"Tengo un trauma": Pablo Motos confiesa en 'El hormiguero' las consecuencias de sus peculiaridades alimenticias infantiles

A pesar de la extensa trayectoria profesional de Pablo Motos, a quien vemos en pantalla prácticamente a diario, todavía quedan pequeñas partes de su intimidad que no conocemos. El presentador se ha sincerado en El hormiguero este martes, 18 de marzo, sobre su desarrollo alimenticio en la infancia, lo que asegura haberle causado un "trauma justificado".

Mientras que David Broncano entrevistaba a Lia Kali, Pablo Motos ha contado esta noche con la visita del cantautor Manuel Alejandro. No obstante, la anécdota del presentador no se ha dado a conocer durante su intervención, sino en la posterior tertulia que suele emitir el formato estrella de Antena 3 antes de despedirse de los espectadores, en la que este martes han participado Juan del Val, Rubén Amón, María Dabán y Rosa Belmonte.

Cuando comentaban algunas de las noticias más curiosas del día, han destacado las declaraciones del pediatra Carlos González sobre una costumbre habitual entre los padres: "Insiste en su pódcast en que a los niños no hay que obligarles a comer cosas que no les gustan porque acaban odiándolo". "Me afecta", ha admitido entre las risas de sus compañeros de mesa, conocedores de su mala relación con algunos alimentos. "Tú comes tres cosas", se burlaba Juan del Val.

El "trauma" de Motos con las acelgas: "Me las pone para desayunar"

Motivado por los comentarios de los mismos, ha narrado el origen de esta circunstancia: "Si yo tuviese que darle la razón a este señor, se la daba. A mí me dice un día mi padre que iba a comer verduras. Yo dije que no, no era el niño más fácil del mundo tampoco, y mi padre me pone para empezar un plato de acelgas". "Yo me quedé sin comer y dice '¿no las quieres para comer? Las tendrás para cenar' y por la noche me puso las acelgas", ha añadido.

No obstante, el drama no acabó ahí: "Al día siguiente, para desayunar me pone las acelgas. Dime si no tengo un trauma justificado". El pequeño Motos intentó hacer de tripas corazón engullendo la verdura, pero tampoco resultó adecuado para su progenitor, que trató de impedírselo: "Yo no como acelgas y mi madre me dijo 'Pablo, cómetelas porque no hay manera de darte comida por debajo de la mesa, que está tu padre vigilando'".

"A la hora de la comida, empiezo a tragar, quería que el plato desapareciese. Mi padre me dice 'no te las tragues porque te envenenarás' y cogí y empecé a suicidarme, suicidio por acelgas", ha culminado su relato entre risas. No obstante, ha considerado la robusta postura de su padre como un posible origen de su mala relación con las acelgas y sus similares: "Tal vez por eso a mí no me ha gustado mucho la verdura".