Pablo Motos no se muerde la lengua y lanza una queja hacia la actitud de su mujer desde 'El hormiguero'

Como cada jueves, Juan del Val fue el encargado de despedir la semana en El hormiguero a través de sus populares quejas, conocidas como "sus polémicos", comentarios, bromas o chascarrillos con los que denuncia en Antena 3 cosas que no le gustan. En esta ocasión, el programa tenía tiempo para varias de ellos, con el escritor criticando a los que exigen que se les ceda el paso en las cajas de compra porque llevan pocos artículos, los que emplean la expresión "poco se habla" o las parejas de adultos que se hablan como si fueran niños. Y, por último, denunció también un asunto que le tocaba muy de cerca, poniendo en el disparadero a Nuria Roca e incluso hasta a la mujer de Pablo Motos, ya que este no podía evitar sumarse a la queja.

"Otra cosa que me sienta mal son los que no hacen caso a los camareros. Vamos a ver, nuestros vamos en grupo a comer a un restaurante de menú, viene el camarero y nos lee los primeros y los segundos platos. Luego llega con los siete platos y pregunta quién ha pedido cada cosa, y todo el mundo hablando. Lo tiene que repetir varias veces. ¡Coño, céntrate en lo que te están diciendo!", puso sobre la mesa Del Val.

Pero Juan fue mucho más allá en este sentido: "Y luego otra cosa que también me sienta muy mal. Llegan cuatro o seis personas al restaurante. Se ponen a hablar 15 minutos. Llega el camarero a tomarles nota y resulta que aún no han mirado la carta. ¡Coño, piénsatelo, que has venido a cenar!", se quejaba, indignado porque en este sentido le tocaba muy de cerca, ya que parece ser algo típico de su mujer.

El público lo desconocía, pero estaba a punto de enterarse porque Pablo Motos era incapaz de morderse la lengua, al sentirse muy identificado con Juan del Val: "¡Mira el puñetero menú! Y no miro a nadie. No miro a nadie", decía clavando la vista en Nuria. Y no solo en Nuria, ya que el presentador daba un paso al frente para poner en la picota a su pareja: "Ni a ti ni a mi mujer. ¡No os estoy mirando ni a ti ni a mi mujer!", repetía, poniendo todavía mayor énfasis en sus palabras.

Roca no podía hacer otra cosa que tratar de defenderse, intentando dar una justificación a su actitud cuando come o cena fuera. "Pero eso significa que tenemos la capacidad de indecisión. Porque tú miras la carta y barajas las opciones, cómo te va a sentar cada cosa, lo que engorda más...", acertaba a esgrimir, siendo rápidamente cortada por su marido: "¡Pero que tienes ahí al camarero, que tiene que ocuparse de otras mesas!".

"Me encantan los restaurantes donde no hay carta, llegas y te dicen lo que hay", agregaba acto seguido la conductora de La Roca en La Sexta, un argumento que no gustaba, en absoluto, a Motos, como así se lo hacía saber para dar por zanjado este asunto: "¡Si ahora la culpa la tendrá el restaurante y no vosotras!".