Almudena Ariza defiende su labor en TVE ante la petición de cese por su posicionamiento sobre Israel y Gaza

Almudena Ariza, corresponsal de TVE en Jerusalén, ha protagonizado un cruce de declaraciones en la red social X (antes Twitter) que ha reavivado el debate sobre los límites del periodismo en contextos de guerra. El rostro de la cadena pública ha respondido con rotundidad a las acusaciones de parcialidad lanzadas por Joan Maria Piqué, quien cuestionó su enfoque informativo sobre el conflicto entre Israel y Palestina y llegó incluso a pedir su cese.

Todo comenzó cuando Ariza publicó un extenso hilo contextualizando el origen del conflicto. En uno de los mensajes, afirmaba que "el plan de partición de la ONU era profundamente injusto y fue impuesto sin acuerdo con los palestinos, que tenían mayoría demográfica y poseían la mayor parte de la tierra. Su rechazo no 'justifica' ninguna limpieza étnica posterior. Decir que 'Palestina quiere morir matando' es una frase deshumanizadora que ignora décadas de ocupación, colonización, bloqueo y represión".

"Además, Israel ha rechazado una paz real basada en el derecho internacional. Por ejemplo, sigue ampliando asentamientos ilegales. Hoy hablamos de crímenes de guerra y posible genocidio. Nada de lo ocurrido en 1947-48 justifica lo que está pasando en Gaza", escribía la veterana periodista en un interesante debate mantenido durante las últimas horas con varios usuarios sobre este conflicto.

A raíz de este análisis, Joan Maria Piqué —exresponsable de comunicación del Govern catalán— publicó un mensaje exigiendo públicamente el cese de Ariza como corresponsal: "Almudena: con este relato, ¿cómo pretendes que alguien crea que nada de lo que dices es mínimamente ecuánime? No dudo de tu honestidad, pero además debes aparentarla, como la mujer del César. Se te envía allá y se te paga con fondos públicos para que expliques la verdad, no tus discursos de activista".

"Has tomado partido por uno de los bandos y esto te incapacita como periodista. No estás en condiciones de ofrecer un relato imparcial. Totalmente fuera de lugar. La dirección de RTVE debería relevarte inmediatamente", escribía muy duro Piqué, demandando la toma de medidas por parte de José Pablo López con su corresponsal.

Ariza no se quedaba callada ante este mensaje, respondiéndole con la misma contundencia a través de un nuevo comentario que ha generado un notable impacto en las redes sociales: “Yo no puedo ser neutral ante la masacre de civiles. Ningún periodista honesto debería serlo. Eso no es activismo, es ética profesional. Informar sobre crímenes y sufrimiento civil es una obligación, no una opción. Y eso es precisamente lo que debe hacer un periodista de servicio público”, sentenció.

Con estas palabras, la periodista subrayó que su trabajo responde a principios éticos y profesionales, rechazando frontalmente la idea de que denunciar violaciones de derechos humanos implique una falta de imparcialidad. Lejos de retractarse, Ariza reivindicó el deber de informar con rigor, pero sin equidistancias ante hechos que considera innegables: la muerte masiva de civiles y la devastación humanitaria en Gaza.

El intercambio ha sido ampliamente seguido en redes sociales y ha reavivado una vieja tensión entre quienes exigen neutralidad total en la labor periodística y quienes defienden que la cobertura de una guerra no puede ignorar la dimensión humana y los abusos documentados. Ariza, por su parte, ha dejado clara su posición: informar con claridad ante la tragedia no es activismo, es periodismo.