La monumental bronca que obliga a 'Supervivientes' a variar la escaleta de la gala

La gala de Carlos Sobera ha vuelto a tener que ser trastocada, antes de su emisión. El equipo de Supervivientes 2025 avisó a todos los telespectadores del fuerte encontronazo ocurrido a la vez en las dos playas y que obligaba a reunirlos de manera extraordinaria.

Poseidón ha revuelto por completo la convivencia de Furia y Calma. Una histórica bronca jamás ocurrida durante el transcurso de esta edición, hizo que el programa de Telecinco variase los planes, tal y como comunicó el presentador nada más arrancar una nueva jornada de Tierra de nadie.

El programa tuvo que convocarlos de urgencia para abordar la tremenda pelea por la comida

Todo parte de un pergamino entregado por el equipo de Honduras a las dos playas para que ejecutaran un particular juego de recompensa. Sin ellos saberlo, el premio sería individual, pero la realización de la prueba era obligatoriamente conjunta. Con un tiempo establecido, los integrantes de cada isla debió afanarse por encontrar varias piedras dotadas con comida o utensilios para la supervivencia.

Sin embargo, no todos los participantes lograron dar con piedras y solo los que sí gozaron de esta suerte disfrutaron de la recompensa. Gafas para la pesca, una esterilla, pero también una buena porción de tarta, una rosquilla dulce, alitas fritas con patatas o una enorme tortilla de trigo, fueron algunas de las cosas que hicieron saltar las playas por los aires. Si tuvieron la opción de compartirlo con uno de ellos, pero dejaron a Carmen y Montoya fuera.

Una bronca entre los de Furia y Calma que no fue posible abordar en una simple conexión. El espacio de Telecinco vio oportuno convocarlos a todos ellos a un oráculo especial, con Laura Madrueño, tras la monumental contienda verbal, a gritos y hasta con llantos sin consuelo. Carmen Alcayde, Pelayo, Montoya, Makoke o Anita, fueron algunos de los protagonistas.

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Á. Roldán

Sin embargo, la reunión extraordinaria para exhibir sobre la mesa toda la polémica no fue suficiente, ya que fue a más. El presentador tuvo que poner orden en numerosas ocasiones e incluso suplicar que no se faltasen al respeto. Finalmente, Montoya y Carmen Alcayde fueron los dos únicos concursantes que no tuvieron el privilegio del juego.