Ana Rosa Quintana revela el desconocido gesto que tuvo el papa Francisco con ella durante su cáncer: "Para que me recuperase"

La muerte del Papa Francisco I ha impactado a millones de personas en todo el mundo, y también ha removido recuerdos íntimos en quienes, de una forma u otra, sintieron la cercanía del pontífice argentino. Uno de esos momentos se vivió este lunes, 21 de abril, en El programa de AR, donde lo que comenzaba como una cobertura informativa se convirtió en una secuencia profundamente emotiva, protagonizada por Ana Rosa Quintana y uno de sus colaboradores para tan importante cita informativa.

Mientras el programa analizaba la repercusión internacional de la noticia y contaba con la presencia del periodista José Beltrán, experto en información religiosa, Máximo Huerta evocaba la elección del Papa como un momento que le marcó. Pero fue Ana Rosa quien terminó sorprendiendo a la audiencia con una revelación desconocida hasta ahora: durante su tratamiento contra el cáncer, el Papa Francisco bendijo personalmente un rosario para ella.

“Yo tengo que decir que José Beltrán, sin conocernos, cuando yo estaba malita, estaba en plena quimioterapia y me hizo llegar por un amigo común, un rosario del Papa Francisco, bendecido, con su escudo”, confesó visiblemente emocionada la presentadora. La emoción la obligó a hacer una pausa, dejando claro que se trataba de un recuerdo muy personal y todavía muy presente. “Bendecido especialmente para que me recuperara, algo habrá hecho”, añadió entre sonrisas y lágrimas contenidas.

El propio Beltrán explicaba acto seguido cómo se produjo aquel gesto entre bastidores del Vaticano: “Fue en uno de los encuentros con el Papa, mi vocación de periodista tiene mucho que ver con la profesionalidad de Ana y en un momento dado, sentí mucho el trance por el que estabas pasando y coincidió con que era uno de esos encuentros con el Papa Francisco, siempre solían ser a las tres, cuatro de la tarde y se lo planteé”, relató el periodista.

“Le dije: ‘Mire, Francisco, hay una presentadora española, es creyente, y aunque no lo fuera también lo hubiera hecho, que está pasando por una situación complicada. No sé si me puede bendecir uno de los rosarios’”, prosiguió. “Y efectivamente, cogió uno de los rosarios y lo bendijo con otros tantos, y él sabía perfectamente que ese rosario era para Ana Rosa Quintana. Así te lo hice llegar y hasta ahora lo hemos mantenido en secreto”.

La confesión pilló a todos por sorpresa y cerró un momento televisivo insólito por su autenticidad: “Lo tengo en casa, lo voy a traer, ya que lo hemos hablado, para que todo el mundo pueda verlo”, prometió Ana Rosa, dispuesta a compartir con su audiencia uno de los recuerdos más especiales de ese duro trance de su vida. En un plató acostumbrado a la política y la actualidad más cruda, la espiritualidad encontró un lugar inesperado y sincero, justo el día en que el mundo decía adiós a un Papa que, según parece, también dejó huella mucho más allá de la Iglesia.