Advierten a Marco Martínez, reportero de 'Apatrullando', en el barrio más pobre de España: "Ten cuidadito"
Algunos habitantes de una humilde localidad sevillana han recibido a gritos al equipo de La Sexta: "Aquí que no nos graben"
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El trabajo de los reporteros a pie de calle conlleva sus riesgos. Aun así, muchos son los valientes que se adentran en algunas de las zonas más conflictivas (o conocidas por ello, no siempre el prejuicio se corresponde con la realidad) para relatar las vivencias que allí suceden. Ha sido el caso de Marco Martínez, reportero de Apatrullando, que se ha adentrado en el humilde barrio de Torreblanca, Sevilla.
Mientras Jalis de la Serna entraba de lleno en La Moraleja y se topaba con rostros tan inesperados como el de Víctor de Aldama, la otra mitad de su equipo acudía al polo opuesto, al punto más decrépito y modesto de España. Se trata de Torreblanca, en Sevilla, donde sus propios habitantes han descrito la cruda manera de vivir que llevan allí.
A su llegada, los trabajadores de La Sexta han ido percibiendo señales de que no todos los ciudadanos acogían su visita de manera acogedora. Al ver las cámaras, muchos vecinos se escondían o salían corriendo, mientras que otros algo menos vergonzosos simplemente le indicaban al cámara que no dirigiese la cámara hacia ellos. Lo cierto es que el trato no ha sido en ningún momento agresivo, aunque se ha percibido cierta tensión en el ambiente.
Un valioso aviso: "Hay gente a la que no le gustan las cámaras"
Otro aspecto que ha destacado el reportero es la llamativa presencia de perros de presa, algo que para él evidencia la inseguridad que sienten algunos vecinos y pone en manifiesto su necesidad de protección, puesto que algunos habitantes denuncian que la Policía les habría dado de lado. En la zona más pobre del barrio, constituida por casas bajas y negocios modestos escondidos tras las ventanas de las casas, el equipo ha hablado con una mujer que ha compartido con ellos una reivindicación sobre la gente de la zona, además de una advertencia.
"Este barrio se ha quedado como un 'ahí os quedáis'. Todo está muy lejos", contaba mientras otra vecina gritaba a metros de distancia: "No critiquéis el barrio, que aquí hay muy buenas personas". De acuerdo con ella, ha continuado su descripción: "Aquí nos tienen abandonaditas, que nos han dejado de la mano de Dios".
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Entonces, justo antes de que el reportero continuase su camino, le ha lanzado una inesperada advertencia: "Ten cuidadito, ¿vale?". Atemorizado, ha preguntado de qué o de quién debía tener miedo, a lo que la mujer no ha desvelado una identidad: "No pasa nada, pero yo qué sé. Hay gente a la que no le gustan las cámaras en todos lados". Finalmente, Apatrullando ha podido finalizar las grabaciones sin tener que lamentar ningún conflicto.
El trabajo de los reporteros a pie de calle conlleva sus riesgos. Aun así, muchos son los valientes que se adentran en algunas de las zonas más conflictivas (o conocidas por ello, no siempre el prejuicio se corresponde con la realidad) para relatar las vivencias que allí suceden. Ha sido el caso de Marco Martínez, reportero de Apatrullando, que se ha adentrado en el humilde barrio de Torreblanca, Sevilla.