Sandra Barneda ('La isla de las tentaciones'): "Me siento mala persona en las hogueras, pero forma parte del juego"

La isla de las tentaciones está a punto de despedir una de sus temporadas más triunfales, sin duda la más internacional gracias a la explosión mediática de Montoya. Por supuesto, otro de los grandes reclamos de esta edición, y de todas las anteriores, ha sido su maestra de ceremonias. Sandra Barneda se mueve por las villas de República Dominicana como pez en el agua en una demostración magistral de autoridad y empatía para con los participantes.

A escasas entregas de que los espectadores se despidan del formato a la espera de una muy posible novena temporada, El Confi TV ha podido charlar en exclusiva con la presentadora sobre el éxito en televisión y sus sensaciones durante la grabación de esta temporada tan violenta e impredecible, así como de las perspectivas de futuro del formato y las novedades que podrían incorporar, como ya hicieron este año con las hogueras mixtas.

PREGUNTA. ¿Cómo vives a nivel particular el éxito de La isla de las tentaciones?

RESPUESTA. Con mucha relatividad. Estoy muy feliz por el equipo porque es una producción y una grabación complicada. Al final, llevábamos siete ediciones juntos y somos prácticamente una familia. Hemos vivido una primera producción de pandemia, muchas cosas. Que esto ocurra en una octava edición es para celebrarlo.

A nivel personal y particular, pues con relatividad porque ya me pilla con unos años y es una locura que llegara a ser viral mundialmente, pero todo lo que sube baja y eso lo sabemos por la ley de gravedad y por la experiencia propia. Ahora estoy viviendo un momento muy dulce, pero a los profesionales que trabajamos no nos define ni el éxito ni el fracaso. Tenemos que estar preparados para sostener ambas y que eso no nos afecte. Es nuestro trabajo interno.

P. ¿Cómo crees que influye tu papel?

R. Cuando llevas tiempo haciendo un programa, yo creo que lo personalizas bastante. Las parejas ya me conocen e influye que me preocupe mucho por cuidarles. Entiendo que tienen que hacer un viaje, aunque a veces me parezca surrealista. Me olvido un poco y trato de sostener sus vaivenes emocionales y sus locuras, que podríamos tener todos, pero que están viviendo ellos.

Además, soy una persona muy pro amor, en las diferentes y más locas versiones. Siempre digo que a mí La isla de las tentaciones me ha hecho mejor persona porque muchas veces pude haber estado más encerrada en los prejuicios y los juicios de valor. Ahí intento colocarme en el lugar del otro continuamente.

P. Sobre ese cuidado a los concursantes que mencionas, ¿te permite disfrutar las grabaciones o sufres demasiado por ellos?

R. Te diría que a pachas. Hay veces que me divierto, pero también lo sufro mucho. Yo sé de antemano lo que está ocurriendo en cada villa y en las hogueras les mareo un poco hasta ponerles las imágenes y me siento un poco mala persona. Ellos ya saben que tú no les vas a poner la imagen que ellos necesitan, forma parte del juego de confianza, pero me siento un poco mala persona a veces.

Como soy muy pro amor, cuando veo a alguien sufriendo mucho me vengo abajo, emocionalmente me toca. Las hogueras no son fáciles, pero es un formato muy bonito de hacer, por otro lado. Es una experiencia rara porque hay una variable que ninguno puede medir y es cuando te separan de tu pareja y la ves cuando no está contigo. Ninguno sabe cómo va a reaccionar y es parte de la magia de La isla de las tentaciones.

P. ¿Eres capaz de empatizar con todos ellos? ¿Incluso con los primeros en tener un desliz?

R. ¡Sí! Es que cada uno viene con una mochila y tienen veinte años, no es lo mismo el reposo que puedes tener con mi edad que con la suya. Yo me coloco en su edad y estaba como las cabras, estaba poco sólida y podía ser más volátil. Además, todo va más rápido ahora y ya no me gusta el juicio de valor, prefiero la escucha y tratar de aprender. Claro, hay veces que es un impacto brutal en sus reacciones, me dejan loca por dentro.

P. En varias ocasiones, se hicieron virales vídeos en los que Montoya se acercaba a ti con sus expresiones tan características y sus muestras de cariño. ¿Cómo lo viviste?

R. Lo de Montoya fue un totum revolutum. Desde la primera entrada en la villa que tuve, recuerdo que empezó a gritar y se metió en la habitación, dije 'tengo que entrar ahí. ¿Qué le va a pasar a este chaval?', más que nada porque había unos gritos tremendos y me sentía mala persona. Yo les voy conociendo en función de lo que voy compartiendo con ellos, yo no sabía si era un exagerado o era de verdad.

