"Como un monje": Manuel Carrasco confiesa en 'Late Xou' lo que evita hacer los días de concierto y sorprende a muchos

Manuel Carrasco desveló en su visita a Late Xou uno de sus rituales más curiosos antes de subirse al escenario. "El día del concierto no hablo", confesó entre risas al presentador Marc Giró, dejando atónito al público con su método para proteger la voz. El cantante explicó al presentar el tour de su nuevo trabajo, Salvaje, que durante sus giras adopta una disciplina casi espiritual: hace yoga, va al gimnasio, cuida la alimentación y, sobre todo, guarda silencio absoluto.

“Como un monje”, dijo Carrasco, provocando la carcajada de los asistentes al plató. Lo hace, explicó, porque teme que cualquier palabra pueda dañar su voz. Cuando Giró le preguntó cómo se comunica en esas jornadas de mutismo, el artista confesó que tira de móvil, gestos e incluso la ayuda de su mujer.

“Ella me ayuda bastante”, dijo con humor, reconociendo que a veces su pareja ya está “hasta el gorro” de sus manías pre concierto. Aun así, no llega al extremo de escribir en papel, como bromeó el presentador, aunque sí reconoce que la tensión se multiplica cuando tiene varios conciertos seguidos.

El intérprete de ‘Qué bonito es querer’ también habló de los nervios que le generan las actuaciones en directo. “Soy muy sufrido para esto”, aseguró. “Casi vomito, me entran arcadas, se me afloja el cuerpo…”, explicó sobre el proceso que vive antes de cada show.

TE PUEDE INTERESAR

Casi medio millón de euros: así afronta Manuel Carrasco la injusta multa por cantar

B. Molina

Pese a ese torbellino interno, Carrasco lo da todo una vez pisa el escenario. “Luego salgo y parece que no”, dijo, dejando ver que, detrás de la serenidad que muestra ante el público, hay una preparación milimétrica y un gran respeto por su trabajo.

Su paso por el programa dejó momentos cómicos, confesiones sinceras y la imagen de un artista que, más allá del brillo del espectáculo, se toma su carrera con una mezcla de rigor, emoción y un punto de excentricidad que lo hace aún más cercano. “Es paranoia, quillo”, decía entre bromas, demostrando que incluso las supersticiones pueden formar parte del ritual de un gran músico.