"Eso es demandable": Ángel Garó brota en 'Espejo público' y se queda desencajado ante la pregunta más cruda de Susanna Griso

Tras una semana anunciando que este viernes, 14 de febrero, se sentaría en el plató de Espejo público un rostro muy famoso de la televisión que se había retirado a una vida de ermitaño, hoy por fin llegó el momento de descubrir su identidad: Ángel Garó volvía a la primera plana televisiva con una larga entrevista en la sección de crónica social del magacín matinal de Antena 3, una que estuvo marcada por la tensión y la polémica al abordar uno de los episodios más controvertidos del pasado reciente del artista.

Garó entraba en el plató sangrando, mostrando a todos los presentes la herida abierta que tenía por una reciente operación de hernia, un gesto que llamaba la atención de todos los colaboradores, pero que no les ablandaría, ya que tras tocar de puntillas su vida actual, iban directos a la polémica: "¿Has perdido la cabeza por amor? ¿Has hecho cosas de las que te hayas arrepentido, actitudes o comportamientos, que luego con el tiempo hayas pensado que no tenías la necesidad de haber tenido?", le preguntaba directamente Miquel Valls, con el programa mostrando imágenes de él con su antigua pareja en el balcón de su caso, unas instantáneas que evocaban directamente a su mayor crisis mediática.

"No", le respondía con contundencia Ángel, explicándose: "Mis comportamientos responden a una denuncia falsa de un vecino, que me había grabado un día que le eché una perorata a un hombre que estaba en la calle. Se me vio increpando a alguien que estaba abajo. Yo estaba duchándome y escucho en mi casa, a las 00:30 horas, que patean la puerta, porque en mi casa no había timbre. Empiezan a patear la puerta y pensaba que me echaban la casa abajo, por eso salí al balcón a mirar quién era, no me di cuenta ni de que estaba desnudo".

Sin embargo, la versión que tenía el paparazzi Raúl García era otra: "A mí me cuentan otra cosa en Málaga. La persona que me llamó dijo que ponías la música muy alta, los vecinos se quejaban y tú te ponías a gritarle a los basureros, salías sin camiseta, desnudo,... que montabas allí unos pollos...", le cuestionaba en directo.

Estas palabras no gustaban, en absoluto, al cómico, que se revolvía en su asiento con la vehemencia que le caracteriza: "Eso es demandable y es incierto, como otras muchas cosas", le espetaba airado. "No voy a entrar en ese tema, ni siquiera te voy a contestar. Lo que no es lícito es que a personas tan queridas se las hunda con mentiras. La única verdad es que yo cometí el error de salir al balcón", añadía, justificándose.

"Eso es. Una imagen es una imagen, y ahí no hay interpretación: era un señor desnudo gritándole al moro de la esquina", enfatizaba Gema López, haciendo que el invitado no pudiera escurrir el bulto. Susanna Griso se reconocía entonces un poco perdida con toda esta controversia que se siguió muy de cerca en Sálvame, por lo que optaba por preguntarle directamente a Ángel Garó por su situación: "Deduzco que más allá de que te hayas ido a vivir al campo o hayan dicho bulos de ti, tú debías de estar pasando una etapa de tu vida en la que estabas muy tocado, algo desequilibrado".

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El término desequilibrado descolocaba por completo a Ángel, atónito por la dureza de la cuestión: "Yo es que de verdad...". La presentadora le hacía ver que no había malicia alguna en sus palabras, pidiéndole por favor que no las malinterpretase:"Te lo digo desde la más pura inocencia, no veas maldad en mis palabras. ¿No has pasado una mala racha?".

"No, la que me han hecho pasar las personas que viven de esto, yo no. Yo no estuve en ningún pozo. Tuve una crisis de pareja porque descubrí que era una persona con problemas, nada más. El tema es que una vez que mi vecino me pone una falsa denuncia, sale, de seis meses atrás, la grabación comprada por una determinada cadena de esa escena en el balcón. Ahí faltó ética por mostrar esas imágenes. Pero bueno, esto para mí es secundario, vamos a cambiar de tema", solicitaba, tratando de que este episodio quedase definitivamente atrás. El programa así lo hacía, virando sus contenidos hacia algunos de los personajes más icónicos interpretados por Garó, lo que hacía que por fin este bajase la guardia y la charla se tornase en más distendida, aparcando de una vez por todas la tensión vivida.