El Consejo de Informativos alza la voz contra 'La familia de la tele': urge a TVE a tomar medidas en un duro comunicado

La reciente cobertura de La familia de la tele sobre la elección del nuevo papa León XIV ha desatado una oleada de críticas internas dentro de RTVE. El Consejo de Informativos de la Corporación ha emitido un contundente comunicado en el que censura la decisión del programa de enviar a la reportera Marta Riesco a Roma, cuestionando tanto la idoneidad del formato como el impacto que este tipo de intervenciones puede tener sobre la credibilidad del servicio público.

En el texto, difundido este viernes 9 de mayo, el órgano que representa a los profesionales de la información en TVE lanza una advertencia directa: “El Consejo de Informativos de TVE urge a la presidencia y al Consejo de Administración de RTVE a actuar para que el programa La familia de la tele no merme la credibilidad de nuestros servicios informativos ni perjudique nuestra imagen de marca”.

La principal queja tiene que ver con lo simbólico y lo estratégico. Riesco, que forma parte del equipo del nuevo magacín vespertino producido por La Osa Producciones, fue enviada al Vaticano con micrófono de RTVE en mano, pese a tratarse de “un evento claramente informativo” cubierto en profundidad por los servicios informativos de la cadena. Según el Consejo, “ni el tono ni la forma de este programa es lo que se espera de una televisión pública en un evento de esta importancia”. Además, subrayan que los profesionales desplazados desde Informativos “llevan largas jornadas en Roma informando con seriedad y rigor sobre el cónclave”.

Precisamente a esos profesionales arropan desde el Consejo de Informativos, destacando por encima de todo que "merecen respeto", tanto ellos como los espectadores, aplaudiendo el gran trabajo realizado durante estos días: "Les felicitamos por estar a la altura de la función de servicio público que tenemos encomendada. Ponemos en valor, además, la capacidad de reacción de la dirección, interrumpiendo la programación para abrir paso a los servicios informativos en el desenlace del cónclave".

El comunicado, además de denunciar el caso concreto, insiste en la necesidad de preservar la línea que separa la información del entretenimiento dentro de RTVE, advirtiendo de que difuminar esa frontera puede socavar la función de servicio público encomendada a los medios estatales.

Una conexión breve, pero muy visible

La protesta del Consejo de Informativos se produce tras una única conexión que La familia de la tele realizó este jueves, 8 de mayo, con Marta Riesco, enviada especial al Vaticano para seguir los últimos compases del cónclave. Su intervención, breve y sin el tono humorístico y mordaz que la caracteriza, se limitó a explicar la situación en ese momento y a entrevistar a un grupo de monjas, a quienes preguntó —con un enfoque más social que doctrinal— sobre sus expectativas ante el nuevo papa y el papel de la mujer en la Iglesia, en una conexión muy similar a la llevada a cabo por sus compañeras de informativos a pie de calle horas después en el especial Habemus papam.

Porque la aparición de Riesco no coincidió con la fumata blanca que anunció la elección del nuevo pontífice, una que llevó a RTVE a interrumpir la emisión del programa y volcar su programación en la cobertura informativa en directo. La segunda parte del magacín fue cancelada, con los servicios informativos tomando el relevo. Desde entonces, el debate sobre los límites del entretenimiento en una televisión pública se ha reavivado dentro de la Corporación, donde diferentes sectores no parecen haber acogido con los brazos abiertos al equipo del nuevo magacín.

Con este primer aviso formal, el Consejo de Informativos deja clara su postura: la cobertura informativa, especialmente en momentos de gran calado internacional, debe seguir unos estándares que no se ven reflejados en el estilo de La familia de la tele. Un toque de atención que, sin duda, marca un antes y un después en la convivencia entre formatos dentro de la parrilla de La 1.