El marido de Laura Cuevas se planta en 'Supervivientes 2025': abandona su segundo reencuentro en plena trifulca

La relación entre Laura Cuevas y Carlos Calderón no pasa por su mejor momento. Después de un primer reencuentro en Honduras en el que no lograron nada más que motivar un llamamiento a la audiencia por parte de la concursante, el programa los ha vuelto a unir con una última oportunidad para su matrimonio. Lejos de aprovecharla, han salido todavía más perjudicados.

Quizás no es la que más pesca o la que más pruebas gana, pero Laura Cuevas es una de las protagonistas indiscutibles de Supervivientes 2025. A sus reiterados conflictos con Makoke se suma ahora la polémica con su marido, con quien se ha reencontrado en los últimos días a consecuencias de las declaraciones por ambos desde la playa y desde el plató del programa, respectivamente.

Su primer cara a cara no fue tranquilo, sino más bien una guerra de ataques y reproches en la que no consiguieron avanzar hacia un punto común. De hecho, incluso la participante ha llegado a hacer un llamamiento a los espectadores, ya que se considera incapaz de permanecer en el concurso de Telecinco por la inestabilidad que le ha generado el conflicto: "No voy a abandonar, pero no me encuentro con ánimos después de toda la información recibida".

El programa ha vuelto a reunirles para exponerles a una segunda conversación, esta vez en el puente de la concordia, una dinámica habitual en esta edición del formato para facilitar la resolución de los conflictos en las que cada afectado debe cruzar las tablas de un puente de madera y cada una de ellas lleva escrito el nombre de uno de los focos de su pelea.

Carlos, sin esperanzas: "Tenemos menos futuro que un palo con vértigo"

Ambos han manifestado sus quejas y vertido su rabia, su ira y su indignación contra el otro, incapaces de escucharse por completo y de abogar por la comprensión y la empatía, de modo que todo apuntaba a que el desenlace sería similar al de su primer encuentro. Desafortunadamente, ha sido mucho peor de lo imaginable. Una de las molestias del joven estaba relacionada con el uso del teléfono por parte de Cuevas, puesto que en la vivienda familiar se queda con el móvil hasta altas horas de la madrugada y esto genera inseguridad a su pareja.

Ella ha tratado de justificarse: "Estoy siempre con el teléfono porque es el único entretenimiento que tengo. A partir de ahora voy a salir de compras con Joshua y con Pelayo...". Sin embargo, Carlos se lo ha tomado como una provocación y lo ha interpretado como una alusión a un futuro por separado, por lo que se ha dado la vuelta y ha saltado del puente dejándola con la palabra en la boca y sin tener en cuenta el devenir del programa.

Tal era su vehemencia que ni siquiera se ha acordado del equipo técnico que lleva incorporado y que supone un gasto considerable para la organización del espacio de supervivencia, puesto que ha saltado al agua llevándose por delante el micrófono. Para evitar más riesgos, Carlos Sobera le ha indicado a Laura Cuevas que no imitase el comportamiento de su marido.

De todos modos, la última valoración que había realizado desde el puente tampoco había sido positiva: "Tenemos menos futuro que un palomo con vértigo". De nuevo en la palapa junto a sus compañeros, Laura se ha mostrado visiblemente afectada y ha reiterado su llamamiento a la audiencia. "Yo me quiero ir de aquí", ha repetido hasta en cuatro ocasiones en apenas un minuto.