"No voy a responder a eso": corta de golpe a su cita en 'First Dates' por una pregunta demasiado explícita

Los comensales de First Dates pueden salir de su cita tan enamorados como desencantados, nunca se sabe lo que el destino les depara a los solteros que reúne Carlos Sobera noche tras noche. Marta no ha podido estar más descontenta con la elección del programa para ella, algo que no ha dudado en manifestar y que ha torpedeado por completo su velada con Maximiliano.

Marta ha acudido al espacio de citas de Cuatro con la esperanza de encontrar un hombre que valga la pena, uno que no la mande a terapia como ha admitido que ya le ha pasado: "Me han hecho daño". "Me encanta querer, soy fan del amor", decía justo antes de ver a su cita entrar por la puerta del programa y venirse abajo automáticamente por su apariencia: "Yo lo veo y digo 'no es mi tipo". "A ver que pasa, quizás es la mejor persona que he conocido", decía intentando buscar esperanza en los totales.

Maximiliano, que prefiere que le llamen Maxi, es biólogo uruguayo y no encajaba en sus perspectivas físicas, pero aun así ha aceptado la velada y ambos se han dispuesto a empezar a conocerse. Unidos por el doctorado y la ciencia (Marta lo realiza en psicología), han arrancado la noche con al menos un punto en común, a la espera de que llegase la química.

De hecho, a Maxi sí le ha gustado la joven: "Es una chica atractiva, bastante más baja que yo, cosa que es interesante porque me gustan las chicas más bajas. Tiene un cuerpo que, con esos tatuajes, se luce mucho. Todo bien". Y poco a poco, durante la cena, se ha ido encontrando con una persona que encajaba en sus perspectivas de pareja: "Tiene un carisma angelical que es un plus a la hora de hablar con ella. Siempre está poniéndole humor a las situaciones, es una chica guay".

Marta, contundente: "No es el tema que yo sacaría en una primera cita"

En torno a la mitad de la velada, han jugado al popular rasca del amor que el programa propone a algunos participantes. Así, Maxi leía las preguntas y la joven debía contestarlas, pero se ha negado a hacerlo en la primera de ellas. "¿Qué postura sexual te vuelve loca?", ha recitado el uruguayo, a lo que la de Cádiz ha respondido con un sonoro rechazo: "No voy a contestar a eso".

Una determinación unánime

En los totales, Maxi ha admitido que la situación le ha hecho sentir cierta desconfianza: "A mí no hablar de sexo me parece poco honesto porque si bien nosotros compartimos mucha charla desde lo intelectual, también somos más viscerales, más animales, tenemos el imperativo biológico que es la reproducción y el deseo sexual y toda esa cuestión que nos engloba como personas".

Es la misma idea que ha tratado de transmitirle a Marta durante la cena, que se ha mantenido firme: "No es el tema que yo sacaría en una primera cita". Y aunque también le ha mostrado gratitud por su reflexión, fuera de la mesa se ha mofado admitiendo no haberla comprendido. El juego incluía más preguntas de índole sexual, lo que ha generado más incomodidad en la joven y, por ende, más desconfianza por parte de Maxi: "Me dio la sensación de que está ocultando mucho pasado o que está enmascarando algo raro que a priori no puedo resolver".

Finalmente y como era de esperar, la decisión final de Marta ha sido clara: "No tendría una segunda cita porque no ha habido esa conexión que esperaba". Del mismo modo, Maximiliano también la ha rechazado: "No tendría una segunda cita contigo, al menos en términos amorosos. Había cuestiones importantes que tendría que haber conocido, estabas ocultando de alguna forma. En otra vida".