Vázquez. Aparte de buen compañero, me parece un profesional como la copa de un pino. Disfruto cuando a la gente maja que conozco le va bien. En este caso, es que los dos son dos cracks y buenas personas. A tope con el mundo de los concursos.
De Lingo a Cifras y letras, pasando por El comodín de La 1, los concursos están marcando —y lo seguirán haciendo— la carrera profesional de Aitor Albizua, que en pocos años ha saltado de la televisión autonómica vasca a la nacional como uno de los principales rostros de entretenimiento de Televisión Española.