Una hostelera denuncia en 'Batalla de restaurantes' el desprecio del mundo "rancio" de la cocina
La mujer se derrumbó ante Alberto Chicote y los otros tres restauradores que compitieron por los mejores gazpachos manchegos
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Ya lo expresó durante la visita de los participantes de Batalla de restaurantes a su local. Mari Carmen siente incomprensión por parte de sus colegas hosteleros por el hecho de ser una mujer, tal y como expresó totalmente rota durante la entrega de notas.
Su establecimiento suspendió con un 4,8 de nota provisional. "Me parece mal, muy mal", reaccionó emocionada, después de que sus contrincantes evaluasen su comida y sus gazpachuelos manchegos con un 5,7 de media, siendo uno de ellos el más duro al puntuarla con un insuficiente 4.
"Me han dicho: 'A esta cuando se le rompa una uña, cierra la persiana"
"Creo que Nicolás no ha visto en mí en ningún momento a una rival. Se ha sentado en mi mesa y le explota la cabeza que le tenga que explicar que lo que yo cocino sí es elaborado. Se queda sin argumentos, porque no tiene nada más que decirle", contestó ella en defensa de su trabajo, acusada de que todo lo que puso era congelado.
Un cruce de opciones, todas en negativo, que hizo a la propietaria venirse completamente abajo y desahogarse con Alberto Chicote en plena confrontación de notas. "Me enfrento a dos cosas. A que soy una mujer y a que soy un poco intrusa en este mundo de hostería machucha, de Albacete, de la vieja escuela, lo rancio...".
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"La putada, es que ni demostrando las cosas es suficiente", insistió Mari Carmen fuera de cámaras, con relación a la actitud que demostraron dos de los contrincantes con ella. La dueña de Frida interpretó las notas de sus compañeros como un castigo por ser una mujer, a pesar de que "sí he superado sus expectativas cuando se sentaron en mi mesa".
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La restauradora, anteriormente dedicada al mundo comercial y la joyería, confesó al presentador de La Sexta que sus comienzos en este mundillo fueron delicados. "El sector de la hostelería es masculino, de toda la vida, soy mujer y una recién llegada. Me han dicho: 'A esta cuando se le rompa una uña, cierra la persiana".
Ya lo expresó durante la visita de los participantes de Batalla de restaurantes a su local. Mari Carmen siente incomprensión por parte de sus colegas hosteleros por el hecho de ser una mujer, tal y como expresó totalmente rota durante la entrega de notas.