Dardazo de Pelayo a Carlos Sobera, en otra gala de 'Supervivientes' desmontada por la tormenta

Por tercera vez en esta edición de Supervivientes 2025, a Carlos Sobera se le trastoca la gala de Tierra de nadie. Un nuevo temporal azota los Cayos Cochinos, tirando por completo los planes que tenían previstos, con juegos y ceremonias de salvación con los concursantes.

La lluvia ha vuelto a desmontar la escaleta del reality show de Telecinco. Una situación que ya se ha vivido en otras ocasiones, casualmente, coincidiendo con la conducción del también presentador de First Dates. Un detalle que ha visto oportuno recalcarle Pelayo Díaz durante el consabido saludo a su playa.

Laura alertó de inundaciones en el set de grabación y las conexiones dieron problemas

"Carlos, explícanos que tipo de maldición tienes tú con tus galas, que siempre nos llueve. Cuéntanoslo", interrumpió el estilista, dejando al vasco completamente en shock. Un auténtico dardazo, que también pudo venir a responder la mofa de Sobera, resumiendo el gran temporal que los ha dejado chorreando como "unas cuatro gotas".

Sin embargo, la experiencia de Sobera en el terreno televisivo supo sortear el bofetón sin manos del participante. "No, perdona. La lluvia es lo que necesita España y Honduras. Y yo se la traigo a España y a Honduras. ¡El agua es vida!", apuntó el rostro de Mediaset, desde el plató de Madrid.

Y es que, efectivamente, el equipo de Cuarzo TV ha tenido nuevamente serias complicaciones para poder realizar la gala. De hecho, parte de las pruebas fechadas para esta jornada han tenido que ser improvisadas. Los primeros en evidenciar este contratiempo ha sido Playa Misterio, teniendo que jugar en la Palapa, a refugio, en un juego de diez minutos para conseguir de nuevo el fuego y algo de comida.

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Á. R

Tampoco les fue posible conectar con algunos protagonistas durante el clásico saludo inicial. Tras esta citada conexión con Pelayo y los compañeros de su playa, en Furia, el presentador tuvo imposible la señal para charlar con los participantes de Playa Calma, debido a las fuertes rachas de viento y a la lluvia, que incluso estaban provocando inundaciones en zonas del set de grabación.