Joaquín Padilla, cantante de 'La ruleta de la suerte', responde a las críticas por sus versiones y calla bocas: "No hay ensayos"

Joaquín Padilla, voz inconfundible de La ruleta de la suerte, ha roto su silencio ante las críticas que recibe en redes sociales por sus interpretaciones diarias de canciones populares en el concurso de Antena 3. Lo ha hecho en una entrevista distendida en el canal de Twitch de Reckyem, donde el músico se ha mostrado directo, dolido por el daño personal y familiar que puede causar el acoso digital, pero también firme en su compromiso con la profesión y con lo que hace; tanto que sus palabras se han hecho ahora virales en las redes sociales, pese a que su charla lleva colgada desde mediados del pasado mes.

“Te voy a decir la verdad, a mí el odio que recibo me la trae al pairo”, soltó Padilla sin rodeos, evidenciando que ha aprendido a relativizar los ataques, aunque no es ajeno al dolor que pueden provocar. Especialmente cuando esos dardos atraviesan su vida familiar: “El único día que hubiera matado a personas es el día que mi hija de nueve años me llamó llorando porque había visto un vídeo en TikTok donde decían que era lo peor”, confesó, condenando este tipo de linchamientos públicos cuando, además, hay mucho desconocimiento sobre el trabajo que lleva a cabo.

Porque, precisamente, lo que Padilla quiso en esta charla es contextualizar la dificultad técnica y logística de su trabajo en el programa, una que resulta muy ajena a los espectadores, desconocedores de cómo se lleva a cabo su intervención en La ruleta de la suerte. Lejos del imaginario de un cantante con semanas de ensayo y una banda completa detrás, su realidad es mucho más precaria: “No hay ensayo. A mí lo que me muestran es un link de YouTube el día antes”, explicó. Pese a ello, consigue adaptar y ejecutar cada día varios estilos musicales, desde pop español hasta heavy metal, en un tiempo récord y acompañado solo por dos músicos más.

El vocalista, también conocido por su trayectoria con el grupo Iguana Tango, recalcó que quienes de verdad entienden el oficio valoran su labor: “Yo hago un tema de David de María y él me escribe 'gracias, qué difícil lo que haces'. La profesión lo sabe. Hago un tema de Niña Pastori y lo destrozo, pero pon a Niña Pastori a hacer uno de Obús sin ensayar, y también lo va a destrozar”.

A la crítica destructiva en redes sociales, Padilla responde con profesionalidad y un mensaje claro: “Hay mucha maldad. Hay gente que pone que eres un gilipollas, pero es que en el mensaje te enlaza para que lo veas, y también al programa, para que lo vean en tu trabajo. Si eres una persona menos fuerte o eres una persona que tiene problemas, porque todos tenemos algún momento de bajón o estás depre, hay peña que puede tomar decisiones equivocadas, que le puede generar un problema a una persona”, reflexiona.

Afortunadamente, no es su caso, o eso se deduce de sus claras respuestas, por lo que Joaquín opta por no prestar demasiada atención a lo que se dice de él. Frente a esa marea, Padilla encuentra refugio en el reconocimiento de sus compañeros de profesión y la tranquilidad de estar haciendo lo que ama: cantar. A diario, y sin red.