Por primera vez en 'Batalla de restaurantes', todos se niegan a comer por la alarmante situación del local

Lo nunca visto en Batalla de restaurantes. Ninguno de los contrincantes ni Alberto Chicote pudieron terminar de comer durante una de las visitas. La alarmante situación de salubridad que presentaba el establecimiento se hizo notar en los propios platos de la mesa.

La inspección ocular en Brasería Los Charros ya indicaba que no iba a terminar muy bien la jornada. "Esto está lleno de mierda, pero desde hace mucho tiempo", "Esto es una marranada. Me da asco", "Estaba muy sucio, muy cochino. Y había un visitante que me dio un poco de reparo. Nunca vendría aquí a comer", fueron los primeros comentarios al visitar la cocina, donde encontraron incluso cucarachas entre la comida.

"Deplorable, no me lo esperaba", resumió el propio propietario por las condiciones de su local

La situación en la cocina empeoró todavía más. La suciedad estaba presente en prácticamente todos los utensilios, como cuchillos, ollas o sartenes, además de las pésimas condiciones de la campana extractora. "Estos cuchillos hace que no se limpian... Esto es roña de siglos", "Es un cerdo, es bastante guarrete", apuntaban los contrincantes de Santiago Julio Rodríguez.

Ya sentados en la mesa, la cosa todavía fue a peor. En esta ocasión, era Alberto Chicote quien detectó "un pequeño problemita en la pared". Se trataba de otra cucaracha, que se encontraba pegada a los ladrillos vistos de la pared, justo delante de la mesa en la que estaban a punto de empezar a comer. "Igual no voy a comer mucho", anticipó uno de los jugadores ante lo que estaba viendo.

La explicación del propietario fue que el local se encontraba en el entorno del río y que, pese a que la empresa de plagas las mantiene a raya, siempre aparece alguna cucaracha por el fregadero. Pero no fue el único inconveniente de la visita: otra de las participantes encontró un trozo de morcilla bajo su plato, durante la cata.

Lo peor llegó con el segundo plato, momento en el que todos los presentes se negaron a seguir comiendo. Otra cucaracha hizo acto de presencia, esta vez dentro de uno de los platos de los jugadores: "Yo me voy. Pues, ya he comido. Me parece ilógico. Atónito estoy. Lo siento, pero no voy a comer nada", espetó el propietario de Marieta.

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Á. R

"La verdad es que a todos se nos ha quitado las ganas de todo", remató Alberto Chicote, pidiéndole la cuenta, que el dueño no quiso pasarles por la "lamentable" situación. "Deplorable, no me lo esperaba para nada", resumió el propio dueño del local, abochornado por lo ocurrido durante la grabación del programa.