Empezó esa locura al principio y me di cuenta de que es un atacado, de esas personas que se revolucionan y necesitan hablar, pero ni siquiera sabe lo que está diciendo porque no controla. Fue agotar para mí porque era interminablemente Montoya, pero al mismo tiempo viví momentos tiernos con él y me hacía reír. También me enfadaba con él, pero le llegué a entender. Con él he vivido veinte islas en intensidad, Montoya es muy intenso, pero entrañable al mismo tiempo. Todos llegan a sacar su punto de vulnerabilidad.

P. También fue muy comentado el momento en el que los chicos se escandalizan al ver a dos mujeres besándose. ¿Cómo fue para ti?

R. Creo que no se escandalizaron tanto porque fuesen dos mujeres, sino porque ellos no sabían que sus a sus novias podían gustarle las mujeres y lo consideraban una infidelidad más. Fue un poco malentendido ese momento, lo que fue es una provocación de ellas dos.

Esas hogueras te pillan en una intensidad total y dices cualquier cosa. A ver, también les paré porque cuando veo que los límites del respeto se están cruzando, entro. Ahí quise aclararlo, pero de verdad que lo sentí como que se escandalizaron porque no pensaron nunca que sus parejas se pudiesen besar con mujeres.

P. De todos modos, ¿crees que España estaría preparada para incorporar parejas LGTBIQ+ a La isla de las tentaciones?

R. Preparada sí, fuimos de los primeros países que aprobamos el matrimonio en personas del mismo sexo. No sé si estaría preparada para hacer un programa de parejas abiertas, que creo que es el siguiente paso. No sé si estaríamos preparados para ver un programa así, sobre la reformulación de la pareja. Parejas que llevan diez o quince años que quieren atreverse a abrir la pareja.

Lo otro me parece más antiguo, ya sabemos que España es uno de los países más abiertos. Espero que siga así y creo que España es mucho más fuerte de lo que muchos políticos quieren hacer ver, confío mucho en la sociedad española.

P. Después de una edición tan exitosa y tan original, ¿qué innovaciones crees que pueden llegar de cara a próximas ediciones?

R. Eso le digo yo a la directora: ¿qué vas a pensar para la novena edición? Yo creo que La isla siempre sorprende, primero por su casting y siempre lo ha habido muy bueno. Luego, hemos hecho siempre muchas variaciones. Por ejemplo, yo creo que esta hoguera mixta que se ha incorporado ha sido un acierto porque te da un morbazo. Ellos están con la contaminación del grupo y cuando se juntan se tienen unas ganas tremendas. Estoy convencida de que nos van a sorprender.

P. ¿También nos sorprenderán los reencuentros que quedan por todavía por ver?

R. Sí, fueron de una intensidad... Yo terminé exhausta, no podía más. Hay unos giros tremendos, giros interesantes. Normalmente, nosotros grabamos el reencuentro cuando solo se ha emitido un programa y ellos no tienen prácticamente referencia de la reacción de la gente. Es muy interesante porque yo simepre me entero la tarde antes de cómo están las parejas para poder sorprenderme. Hay cosas que ni yo me esperaba, para nada.

P. ¿Hay alguna historia de amor de esta edición con la que hayas sufrido particularmente?

R. A ver, es que la locura de Anita y Montoya no la he llegado a entender. Quizás en el debate final se lo pueda preguntar a ellos, sobre todo por parte de Anita ese deseo hacia Manuel y ese arranque. Me ha costado, pero sin juicio. Me creía perfectamente la intensidad de ellos dos.

P. Te vimos muy implicada con Joel y Andrea.

R. Ya te he dicho que soy muy pro amor [risas]. Yo me agarro al amor a tope. Todas me han gustado, pero por ejemplo Bayán ha sido muy poco entendida. Yo creo que ella se da cuenta de que no puede perdonar a Eros y es como su venganza, le sale toda la rabia que llevaba acumulada de una relación en la que no sentía valorada. Creía que había perdonado que le pusieran los cuernos cuatro veces y no, como que le tiene una rabia tremenda.

Luego, de Tadeo y Sthefany me sorprendió lo reactivos que pudieron llegar a ser. Y salieron juntos. Pero claro, si cada vez que tú te enfadas haces esto, pues menuda montaña rusa de relación. A mí Andrea me gustó mucho porque hubo una evolución de una persona a la que le costaba mucho emocionalmente y era la carencia de Joel, que era la primera mujer de la que se enamoraba. Era muy interesante. Alba y Álvaro también me han sorprendido, es que lo han hecho todas las parejas, iba alucinando con el equipo. Eran parejas que venían con conflictos muy distintos.

P. ¿Crees que hay parejas, como Alba y Gerard, que verdaderamente no están preparadas para la experiencia?

R. Sí, ya nos ha pasado con varias. Con Alba Casillas y Rober, con Inma Campano... Es lo que te digo, la variable de cuando te separan de tu pareja no te la encuentras hasta que llegas allí. Cuando se dan cuenta de que no hay nada pactado y de que te van a poner los vídeos para ponerte las cosas difíciles, muchos pasan de poner en juego su pareja.