Terremoto por el Barça en 'First Dates': dos solteras rivalizan por "una obsesión" y sus diferencias deportivas

En First Dates, muchos acuden al programa preocupados por las diferencias sustanciales con sus citas que puedan suponer una traba en las relaciones posiblemente venideras. A algunos les preocupa la ideología y a otros la procedencia o, por ejemplo, el sexo. Por su parte, Miriam lo tiene claro: es forofa del FC Barcelona, un equipo fundamental en su vida, y no ha dudado en expresarlo en el espacio presentado por Carlos Sobera.

Para nada discreta, Miriam se ha presentado en el espacio de citas de Cuatro con una clara referencia deportiva en su indumentaria: la bufanda del equipo alrededor de su cuello. "El momento más inolvidable que tengo ahora mismo siendo culé es la remontada contra el PSG", detallaba demostrado su absoluto fanatismo por el equipo masculino. Tanto es así que incluso ha llegado a condicionar su desarrollo amoroso: "Me he centrado más en mi afición que en encontrar una persona".

Tras una extensa conversación futbolística con el presentador, ha llegado el momento de conocer la soltera seleccionada por el programa, a la que Miriam deseaba conocer para "disfrutar los partidos del Barça juntas y que me atrajera físicamente por si luego surge algo más". Afortunadamente, su cita ha cumplido la principal de sus peticiones, puesto que también ha entrado al restaurante de First Dates referenciando al equipo con un brazalete en su brazo e incluso llevando un balón en sus manos con el que ha jugado a dar toques de cabeza.

Cristina es "del Barça a muerte", algo que indudablemente las unes a pesar de la falta de atracción que ha experimentado Miriam tan pronto la ha visto: "Físicamente, no me ha atraído". Pero ese no ha sido el mayor de sus disgustos, sino la decepción al descubrir que no están tan unidas por el fútbol como ella ha podido haber llegado a creer en un primer momento.

Cristina, harta de la conversación deportiva: "Ocupa demasiado con el fútbol, tiene una obsesión"

"Voy a ver mucho el femenino, que me gusta", decía Cristina arrancado el tema de conversación deportivo. Una sola oración ha sido suficiente para causar rechazo en Miriam: "Nunca he ido a ver el femenino y no le tengo ni atracción". "Pues está super chulo verlas jugar, mejor que a los hombres", le ha contestado Cristina para nada ofendida, sino animándola a probar algo nuevo.

Sin embargo, en los totales Miriam se ha mostrado todavía más indispuesta a hacerlo: "Algún partido que he visto del fútbol femenino, veo que les falta agresividad en el juego, posicionamiento, táctica... No, no me atrae". Y aunque pueda parecer algo de poca trascendencia para una relación, ha sido Cristina quien ha descrito la importancia que tiene para ella a consecuencia de una experiencia personal.

"Llevo 17 años siguiendo al Barça, al B, viajaba mucho para ver todos los partidos por España. Entonces, para mí, ver a las chicas como juegan después de donde vengo yo, para mí es importante donde han llegado", ha explicado a su soltera. En la mesa, tampoco han estado del todo de acuerdo en el nivel de su fanatismo. Miriam lo deja todo para poder ver un partido, mientras que Cristina es capaz de anteponer diferentes eventos, como una cena como amigos: "He priorizado otras cosas que me merecen más".

Finalmente, Cristina también ha confesado en los totales no haber sentido un despertar de atracción física respecto a su cita: "La veo como desgastada, como si no se hubiera cuidado. Quizás la genética, que la suya no es tan buena como la mía". La decisión de Cristina parecía clara, ya que no ha sentido que encajase en la vida de Miriam: "No tiene otras cosas porque ocupa demasiado con el fútbol. Si lo quitara, podría hacer otras, pero tiene una obsesión".

Así, se lo ha trasladado a su cita en la decisión final: "Solo tenemos en común que somos del Barça, yo aspiro a más cosas en la vida". "Pienso lo mismo que tú", le ha correspondido antes de despedirse como la promesa de saludarse cuando coincidan en los futuros partidos.