Bofetón sin manos de 'Aruser@s' contra la hipocresía de los telespectadores, a favor de las 'Tentaciones' (o 'Sálvame')

La octava temporada de La isla de las tentaciones está siendo una de las más virales y comentadas de toda su historia, que ya es decir. Al hilo de los grandes datos de audiencia que está firmando este espacio de Telecinco, Aruser@s lanza un dardazo contra aquellos que se niegan a reconocer que lo consumen.

El dating show de Sandra Barneda es lo más visto de la principal cadena de Mediaset. Es la única oferta que ha conseguido plantarle cara a los teloneros de la noche diaria, como El hormiguero o La revuelta, cuando coinciden en este horario. Una repercusión desbordante que casi obligó al canal a ampliar su eficacia a otra de sus jornadas de prime time.

"La gente, para dársela de erudito, dice que ve los documentales de La 2"

Su impacto está siendo tal, con David Montoya como clarísima cabeza de cartel, que ya ha cruzado el charco y está dándole la vuelta al globo terráqueo. Un éxito del que han querido hacerse eco en el espacio comandado por Alfonso Arús, aunque con un descarado tirón de orejas hacia aquel sector de la audiencia que esconde su predilección por este tipo de formatos televisivos.

"Eso pasa con muchos programas. 'No, yo no veo ese programa', pero van con unas audiencias brutales", apuntaba uno de los contertulios del matinal de La Sexta. "Es que la gente, para dársela de erudito, dice que ve los documentales de La 2", apuntaló otro de los compañeros, siguiendo la misma línea de protesta e indignación.

De hecho, el propio presentador del exitoso programa de Atresmedia destacó esa "tendencia de negar la evidencia de que ves un programa". Y efectivamente, otra de sus colaboradoras se atreve incluso a ponerle nombre y apellidos a estos revolucionarios espacios que tantas alegrías dan a Telecinco, como fue Sálvame o el actual La isla de las tentaciones.

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Una clarísima guantada sin manos hacia aquellos telespectadores que no se pierden un capítulo de los infieles y tentadores, o del extinto programa rosa de Jorge Javier Vázquez, pero que luego arrasan en audímetros. Un tajante golpe contra la hipocresía de estos aludidos que prefieren exteriorizar que consumen un contenido, a priori, más blanco y cultural, que la mal llamada 'telebasura'.