Se la cuelan al equipo de 'El diario de Jorge': "No quería venir para nada. Han estado disimulando"

Es la primera vez que sucede en El diario de Jorge, que se sepa. Los invitados del programa acuden a ciegas, sin saber quién los convoca, pero en el caso de Samara y sus hermanos, los sorprendidos han terminado siendo los trabajadores del programa de Telecinco.

Se trataba del testimonio más trascendental de la tarde y con el que Jorge Javier Vázquez cebó la jornada, en el consabido paso de testigo de Tardear. Una joven acudía a televisión a conocer en persona a sus cuatro hermanos por parte de padre, ya que a ella la abandonó cuando era una niña.

Todos los invitados reconocieron en directo haberse saltado las normas del programa

Todo parecía ir con completa normalidad. Tras su entrevista, el presentador citó a los cuatro invitados que, en principio, no sabían por qué estaban en televisión. Jorge Javier jugó a su clásico despiste para avivar los nervios, hasta que les enseñó unos mensajes de texto en los que la persona anónima les revelaba que era su hermana "y no queréis saber nada".

Admitieron no saber de quién se trataba, aunque, ahondando en el asunto, sí que dudaron de que pudiera ser su hermana. Nunca se lo contaron a su padre y ahora estaban dispuestos a recibir en plató a Samara. El reencuentro llamó poderosamente la atención del conductor de Telecinco, ante el intenso sentimiento que transmitieron al verse: "Algo ha sucedido ahí...".

Uno de ellos lo excusó en "el olor a familia que desprende", pero no coló. Fue la propia invitada quien desmontó el pastel, en directo: "Voy a contar yo lo que es. Yo no quería venir aquí para nada y les pregunté a ellos antes. Han estado disimulando, pero ellos saben perfectamente lo que hay". "Me he quedado a cuadros", confesó el presentador, completamente en shock.

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Á. Roldán

"Esto era sorpresa, pero yo no iba a venir aquí si ellos no iban a venir. Yo les pregunté antes", insistió Samara, reconociendo al mismo tiempo que se la acababan de colar al espacio televisivo, saltándose una de las principales normas de no comunicarse que con la otra parte.