La "intuición" juega una mala pasada a Alberto Contador, que pierde la mitad de su premio en '¿Quién quiere ser millonario?'

Tras Antonio de la Torre y Raquel Sánchez Silva, Alberto Contador ha sido el tercer jugador de la noche en el estreno de la nueva temporada de ¿Quién quiere ser millonario? en La Sexta. A diferencia de sus predecesores, que fueron con pies de plomo, el ciclista ha confiado en exceso en su propio criterio y eso le ha hecho quedarse con tan solo 15.000 euros, el doble de lo que se podría haber llevado.

Alberto Contador ha convertido su partida en ¿Quién quiere ser millonario? al escoger su propia fundación como la beneficiaria del rédito económico que obtuviese. Se trata de una causa que "difunde y apoya el hictus", una enfermedad que él mismo sufrió en 2004. Aunque no ha logrado llegar a lo más alto de la tabla en el concurso presentado por Juanra Bonet, se ha podido llevar al menos un buen pico.

El concursante ha arrancado absolutamente galáctico, como en una maratón. Se ha llevado por delante las cinco primeras preguntas sin apenas despeinarse, las ha acertado todas sin dudar y sin gastar ninguno de los tres comodines de los que dispone (el del público, el de la llamada y el que reduce a la mitad las posibles respuestas). ¿El hilo conductor de sus aciertos? Su reiteradamente mencionada "intuición".

De hecho, ha gastado en primer lugar el comodín de la llamada y el del público, pero no por total desconocimiento, sino por cerciorarse de que las opciones que él mismo contemplaba como correctas. Lo mismo ha ocurrido con el tercer comodín, que no le ha servido de demasiado, puesto que, efectivamente, eliminó dos de las respuestas que él ya había descartado con anterioridad.

Tras sobrepasar el segundo seguro, que le aseguraba el premio de 15.000 euros para su asociación, se ha venido arriba en una de las preguntas más complejas de la noche por su especificidad. "¿Cuál de estos papas desempeñó su mandato hace más tiempo", decía la pregunta recitada por el presentador. Entre León XIII, Pío X, Benedicto XV y Juan XXIII, el jugador se ha decantado casi sin pensarlo por el segundo.

Desafortunadamente, la respuesta correcta es León XIII, por lo que ha perdido los 30.000 que estaban en juego en esta undécima ronda. Al menos, se ha podido conformar con los 15.000 euros que se había asegurado con el segundo seguro, marcado por sí mismo al inicio del juego. "La he cagado", decía con humor y cierto remordimiento, puesto si se hubiese plantado en ese momento se habría llevado 5.000 euros más.