Nostálgico guiño en 'El diario': así ha cambiado el plató de Jorge Javier por el nuevo horario

Los fieles seguidores de El diario de Jorge sí han notado los cambios en la tarde. Desde el saludo entre Tardear y Jorge Javier Vázquez, pasando por el look del presentador y, sobre todo, el nuevo plató de esta nueva etapa.

El equipo de Boomerang TV sí ha transmitido su entusiasmo por la nueva hora a la que se emite desde hoy su formato. Lo ha hecho desde la primera señal con el plató, enfocando a un sonriente Jorge Javier, que ahora ha sido él quien ha mandado al camerino a los presentadores del espacio que fue de Ana Rosa Quintana.

El formato vuelve a sus inicios, aprovechando su regreso al horario original (de Antena 3)

Y es que, uno de los primeros cambios que se apreciaron fue la imagen del presentador. Luce contraste de color en el pelo y estrena gafa con una montura gruesa y negra, aunque manteniendo su característico estilo. Sin embargo, eso solo era la antesala de la renovación parcial que venía por delante, como, por ejemplo, la actuación musical de un artista, que en esta ocasión ha sido Merche, aprovechando una sorpresa a una de las participantes.

Una vez pasada la cabecera del programa, el plano abierto dejó ver la novedad más importante. Un nuevo plató con cierto toque de nostalgia, ya que recuerda mucho al mítico decorado de El diario de Patricia (Antena 3) que, casualmente, siempre se emitía en torno a las seis y media de la tarde, como ahora lo hace el de Jorge Javier.

El de Badalona, por fin, ha podido cumplir uno de sus deseos de modificar el mobiliario de plató. Los impersonales sofás, junto con el asiento redondo de terciopelo oscuro, han dado paso a una fila de asientos y butacones de diferentes estilos, donde, como en el formato original que creó esta misma productora, los invitados se queden ahí sentados durante toda la emisión.

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P. Martín-Vázquez

Un importante cambio que supone, no solo dar más sensación de relleno y calor en la estancia principal del decorado, sino que provoca anécdotas fortuitas entre los asistentes. Otro cambio notorio ha sido la restauración total de una de las salas de espera, con cambio de atrezzo y dándole a los adorados galgos de Jorge Javier un lugar más protagonista que en su anterior ubicación.