"He metido el dedo": Manuel Díaz 'El Cordobés' sufre un peligroso percance con una sierra eléctrica en 'El desafío'

Anoche, en El desafío, Manuel Díaz El Cordobés tuvo que cortar una furgoneta por la mitad con una sierra eléctrica. Desde el primer momento, el torero avisó del gran peligro de esta prueba: "Es una sierra fuerte y corta mucho. Hay que tener cuidado porque tienes las manos por medio y hay que ser un cauto ante cualquier fallo", explicó el diestro, que ya en los ensayos sufrió algún que otro susto.

"En algún momento se me ha escapado la sierra y te puedes cortar un buen tajo", reveló El Cordobés. Ante este riesgo, el equipo de Antena 3 blindó al torero con prendas de ropa anticorte. "Esto no es un juego", advirtió Manuel Díaz antes de comenzar este desafío. Además, anoche, Chenoa acudió como invitada al concurso de Atresmedia.

Lo cierto es que, en la pasada temporada, Chenoa realizó una prueba similar cuando cortó un coche por la mitad. Por lo que, para hacerla más complicada, el equipo de El desafío introdujo una furgoneta para ponérselo más difícil a El Cordobés. Ante las grandes dimensiones del vehículo, el torero contó con un arnés que lo elevó a lo más alto de la furgoneta.

"Suspendido en el aire, hay más peligro de que se le pueda escapar esta sierra endiablada", explicó Roberto Leal, que en los ensayos había presenciado cómo esto sucedía. Tras esto, El Cordobés dispuso de cuatro minutos parar cortar por la mitad la furgoneta. Sin embargo, nada más comenzar la prueba, al torero se le enganchó el dedo en la sierra.

Ante esto, Manuel Díaz dio un grito y preocupó a todos los presentes, pero continuó con su reto. Finalmente, en menos de tres minutos, el torero superó su desafío con éxito, aunque lo hizo con un rasguño: "Me ha enganchado un poco el dedo, menos mal que tenía el guante", confesó El Cordobés al acabar esta prueba.

"Ha sido en el dedo meñique. Cuando tenía la sierra pillada, he metido un poco el dedo y he metido un grito", le contó el torero a Roberto Leal. Sin embargo, El Cordobés le restó importancia a este accidente con una broma: "No pasa nada, aún me quedan otros nueve dedos".