Gabriel Rufián deja al aire todas sus inseguridades en 'Lo de Évole': "No sabía qué decir"

"Veo peligrar mi puesto todos los días", ha llegado a admitir Gabriel Rufián en Lo de Évole. El catalán no solo ha dejado al descubierto sus inseguridades como político, sino también a título personal, haciendo hincapié en un titular que lo rompió por dentro.

El portavoz de ERC en Madrid llegó solo para 18 meses, pero terminó convirtiéndose en una de las voces más relevantes del independentismo, tal y como ha recalcado Jordi Évole. Sin embargo, el aludido ha dejado al aire una serie de complejos que marcaron fuertemente sus primeros pasos en el mundo de la Política.

"Me afectó muchísimo y, a día de hoy, que se hable de mi físico me afecta"

"No sabía qué decir", ha llegado a admitir durante la entrevista exclusiva con el programa de La Sexta. El hijo y nieto de andaluces ha repasado cómo consiguió alcanzar su puesto, después de que lo propusieran de manera totalmente inesperada, pero que no se sentía para nada preparado, ni incluso para hablar: "Estuve yendo a un logopeda".

Y es que, aunque se siente uno más de muchos de los que simpatizan con su opción política en Cataluña y el resto de España, su privilegiada posición mediática lo hace copar telediarios y medios. Precisamente, este es otro de los asuntos que también reconoció ver como negativo de ser un personaje conocido, sobre todo cuando arremeten contra su cuerpo.

"Un artículo de un periódico muy importante, de raíz catalana, que decía: 'Gabriel Rufián gana peso con ERC'. Y, básicamente, era que estaba gordo. Eso a mí me jodió bastante", ha admitido algo emocionado al conductor de Lo de Évole.

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"Que hablen de tu físico, siendo hombre, joven, blanco, heterosexual, pues, como que chirría, pero me afectó muchísimo y, a día de hoy, que se hable de mi físico me afecta", explica, admitiendo que añora poder relajarse en sí mismo y tirarse en la arena de una playa "sacando bartola" e hinchándose de comer tranquilamente.