Toda la verdad de la huida de Montoya en 'La isla de las tentaciones': así se grabó el momento televisivo del año

Las imágenes de Montoya corriendo desesperado por la playa, tras presenciar la traición de su pareja Anita con el tentador Manuel en La isla de las tentaciones, han trascendido las fronteras de la televisión española. Convertido en un fenómeno global, su escapada ha sido analizada incluso en programas de la talla de The View, donde Whoopi Goldberg no pudo evitar comentar la escena. Pero, ¿cómo se vivió desde dentro de la producción y cómo se logró capturar el momento en directo? Meritxell Estruch, directora del reality show, ha desvelado los entresijos de esta fuga televisiva para la web de Telecinco, poniendo en valor por encima de todo tanto al equipo de producción como al carisma del andaluz.

Una grabación preparada para cualquier imprevisto

El equipo del programa estaba listo para capturar cualquier reacción inesperada, explica Meritxell, quien asegura que sus compañeros estaban absolutamente implicados con esta trama: "Lo vivimos un poco como él. Nosotros a veces también sufrimos", comienza confesando Estruch sobre la intensidad del momento. Y no es para menos, ya que la tensión de Montoya había ido en aumento durante los días previos, con amagos de explosión emocional que se reflejaron en varias de sus intervenciones en las hogueras anteriores, por lo que no es de extrañar que todo el equipo estuviera ya preparado para algo como lo que finalmente acabó sucediendo.

Aun así, Meritxell reconoce que el equipo se quedó "en shock" con lo sucedido: "Alucinamos cuando Sandra Barneda sale corriendo, porque hasta el día de hoy no ha salido muchas veces corriendo detrás de un concursante", destaca la directora del programa, incidiendo en cómo todo lo sucedido impactó a todos los presentes.

La escena clave transcurre en el visionado de 10 minutos, donde Montoya y Barneda observaban en directo lo que sucedía en Villa Playa. En ese preciso instante, con cinco operadores de cámara listos y una persona en la playa designada para actuar ante imprevistos, la fuga comenzó: "Cuando Montoya empieza a correr, el realizador da la orden para que un operador de cámara le siga. Otro operador se destrinca del trípode también", desvela Estruch.

El recorrido hasta la villa de las chicas estuvo perfectamente documentado gracias a ese primer operador de cámara. "Montoya encontró Villa Playa él solo, está muy iluminada, pero él no estuvo solo en ningún momento", puntualiza la directora, como dan fe las imágenes mostradas, en las que se aprecia como un cámara capta toda la secuencia desde escasos metros. Este era el que se encontraba ya prevenido en la playa, y quien recibió esa rápida orden por parte del realizador.

Una vez encontrada la villa, gracias a la importante iluminación que requiere un programa de estas características y que le hace destacar sobre el resto de viviendas de los alrededores, las imágenes son captadas entonces por dos tipos de cámara: las robotizadas que recogen todos los movimientos en el interior de la casa y la móvil que portan los dos operadores encargados de la secuencia, el que estaba prevenido en playa y el que se soltó rápidamente de su trípode para reforzar al primero. Es gracias a esta combinación que se puede ver la reacción tanto de Anita y Manuel como de Bayán y Torres, quien en última instancia frena a Montoya.

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Tras la irrupción en la villa, llega por fin Sandra, quien fue incapaz de seguir la carrera de Montoya. Ahí vuelven a cobrar protagonismo las imágenes de los operadores de cámara, quienes captan las reacciones de todos los protagonistas y ponen el broche de oro a la secuencia con la súplica de Anita de irse juntos en ese preciso momento. Hito inmediato en la historia de la televisión en nuestro país.

Montoya: un concursante hecho para la televisión

La personalidad de Montoya ha sido clave para convertir este episodio en un hito televisivo. Su forma de vivir las emociones con una intensidad desbordante lo ha convertido en un personaje inolvidable. "Es muy pasional, sufre mucho, vive todo con mucha intensidad y es generoso, expresa fenomenal todo lo que le está pasando por dentro", detalla Estruch.

Su reacción, marcada por la desesperación y el desconsuelo, arrancó con la icónica llamada de Sandra Barneda: "Montoya, por favor". Segundos después, el sevillano irrumpía en la villa y lanzaba su ya célebre sentencia: "¡Me has destrozado!".

El desenlace de la escena y su reencuentro con Anita ya han sido vistos por más de 150 millones de personas en todo el mundo, confirmando que Montoya ha pasado de concursante a icono mediático. No es de extrañar, por tanto, que su nombre suene cada vez con más fuerza en todas las quinielas para Supervivientes 2025, donde podría además reencontrarse tanto con Manuel como con Alba, otra de las participantes más destacadas de la edición.